Esta situación del contrabando no es nada nuevo, solo que en las actuales circunstancias se juntó el hambre con las ganas de comer, estamos hablando por ejemplo, en el Delta del Orinoco y zonas adyacentes, el contrabando es ya parte del folclore, entre Trinidad y la zona, desde siempre; la diferencia es que ahora la escala es de dimensiones cuantitativas extremas y como otro elemento, está ligado a la lucha política. Este es solo un caso para notar la gran diferencia entre lo que siempre ha existido o llamado contrabando y lo que ocurre ahora.
No es casualidad la actitud de la oposición en cuanto a la respuesta por la implantación del sistema biométrico, se veía venir, es una fuente de financiamiento por los ingentes recursos que se manejan detrás de toda la problemática del contrabando, atacan cuanta cosa, diga, proponga o haga el gobierno, pero con una característica no típica en cualquier oposición seria y responsable, todo es malo y perverso y atenta contra las "libertades económicas".
Recientemente leí un artículo en Aporrea donde N. Evans, llama a un debate con el presidente de Fedecámaras Jorge Roig. Me parece la más absurda pretensión que en el campo de la izquierda se ha dado históricamente, que puede traer semejante confrontación cuando sabemos que en la mentalidad de estos "empresarios", lo que está por delante es la trampa y deseos de imponer agendas en la economía del país, entonces preguntamos, que beneficio trae al gobierno o al chavismo semejante "debate". El solo hecho de que le dieran respuesta a la comunicación o declaración de Fedecamras que se puede dar como el mandado hecho para interferir en la dialéctica de la confrontación y no se puede pecar de inocente en ello.
Volviendo al título del presente artículo, podemos afirmar sin ambages que efectivamente el contrabando produce un impacto en la gente, en todos los sectores económicos y no económicos, inclusive se han dado signos que aún no calificaría de xenofobia, no obstante evidencian elementos de inconformidad acerca de lo que ocurre con el contrabando.
En Venezuela no existe crisis económica como lo han difundido sectores de empresarios y políticos adversos al proceso, si en verdad la hubiera, esto que estamos viviendo impactaría mas allá del efecto del contrabando, estamos en una situación económica donde las variables económicas permanecen si no en los mejores estándares aceptables, no han permitido que esta situación permeara hacia una situación mucho mas delicada en la economía.
Quienes se frotan las manos porque existe la arremetida del contrabando generalizado en el contexto de la llamada guerra económica, han visto frustradas sus aspiraciones cuando la acción anticontrabando está produciendo efectos positivos y los signos por ejemplo en frontera e internos (bachaqueo urbano), se han reducido ostensiblemente.
Por otra parte y es bueno decirlo, si no hubiera existido la visión estratégica del comandante supremo, al crear un sistema de distribución público de alimentos, la situación sería bastante grave, seguramente hasta niveles de hambruna hubiésemos llegado.
Los niveles de incautación son altos, reflejo que en Venezuela se producen cantidad suficiente de productos para la alimentación entre otros, cuando se dice que el contrabando alcanza hasta el 40% de lo que se produce y entre el 15 y 25% de lo que se importa, significa entre otras cosas que el país nunca ha dejado de estar abastecido debidamente y que esta coyuntura con el favor de Dios y la actuación del gobierno, poder popular organizado y la gloriosa FANB, hará que esta pesadilla baje la intensidad alcanzada y permita la libre, diáfana y normal entrega de alimentos y rubros diversos a la población.