Cuba era muy feraz para azúcar y tabaco; sus suelos se estaban empobreciendo en cuanto a la calidad exigida por los refinados comensales del Norte, y la liberación del gobierno fideliano mandó a parar esa condición rastrera. De allí que hoy se usa parcela nada más para prisión de bajo costo público.
Muchas islas del archipiélago[1] antillano les vinieron al pelo para la movida bananera. Venezuela, afortunadamente cercó sus tierras, aunque subsisten problemas multivecinales que nos viven recordando los tiempos de "Doña Barbarie" por la incuestionable ignorancia y desafalfanetización que reinó durante el mandato de aquel Gómez, el peón o nato de La Mulera.
Colombia sigue siendo terreno muy fértil para esos cultivos espirituosos que no pueden ser cultivados en ese Norte tan civilizado, tan moderno y posmodernista, ese que ya no quiere nada con la-para ellos-obsoleta agricultura practicada por pestilentes e inmundos "alpargatudos" o campesinos pat’enelsuelos; un Norte que no siembra porque sus plantas no dan semillas; de allí que se limite a transgenizar.
22/09/2015 09:55:05 a.m.
[1] Léase conjunto arqueado.
