Tanto dieron los especuladores de oficio, hasta que consiguieron que el gobierno le reconociera los incrementos abusivos de los precios que a fuerza de artimañas, fueron imponiéndole al pueblo, utilizando la escases inducida, como el arma, para que la gente se resignara a tolerar el alza continua y permanente de dichos precios.
La escases tiene la particularidad que arrastra tras de sí, a los que tienen necesidad de un producto y que gracias a la trampa inventada por los comerciantes inescrupulosos, el pueblo de a pie es inducido a comprar los artículos a precios INJUSTOS. La estrategia orquestada por La cadena perversa de comercialización con los productos alimenticios y artículos de primera necesidad en el mercado capitalista, término imponiendo el ritmo a la danza de los precios o sea nos puso a bailar al son que a ellos les gusta LA ESPECULACION. De allí que cuando uno ve al gobierno haciendo esfuerzos por controlar el desmedido afán de lucro, de los agentes de la conspiración con medidas punitivas y sancionatorias, que no producen el efecto deseado, por cuanto lo pisa por aquí y se levantan por allá, incluso lleva a la mesa de diálogo a buena parte de sus testaferros y tampoco se ven señales de buenas intenciones de pararle el trote a sus especuladores o a sus acciones de acaparamiento, uno termina convenciéndose que el gobierno, no conto con un organismo bien estructurado y fuerte para salirle al paso a ese flagelo distorsionante de la economía nacional, que finalmente ha impuesto las reglas del juego y tiene al gobierno entrampado, con lo cual se demuestra que el gobierno nunca pudo romper el espinazo a la especulación. En consecuencia el gobierno produjo la Ley de costos y precios justos cuando el daño ya estaba hecho,
Los precios que están reconociendo como justos, no son otra cosa que la institucionalización de una provocada especulación, bien calculada por esta perversa casta de comerciantes, que su único fin es desangrar al pueblo, los cuales no tienen paz con la miseria.
Ellos están conscientes del poder que tienen, saben que aquí nadie está produciendo lo suficiente para abastecer el mercado de aquellos productos y artículos de mayor demanda, por lo tanto promueven los escases para justificar la especulación. Se dan el lujo de desafiar al pueblo, diciéndole o te deja especular o no podrás conseguir tal o cual producto.
A tal punto ha llegado el curanderismo del comerciante venezolano, que aun con todas las ventajas que le proporciona la recién sancionada Ley de costos y precios justos, todavía insisten en la práctica especulativa.
Tanto es así que en las ultimas arremetidas del Gobierno tratando de meter en cintura la nueva escalada especulativa, se ha encontrado con comerciantes que habiendo recibido dólares preferenciales, mantienen los precios por encima de los límites permitidos en dicha Ley.
Desde el punto de vista político, todo parece indicar, que en este campo es donde la oposición golpista pretende mantener su guarimba desestabilizadora.
Van a seguir golpeando el bolsillo de los trabajadores, para que los aumentos salariales del gobierno se conviertan en sal y agua, procurando por esta vía crear un ambiente de impugnación tanto en el seno de la población que apoya la gestión del gobierno del Presidente NICOLAS MADURO, como en aquellos sectores de la oposición, que han hecho de la escases inducida un arma política para atacar al gobierno.
Basta hacer un recorrido por centros comerciales, mercados Municipales y puestos de venta de buhoneros para darse cuenta que aquí todo cambio para seguir igual.
Los productos siguen escaseando y la especulación haciendo estragos y la arrechera de la gente incrementándose contra los comerciantes, particularmente en la gente del proceso, que se da cuenta que estos atracadores sin pistolas, están montados en un golpe de Estado, mientras que del lado de la oposición se frotan las manos al ver que su estrategia del cuero seco les está funcionando.
Camarada Presidente la cosa no está bien y como tal debemos asumirlo, si queremos atacar las causas, que no todas están del lado de la oposición, también de este lado hay gente que quiere aplicar la política del avestruz, enterrando la cabeza mientras pasa la tempestad, sin darse cuenta que cuando la levante viene cual boomerang zúas y se la corta.
Por lo tanto el gobierno tiene que aceptar que lamentablemente el patrón capitalista, logro capitalizar en su favor a la mayoría de los comerciantes, que se acostumbraron a vivir de la especulación, para poder satisfacer sus ansias de hacerse millonario de un día para otro, sin importarle para nada, sentido de patria, ni respeto por la gente.
Se convirtieron en individuos desnaturalizados, anarquizados y desprovistos de todo respeto por las leyes, que de manera abierta desafían al estado y al gobierno.
De tal manera que en cada uno de ellos, el gobierno tiene un potencial enemigo, toda vez que su cultura capitalista no le permite aceptar que nadie le prive de su condición de especulador y hambreador del pueblo.
El gobierno tiene entre sus responsabilidades para atacar este fenómeno que está afectando seriamente la economía del venezolano, implementar políticas coherentes, efectivas y sostenibles, que neutralice a ese sector ya alienado y otra que permita construir un nuevo contingente de comerciantes que tributen hacia la cultura socialista. NO HAY OTRA.