La revolución Bolivariana, ha sido blanco de una variedad de ataques de múltiples orígenes, que habría que preguntarse, de qué magnitud fuesen los logros, si buena parte del tiempo útil y más, no hubiese sido destinada a defenderse de la inclemencia de una guerra que ahora conocemos como económica, pero que viene acompañada de acciones mediáticas que como sabemos hacen una daño terrible en la psiquis de mucha gente, que lamentablemente no posee las herramientas de defensa que le permitan por lo menos no creerse de primera mano lo que lee , ve o escucha.
Otro ingrediente de la guerra es el que tiene su origen en los infiltrados, que son como una especie de cáncer que corroe el cuerpo de la Revolución y se encargan desde dentro de sabotear, a cambio de vender su alma al demoio imperial, representado aquí por la derecha. Lo hemos visto cuando la inteligencia oficial, ha logrado algunos resultados, detectado y extirpado alguna parte del tumor que afectaba sobre todo el área económica, pero lamentablemente la guerra fue tan bien planificada, que el que caigan en el camino, algunos de sus efectivos, tales como unos pocos infiltrados como es el caso de los gerentes del bicentenario en Puerto La Cruz, uno que otro gerente o funcionario de Pdval y Mercal, algunos acaparadores, especuladores, contrabandistas, bachaqueros y asesinos que juegan el papel de cometer crímenes selectivos, eso para quienes conforman la plana mayor de la guerra, son hechos previstos y que lamentablemente hay que aceptarlo así, representan un porcentaje muy pequeño para sus huestes, lo que cubren a punta de muchísimos dólares para reponerle las supuestas pérdidas a sus cuadros delincuenciales e incluso para comprar sentencias que ponen el libertad a capos del contrabando como lo hemos visto aquí en el Táchira.
Todos los detalles pareciera que fueron cubiertos por el enemigo, han logrado, no nos caigamos a mentiras, crear la sensación de incompetencia e ineficiencia del gobierno para combatir la guerra y sus efectos, los espectadores de lado y lado que son las verdaderas víctimas, si nos guiamos por encuestas más o menos serias, es lo que expresan y ese es el tema en cada cola, en cada reunión, en cada conversación entre dos o más personas, es lo que se desprende de buena parte de los comentarios en las redes sociales.
Como sabemos esta es una guerra que comenzó hace ya casi dos años, y sus efectos desastrosos en la economía familiar, son enormes, hay que hacer colas kilométricas para adquirir cualquier producto regulado o no, para encontrarse con precios exorbitantes que cada gerente de grandes y medianos supermercados, dueños de abastos, de bodegas, de ventas callejeras, incluso de ventas ambulantes, coloca los precios que le da la gana, descaradamente expuestos en carteles que los expresan y no hay autoridad, a sabiendas de la flagrancia delincuencial en que estos soldados de la guerra contrarrevolucionaria incurren en sus narices, que con la ley en la mano proceda a aplicarla.
Los agentes de policía y/o guardias nacionales de cualquier origen no mueven un dedo, simplemente porque reciben dádivas en dinero o insumos para que se vuelvan, sordos, ciegos y mudos; cuando se les denuncia.la respuesta es; “yo no puedo hacer nada”, en una comprobación de que estos funcionarios, no son otra cosa que fichas ganadas por los enemigos de la patria que hoy por hoy celebran sus éxitos belicistas de cuarta generación.
Las denuncias no tienen ningún efecto, yo personalmente lo he comprobado, ya me cansé de llamar, e incluso acudir personalmente a los entes responsables que se supone están enfrentando esta guerra y todo sigue empeorando. El acaparamiento, el bachaqueo, el contrabando en grande continúan boyantes y como consecuencia la escases y la especulación son el dolor de cabeza de cada día en cada familia venezolana, con un poder de compra limitado y vuelto nada, pues por ejemplo con cada aumento, inmediatamente como por arte de magia como si todos los especuladores estuviesen conectados, se disparan los precios y la soga que ahorca la familia aumenta la presión.
Hay incluso estudiosos del comportamiento humano, que no se explican cómo es que este pueblo tiene tanta paciencia y no ha procedido a actuar en consecuencia, contra sus verdugos quienes con el objetivo de frenar la Revolución, actúan como lo están haciendo, causando estragos a una gran parte de la población, sobre todo de la clase media y de los estratos más necesitados.
La respuesta tal vez está en que este pueblo tuvo la suerte de tener un líder que nos enseñó a luchar, sin utilizar la violencia, así hemos logrado vencer al mismo enemigo de ahora, en circunstancias muy adversas, esta vez, quizá porque él no está al frente de nuestro ejército cívico militar, se nos está haciendo más difícil, pero hay que abrigar la esperanza de que como siempre habrá fuerzas, convicción y espíritu de lucha para con su legado en la mente y el corazón, levantar más temprano que tarde las banderas de una victoria más.
El papel de UNAMUJER en esta guerra
El principal objetivo de esta nueva e importante organización de mujeres venezolanas, que no me explico por qué no se puso en práctica entes, tiene que ser sumarse inmediatamente a la lucha contra la guerra económica en todas sus manifestaciones y variantes.
La mujer por lo general es la que de primera mano, se enfrenta a las consecuencias de esta guerra, lo palpa en carne propia porque es ella la que administra los recursos del presupuesto familiar, cada vez que va a al mercado, a la farmacia, a un almacén para adquirir los útiles escolares de su hijos etc. comprueba con angustia como es más difícil lograr cubrir las necesidades mínimas de su familia, entonces es quien prácticamente está en primera línea de la resistencia, en la vanguardia de los feroces ataque que sin miramientos de ningún tipo el imperio y los lacayos traidores de aquí, de manera premeditada, planificada y alevosa están propinándole al corazón del pueblo que es la familia venezolana,
Por lo tanto UNAMUJER, una organización que puede ser tan poderosa que bien haría el papel, que pareciera está faltando para voltearle la tortilla al enemigo, debería por ejemplo utilizar ya, el arma del Boicot como en otros países se ha hecho, contra los especuladores, no adquiriendo cualquier producto, sobre todo los perecederos que sea aumentado abusivamente, pero también movilizar ante los diferentes establecimientos comerciales contingentes de mujeres que incluso los tomen pacíficamente para exigir simplemente el cumplimiento de la ley.
Es mucho lo que las mujeres organizadas pudieran hacer por contribuir a derrotar a los enemigos del pueblo, el hecho de que UNAMUJER haya aparecido en medio de la batalla puede ser de un significado enorme para ayudar en la victoria contra el enorme poder del enemigo.
También en la agenda de estas mujeres organizadas debe estar el contrarrestar la devastadora acción de los medios de comunicación privados que son un enorme soporte en los planes del enemigo, hasta sus sedes deben acudir para exigir el apego a la verdad.
Igualmente deben tomar acciones ante los órganos de justicia para pedir actuación de fiscales, jueces y magistrados, cónsonas con los delitos que en forma masiva se están cometiendo contra el presupuesto familiar y la enorme dificultad para tener acceso a bienes y servicios.
Es decir, UNAMUJER, bien puede ser la columna de refuerzos, que nos hacía falta para ganar esta batalla en la que a veces la revolución pareciera desfallecer.
