Desde que nuestro presidente Nicolás Maduro empezó a repartir leña a los comerciantes y empresarios especuladores, son muchos los que han puesto sus barbas en remojo. Si yo fuese comerciante también lo haría al saber que tarde o temprano vendrá por mí. Ciudad Guayana es una ciudad de poco más de un millón de habitantes, y el comercio se desarrolla en tres sectores específicos de su área geográfica: 1.- Centro de San Félix. 2.- Castillito, Puerto Ordaz. 3.- Avenida Guayana sector Alta vista Norte-Oeste. En estos sectores se concentra la mayor actividad comercial de la ciudad y por allá ha estado fiscalizando el Indepabis, tiendas, megatiendas, ferreterías, zapaterías y pare usted de contar toda clase de comercio especulador. Desde un principio estas fiscalizaciones han causado suspicacias porque su accionar por un lado no está en consonancia con lo planteado desde el gobierno central al hablar de precios justos, un comerciante especulador podrá rebajar hasta un 100% el precio de un producto, pero si este tiene un sobreprecio de 400-500-1000% la especulación sigue intacta y el daño colateral al bolsillo de estos especuladores es mínimo. Eso pasó en tiendas de electrodomésticos como Palestina Import y Meka Center, donde la gente se agolpó para adquirir aparatos de todo tipo a precios prohibitivos a pesar de las fiscalizaciones del Indepabis, las mujeres salían con una sonrisa radiante y una lavadora nuevecita por delante adquirida por sólo Bs. 25.000 (el precio que tenía era Bs. 50.000) cuando lo cierto es que esa lavadora hace un año costaba Bs. 10.000 y hace dos costaba (en la misma tienda) Bs. 5.000.
A lo largo y ancho de la avenida Caracas operan un montón de medianas ferreterías, y podemos nombrar las más populares: Materiales Al Día, Materiales Ikabarú, Ferre Mundo, Materiales Puerto Ordaz, Materiales Gran Sabana, Hierros Man, etc. que siguen vendiendo productos con sobrado sobreprecio y no temen la visita del Indepabis, al contrario, los están esperando para que certifique que están vendiendo a precios justos aires acondicionados de 12.000 BTU tipo Split a bs. 20.000, por ejemplo, tubos estructurales para la construcción de viviendas, hechos en Venezuela por cierto, con sobreprecios del 100-200 %, y a estos sobreprecios no se escapan ni un clavo ni un tornillo. Un pequeño ferretero me mostró retador una factura que demuestra que él vende a precio justo una cabilla de construcción de 6 milímetros (tripa e´pollo) en Bs. 115, la empresa distribuidora se la vende a Bs. 90, para que tengamos una idea de la estafa: una cabilla para la construcción de media pulgada por doce metros de largo cuesta en Ferresidor Bs. 27, ellos la venden en Bs. 300 ¡y tienen factura que justifica eso! otra, refleja en la factura que pagas el precio justo de la cabilla (Bs. 27), pero agrega un renglón: manejo y despacho, Bs. 190!!! sino pagas ese renglón no te puedes llevar la cabilla.
Sinceramente considero que el Indepabis debería dejar a un lado esas visitas fiscalizadoras que sólo avalan y certifican más allá de las supuestas rebajas el robo continuado y la estafa agravada de una clase comerciante inescrupulosa que se burla descaradamente de la población ante la inoperancia de un organismo como el Indepabis. Al contrario, deberían dedicarse sin pérdida de tiempo a la capacitación y entrenamiento integral de sus funcionarios para la aplicación de las leyes existentes y las promulgadas vía Habilitante por el Presidente Nicolás Maduro para que se respete el derecho del pueblo y aplicar inteligencia y contraloría social efectiva para meter en cintura a tanto comerciante saqueador. Y un último mensaje a la población consumista: ¡no sean tan pendejos, la plata que tanto les ha costado tener se la están dando a manos llenas a esos comerciantes y les están adelantando sus vacaciones, cuando ya no tengan más nada que vender se van a ir a dar la gran vida en el exterior porque después de 500 años todavía nos siguen tratando como indios e ignorantes, total, así nos comportamos..!!!.
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