Ahora si estamos bonitos, diría mi tía abuela Auxiliadora. Quien se supone está obligado a defender los derechos del pueblo hace lo contrario y se muestra como defensor de los derechos de los miembros de una mega banda dedicada al bachaqueo y a la especulación en todo el territorio nacional..
El pueblo que se vaya a la mierda, pareciera pensar Tarek William cuando aboga públicamente a favor de una mafia que actúa para colapsar la economía venezolana, desestabilizar el país y, como si fuera poco, obtener jugosas ganancias con el contrabando
Se horroriza el Defensor de Bachaqueros de que como castigo por todo el daño que hacen, los pongan a barrer las calles… Es el camino al fascismo sentenció, a lo que yo agregaría: pobrecitos van a sudar mucho.
Una explicación de la actitud de William (aquel de la cancioncita ¨Tarek Gobernador ¨) es que podría ser un inocente que cayó anoche del cielo y para nada está enterado de que la mencionada banda se dedica a impedir el acceso a la población, a productos que no sólo le son necesarios, sino vitales..
No parece saber el Defensor de Bachaqueros que las principales víctimas de esos delincuentes son los pobres, especialmente niños y ancianos.
Ahora, como no creemos que Tarek sea un soberano pendejo que piense que esos malandros son honestos ciudadanos que por necesidad se dedican a la aberrante práctica del bachaqueo y la especulación, cuando hasta el gato sabe que son operadores de una o varias bandas delictivas que tienen como objetivos, colapsar la economía venezolana, desestabilizar el país y como si fuera poco, obtener jugosas ganancias con la especulación y el contrabando; estamos obligados a especular sobre otras posibles causas de su actitud.
De todo hay en la vida del señor y por ello no puede descartarse ninguna opción. La actitud de Willian no es fácil de entender, pero hay muchas maneras de hacer que un hombre asuma una posición contraria a la que todo el mundo espera de él. Con tanto dinero de por medio cualquier cosa puede pasar y de que vuelan, vuelan.
La compra de conciencias es sólo una opción, de ninguna manera podemos asegurar que es la realidad, pero hay que tomarla en cuenta pues no resulta fácil entender como un político con experiencia puede obviar que está defendiendo a los autores materiales de un delito planificado y financiado por poderosos sectores económicos que tiene como objetivo principal el asalto al poder. Ningún bachaquero tiene el capital suficiente para poder adquirir, todos los días, grandes cantidades de productos. Ellos simplemente actúan, en beneficio de los poderosos, como sicarios del pueblo.
Todo lo podemos creer menos que alguien piense que los derechos de los bachaqueros están por encima de los derechos del pueblo y eso pareciera ocurrir con el de la cancioncita.
Inexplicable resulta que se defienda a quienes atentan contra el derecho a la vida y a la alimentación de los niños, acaparando y especulando con la leche y ridículo, por decir lo menos, es que a alguien le parezca atroz que a esos delincuentes los pongan a barrer las calles por atentar, por ejemplo, contra el derecho a la vida de enfermos que no consiguen sus medicinas.
Que vaina que los venezolanos tengamos que calarnos a un Defensor que defiende los derechos de un criminal que atenta contra la salud y la vida de millones.
Tenía razón Chávez cuando lo vetó como posible candidato a la relección en la gobernación de Anzoategui. Su gestión allí, para definirla con benevolencia, fue sencillamente desastrosa. Recordamos muy bien, la enorme pita que le dio el pueblo anzoatiguense cuando hizo acto de presencia en un mitin del Comandante Supremo.
Regular como diputado, malo como gobernador y muy malo como Defensor del Pueblo… Sigue, sin vacilar, por el camino de los incompetentes