El Centralismo Democrático, practicado por el gobierno nacional en cuanto al manejo de trámites, es excesivo, esta medida tributa a la corrupción exponencialmente y minimiza la acción económica relacionada con la producción nacional y la posibilidad de exportar bienes. Solicitar documentos para configurar un procedimiento de cualquier tipo beneficia al peor de todo los demonios "el corrupto", este ve alimentado su comportamiento por el significado de la palabra burocracia (poder detrás del escritorio) e inicia un proceso paralelo de sobornos y mala praxis a diferentes escalas. Ante esta situación, se inicia una nueva y maléfica economía paralela que deja atrás los objetivos planteados en los planes de gobierno y se ve quebrantada la promesa ante el pueblo y por consiguiente a los empresarios.
Altos voceros de la Revolución Bolivariana denominan, con el término de apátrida, a quienes no comulgan con el modelo político en desarrollo, cosa que en el mundo de la política, se pudiera catalogar como normal entre adversarios. Ahora bien, ¿no es apátrida aquel que traiciona las bases y estructuras ideológicas de la izquierda implementando vicios en los procesos con fines particulares?, o también, ¿no es apátrida aquel capaz de robar los recursos de sus conciudadanos?. Convencido estoy, que por estas interrogantes en las mentes de quienes practican estas malas costumbres me tildaran de "escuálido" y apátrida; cosa que no me importa porque existimos en este país socialistas con moral, valores y ética en nuestras vidas.
Es impostergable salir de la crisis, pero salir de ella demanda más trabajo, compromiso y evaluación en los procesos. Los incentivos fiscales y la simplificación de trámites son unas vías que se abren entre tantas alternativas, pero si estas no van acompañadas de la voluntad política sus efectos e impactos jamás lo veremos. En Venezuela se ha hablado en algún momento del gobierno electrónico e incluso se vio algunas aplicaciones en distintos ministerios y otras instancias, pero fueron perdiendo vigencia porque muchas de ellas evitaban trabas y solicitudes innecesarias que iban en contra de la corrupción.
Certificado, registros, licencias, autorizaciones, entre otros son los nombres que el pequeño, mediano y gran empresario debe escuchar día a día para cualquier negociación o trámite vinculado con la producción. El problema radica que la solicitud de dichos elementos va acompañado con un gran número de documentos que pueden ser validados por el organismo emisor a través, del gobierno electrónico. La consecuencia de estos pseudo controles se direccionan en el retardo de las líneas productivas y la oferta de productos en el mercado, lo que activa el sobre precio que establece el "bachaqueo" en los productos.
No es extraño que el empresario se encuentre entre distintos ministerios e instancias con el detalle de la duplicidad de documentos y con lapsos extensos para el retiro de lo que tramita, este efecto debemos bautizarlo como "operación gaveta"…¿Cuántas solicitudes estarán represadas en espera de una oferta financiera, ajena a la recaudación ordinaria nacional?, ¿Cuántos sueños empresariales quedan cautivos ante la imposibilidad de exportar bienes producidos en nuestro país a causa de la corrupción que afecta directamente la estructura de costo, haciendo que dichos bienes no puedan competir en el mercado internacional? ¿Cómo se construirá la Venezuela potencia bajo estas prácticas corruptivas?.
Son muchos los funcionarios públicos que movidos por la codicia olvidan el marco doctrinario del modelo e ideología. En el caso de la Revolución Bolivariana la rectificación y el reimpulso, que tanto habló el presidente Hugo Chávez, se le ha hecho caso omiso, convirtiéndonos en gran medida en cómplices de la contrarrevolución dentro de la revolución.
Revolución sin disciplina, no es revolución y un revolucionario de verdad que sea corrupto comprobado no puede reconocerse como socialista y mucho menos llamarse revolucionario
Joselino.serrano@gmail.com
