La gente vinculada a la venta de baterías de vehículos cree que las acciones tomadas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Sundde en contra de los contrabandistas y especuladores como contragolpe a la guerra económica, no tiene nada que ver con ellos y, así tenemos, por ejemplo, que en la Duncan, Circunvalación Dos, sector Los Robles de Maracaibo, estado Zulia, se puede observar un desafío permanente al Gobierno bolivariano: todos los días se forma una humillante y bochornosa ringlera de personas en sus carros para poder adquirir los acumuladores, producto del deplorable contrabando interno que se ha desarrollado y que tanto cuestiona el superintendente nacional de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez.
¿Cómo funciona ese irregular negocio?, se los explico paso a paso:
1.- Se ha conformado un grupo de personas que no van a comprar, sino que se dan a la tarea de apartar “cupos”, es decir, se meten en la fila desde el día anterior para estar entre los primeros, luego venden el puesto.
2.- La gente que paga por los espacios delanteros, entra sin contratiempo con sus autos a los predios de la Duncan y adquieren el dispositivo en una compra normal, con el beneficio de que, al parecer, dentro de la distribuidora tienen contactos que no ven que esa anormalidad se origina debido a esa roca de vendedores de cupos y del conjunto de compradores de siempre. Así, entran en un círculo vicioso y los contrabandistas se dan el lujo de adquirir cada vez que quieran baterías, para almacenar y revender más adelante fomentando el denominado “bachaqueo”.
3.- A esta roca de contrabandistas insaciables, se añaden los clientes que de verdad requieren una batería, no para revenderla, sino para hacer funcionar su carro. Y la suma de toda esa gente es la que hace la vergonzosa cola que se observa en los alrededores de la distribuidora.
4.- Finalmente tenemos que las personas que no quieran, o no puedan, o no tengan tiempo de hacer la kilométrica cadena automotora, pagan dolorosamente cuatro, seis, ocho y más bolívares en cualquier parte por ese producto.
Y sobre este último punto es bueno reflexionar, porque no sé si recuerdan, amigos lectores y lectoras, que anteriormente existían unos establecimientos de venta de acumuladores distinguidos con unos avisos amarillos con letras negras, que prácticamente desparecieron, y en su lugar surgieron unos negocios subrepticios, casi anónimos, de gente que obtiene baterías con suma facilidad; para reventar a los cliente con precios escandalosos.
Es además interesante reflexionar sobre este otro aspecto: nunca se ha visto decomiso alguno de baterías en las operaciones “antibachaqueo” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la frontera, cuestión que no deja dudas de que el contrabando es interno.
Ahora esta información que es casi de dominio público, tanto como son las colas que nadie puede ocultar ¿no la conoce ni la FANB ni la Sundde en Maracaibo?...es como para ponerse a pensar, sin embargo, hay que tener confianza; el general en jefe Vladimir Padrino López y el superintendente Andrés Eloy Méndez, siguen contundentes y cada vez son más duros los golpes a los contrabandista y especuladores.
Esperamos entonces que más temprano que tarde, llegue la esperada hora en que visiten e investiguen a las distribuidoras de baterías.