A mí no se me olvida la ocasión en que el Presidente Chávez dijo que no quería que se le hablara de devaluar la moneda, luego de haber implantado el esperado control de cambio. Muchos aplaudimos al Comandante Eterno, pero no contábamos que nuestro optimismo no pasaría de ser "alegría de tísico". ¿Cuantas devaluaciones no hemos tenido que soportar desde que se implementó el llamado "bolívar fuerte" que de eso nada tiene?. Basta comprobar la infame calidad del nuevo papel moneda, de peor clase que el anterior, mientras que en otros países se fabrica con papel de polipropileno resistente al agua, al uso y abuso y a las bacterias. También se puede hablar horrores del cono monetario que vino junto a los billetes que tantas confusiones originó en gente de cualquier edad y sin que se hubiera resuelto el problema de la obtención de dinero sencillo.
La verdad es una sola y amarga y no la admitirán en ningún medio estatal o privado, ni tampoco algunas personas demasiado optimistas que escriben en Aporrea: hay una nueva devaluación que acabará, sabrá Dios en que término con la Revolución Bolivariana. El Comandante Eterno, en apariencia engañado, se empeñó en designar a asaltantes de cuello blanco para gestionar las finanzas, aunque su sensibilidad lo hizo rescatar nuestro dinero de los bancos quebrados por malhechores, de quienes pocos (¿o ninguno?) quedan en prisión esperando que los salve otra María Lourdes Afiuni.
Fue una puñalada traicionera el haber lanzado la primera devaluación de 4,30 a 6,30 bolívares por dólar, antes de elegir como Presidente a Nicolás Maduro, medida que fue presentada con su inocultable sonrisa, propia del "turco" que acaba de hacer un buen negocio por Nelson Merentes y Jorge Giordani, miembros de esa élite de funcionarios sin alma, ni sensibilidad al igual que Alejandro Fleming y Edmée Betancourt, de quien se dice que huyó del país. Estos despreciables seres mostraron un papel falso con una firma que se suponía era la del Presidente Chávez que, estaba agonizando sin habla. ¿Y todavía le extraña a alguien el por qué de la escasa distancia entre Maduro y Capriles en la votación y que nuestros "expertos" no supieron ver?.
Tal como se veía venir, el regreso aplaudido del compañero Eduardo Samán, después de ser expulsado por culpa del "nido de serpientes" que rodeó al Comandante, no produjo sino resultados ocasionales porque se le ataron las manos de una vez, para neutralizarlo lo que hizo surgir a su primer enemigo: Alejandro Fleming, a quien acusa el combativo periodista Alberto Nolia de este nuevo golpe a las clases populares, y que tiene todos los visos de una traición a la Patria. No es casual que el capo de Fedecámaras, Jorge Botti y otros que viven de la especulación, recomendaran en distintos medios privados el devaluar más la moneda "porque está sobrevaluada", argumento propio de ignorantes y pícaros que se lucran con las devaluaciones y el "dólar negro" que ningún gobierno puede controlar.
Se ve que son pequeñoburgueses, como dice Nolia, los "genios" que devalúan y nos reducen nuestros cupos en dólares alegando ahorros inexistentes. Mientras tanto, los economistas de verdad que aún pueden salvar la Patria como el compañero comunista Jesús Farías, hijo, son deliberadamente apartados ya que la honestidad no va con los gustos de nuestros "quinta columnas".
Seguramente, alguien dirá que "salté la talanquera", que me paga Globoveneno y otras taradeces: no responderé a esos ataques. Hablo desde el punto de vista de la gente que está en la calle trabajando decentemente para ganarse el sustento. Pero la verdad es que es más fácil engañarnos desde el alto Gobierno diciendo que siempre habrá dólar a 6,30. Y con el precio tan alto de nuestro petróleo y el estado de las reservas y ¿se piensa en subir la gasolina?. O nos engañaban con esas historias, o los pequeños burgueses y sus aliados tienen intereses que no son los del pueblo....como los de esos que se llevan nuestros productos básicos al exterior y que impiden que la leche en cartón, tradicional, y los quesos regulados le lleguen al pueblo.
Un familiar me dice que no le extrañaría el regreso de los adecos y copeyanos, pero esta vez representado en sus hijos delirantes y violentos como Leopoldo López y María Corina Machado. ¿Puede ser verdad tamaña locura?. Ojalá que no.
Vamos a ver cuanto saca la Revolución en votos para la próxima, porque con medidas así, que nadie espere los 10 millones de votos.
Roberto Arenas.