Precisemos: Por qué la docencia es tan peor pagada

De muy poco han servido las advertencias bolivarianas: "Moral y luces son nuestras primeras necesidades", "Más nos han dominado por nuestra ignorancia que por la fuerza".

Salvedad hecha de las sociedades hipotéticamente comunistas y de las declaradas abiertamente socialistas, sin medias tintas, el resto de ellas y particularmente las sociedades burgocapitalistas comercian y contratan el trabajo docente como una de las mercancías peor pagadas-más baratas-, a pesar de que potencialmente son las que ofrecerían una mayor tasa de plusvalía, de plusproducto.

Cómo explicar esa contradicción es posible si caemos en la cuenta de que sólo la calidad del trabajo realizado por un docente que por su misma naturaleza posee una fuerza de trabajo de pésima calidad en concordancia con su miserable salario, recibe una paga mínima que perfectamente puede compensar en pocos minutos de su jornada y deja así a favor del patrono privado o público como plusvalía o plusproducto, respectivamente, la mayor parte de su jornada.

Si el docente se ha formado por esfuerzos y recursos propios, por su vocación a los estudios y ha perfeccionado su profesionalidad, entonces podríamos estimarle la entrega "gratuita" de una tasa de plusvalía rayana en infinito.

Como eso no es la norma, la baja calidad del grueso de los docentes terminan ajustándose a los salarios miserables que les concede el comerciante de la educación privada y el patrono de la pública, de manera que mayoritariamente para una fuerza de trabajo docente de una pobre calidad, un salario no menos pobre.

Esa pobre calidad del docente medio responde a los bajos estímulos que recibe de sus patronos, a las pésimas condiciones laborales y a que se le va la vida laboral valiéndose de mil artilugios para hacerse de unos ingresos extras compensatorios de su bajísimo salario básico.

Así, vende tesis de grado, opera en varios planteles, a pesar d estar contratado a dedicación exclusiva, por ejemplo. Practica lucrativas e inmorales operaciones, como la del colchón, etc., etc.

En paralelo, la plusvalía y el plusproducto del docente medio podría resultar cercana a cero, y este es el punto que ha manejado la burguesía en materia educacional.

El salario-viene al caso-es definido por Marx como el precio de la cesta básica, un valor medio que garantizaría la supervivencia familiar, aunque con todos los variados ajustes que irían imponiendo los vaivenes de precios de las diferentes mercancías constitutivas de dicha cesta.

Es que esa baja calidad, baja eficiencia en la prestación del servicio docente, es la que le conviene al Estado burgués porque sencillamente en ello le va y le ha ido la garantía de que esa sociedad formará técnicos y profesionales de baja calidad. Estos docentes y técnicos mal formados poco aportan al PTB, a la Investigación científica, todo lo cual le garantiza a la burguesía su dominio sobre una población permanentemente atrasada con mayor eficiencia que su sometimiento por la fuerza.

Simón Bolívar recogió esa realidad, aunque no sabemos si abogó por una excelente remuneración al docente.

30/6/2016 10:15:36 p. m.



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Manuel C. Martínez


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