“Si no sabes dónde vas, acabarás en otra parte”
Laurence J. Peter…
Porque han fracasado las últimas medidas del gobierno bolivariano, presidido por Nicolás Maduro para frenar la grave crisis económica que sufre Venezuela en pleno siglo XXI.
Sencillamente porque los medicamentos aplicados a la paciente llamada Venezuela, han sido inocuos, contraindicados e inconvenientes; ya que están basados en diagnósticos equivocados sobre la economía en este mundo moderno: Está demostrado que la inversión privada es la única que estimula la inversión, y es la que aumenta el empleo de calidad y formal.
La escasez y la especulación han demostrado el daño que le hicieron a la economía venezolana las expropiaciones, y las confiscaciones del aparato productivo nacional.
Las perversas colas hasta para comprar papel tóale para limpiarse el ‘culo’. Han demostrado como sucedió en la EX-URSS, lo falso en el sentido de la productividad que el Estado puede producir, administrar y distribuir en los diferentes rubros, y otras inversiones que le han producido un ACV a la ya raquítica economía venezolana. Y por lo tanto el acoso y persecución, ha evidenciado que los empresarios privados son los únicos que pueden aumentar la capacidad productiva del país, porque el burocratismo estalinista totalitario e intolerante es parasitario e incompetente.
El Estado no debe seguir deliberadamente interviniendo en la economía, porque no sabe cuidar las inversiones, y menos crear empleos productivos.
Las recientemente medidas cambiarias ha desarrollado la versión en expertos de la economía, de que esto generará más inflación, escasez y corrupción, y en nada servirá para superar la crisis es una cortina de humo para dirigir dinero inorgánico hacia los bancos.
Las ganancias del sector privado tienen que ser razonables, para que puedan ser un incentivo para crear empleos, pero todo depende de que lo que se produzca y se venda en el país, y esto a la vez depende de la forma como se gastan los ingresos del 96% de los ingresos en dólares por el petróleo. Si dichos ingresos se gastan en bienes importados en detrimento de la industria local, las mercancías y servicios nacionales van a la quiebra, y esto acaba con las empresas productivas, y produce desempleo. Si dichos ingresos se gastan en dinamizar el trabajo humano productivo, impulsando los medios de producción que industrialicen el país, esto también aumenta el empleo, y disminuye los egresos que pueden gastarse en bienes y servicios importados. Por lo tanto no es efectivo agredir al empresariado nacional productivo, porque así no podrán ofrecer puestos de trabajo, si por el lado de las medidas represivas estalinistas que origina la crónica escasez; no se dan las condiciones para que se mantengan o crezcan las inversiones.
Además si no se estimula el crecimiento del poder de compra externo con exportaciones nacionales que produzcan más divisas que la renta petrolera, se hará imposible pagar la deuda externa, y seguir importando lo que no se produce en el país. Además al caer los ingresos por la baja de los precios del petróleo esto producirá más escasez, inflación y desempleo, sino se toman medidas para el crecimiento de la producción interna.
Las razones aquí expuestas son suficientes para explicar el fracaso de las políticas basadas en proteger un perverso y burocratizado capitalismo de estado, que no ha podido superar la crisis a costa de sacrificar los servicios públicos esenciales, por crear empleos burocráticos y parasitarios en el gobierno.