El alto costo de los alimentos, está causando terror en la población. El terror que se siente es mayor que el que causan los engendros terroristas de la oposición. Cada vez que uno va a comprar cualquier producto alimenticio dicho precio ha aumentado en tal forma que el dinero que se tiene pautado para comprar dichos alimentos no alcanza ni para comprar la mitad de lo que se compró la semana anterior. Todo esto sucede mientras la señorita Andreina Tarazona anda haciendo turismo por todo el país y que para concordar precios justos con los pillos empresarios amantes del diálogo y la paz.
Hacer un recorrido por los mercados municipales, abastos y supermercados, es recorrer una especie de zona de guerra no declarada contra los inermes consumidores. Porque esta guerra de los fariseos del hambre que intervienen en la cadena de producción, distribución y comercialización de los alimentos, no es contra el gobierno, es contra el salario de todos aquellos que viven de su trabajo, los cuales son las mayorías. Por lo tanto esta guerra no la está perdiendo el gobierno, la está perdiendo el mismo de toda la vida: el pueblo.
Mientras el gobierno marcha y marcha, los precios suben y suben. Mientras más habla el presidente, el pollo, la carne, la leche, los huevos y el pescado suben de precio. Mientras el pueblo es recibido en Miraflores, las frutas, verduras y las hortalizas, se elevan hasta las nubes diciéndoles adiós a la mesa del pobre. Mientras el ministro Ramírez dice que el Sicad II no es devaluación, el arroz, la pasta, los quesos (nacionales e importados) la charcutería y los víveres en general, suben de precio con más rapidez que con la sube su indignación del consumidor.
Ya el terror no lo causan los terroristas y los medios de comunicación de la derecha, lo causa el precio de los alimentos, bienes y servicios. Las consecutivas devaluaciones de nuestra moneda es aprovechada por el gobierno para obtener más bolívares con el fin de tapar el hueco fiscal y así seguir manteniendo el excesivo gasto público. La macro inflación que esto genera está devorando el salario y la paciencia de todos los trabajadores que para poder subsistir deberá tener dos o tres trabajos. Pero como el desempleo va en aumento le será imposible paliar una situación que se le está poniendo cuesta abajo.
Guarimba, destrucción, muertes, ya todo eso forma parte del folclore venezolano. Los altos jerarcas del gobierno ya no se inmutan cuando ven o escuchan por algún medio cosas como esas. Pura nimiedad, lo importante es mantenerse en el poder. Hay militares conspirando y ellos tranquilos que aquí no ha pasado nada, el petróleo da pa todo. La especulación, el acaparamiento y el contrabando de extracción son sinónimos de conferencias de paz y diálogo.
Aquí lo importante es que la bruja Machado no regrese a la AN en donde ella seguramente ella acudirá hoy con su show al terrorífico estilo de su voluntad popular. No importa lo que pase hoy en el centro de caracas (ya lo dije antes, es parte del folclore). No importa que la Machado y Diosdado se caigan a insultos, no importa nada de eso camarada, porque mientras eso sucede, los precios seguirán aumentando y usted se seguirá arrechando.
Algo más.... El que crea que la conspiración está derrotada, es más inocente que una novia embarazada. El terrorismo (aunque de forma aislada) irá in crecendo igual que las arremetidas del imperio en la voz de la Roberta Jakoson, la agria vocera de la Casa Blanca. Cuba está siguiendo los pasos de Venezuela: le abrió las puertas al gran capital. Ver para creer.
