Reflexiones en positivo

Debemos pensar en serio en cómo lograr los 10 millones

No deja de sorprenderme como se habla de los diez millones de votos para el próximo 03 de diciembre; es sorprendente con que facilidad se menciona esa cifra como si eso fuera soplar y hacer botellas; es mucho más complicado. La aceptación y el respaldo que el presidente posee en las bases y el pueblo llano, es que no milita en ninguna organización política, ese que no está comprometido con nadie pero que si cree y respalda al presidente, es a quien se debe prestar especial atención en estos días que preceden a las elecciones de diciembre.

A él, esa persona que requiere la atención que se le ha negado por muchos años hay que cumplirle las promesas que se le han hecho, es a él a quien se le debe atender en sus reclamos y peticiones, y lo más importante, hablarle con la verdad por delante. Eso será muy difícil para algunos funcionarios que han hecho de la política el arte de decir si cuando se ha debido decir no para congraciarse con quien ha acudido a él por atención. Algunos de los funcionarios que ocupan cargos por políticos antes que por capacidad personal, no son capaces de comprender que esa vieja y negativa forma de hacer politiquería debe ser erradicada y además puede convertirse en un bumerang, cuyos efectos son muy negativos para el proceso que estamos tratando de construir y hacer permanente.

El ciudadano de hoy es más exigente y está más claro en que requiere atención; eso sí, aún no estamos muy claros en aquello de que el responsable directo de la falta de respuesta o el ruleteo no es otro que el funcionario responsable de atenderlo y de darle la respuesta esperada… por lo general el disgusto lo adquiere con el presidente, como sui el presidente debe estar supervisando personalmente a los millones de funcionarios que ocupan cargos y que deben darle respuesta al pueblo. Eso es imposible, incluso en una oficina esas funciones son delegadas en otros, imaginemos para cuidar a millones de funcionarios en todo el país…

Lo más grave de esto es que en su pensamiento, y me refiero al pueblo engañado o desatendido lo atribuye al presidente y entonces en respuesta decide no ir a votar porque no le han dado respuesta, o no lo han atendido. Si a esto le sumamos que los medios nos han dado a comprende que el presidente no requiere tantos votos como se solicitan los diez millones, será muy fácil que no deseen asistir a votar permitiendo que el respaldo en las urnas electorales sea pequeño y facilitar que el titiritero de la oposición desarrolle a nivel internacional su campaña de desprestigio por que el presidente no tiene respaldo popular. Puede que a muchos esto no le diga nada en absoluto, pero si el respaldo en las urnas es masivo y suficiente, la imagen ante la comunidad internacional será otra y el dueño del circo deberá cambiar los payasos. La champaña contra Venezuela deberá ser revisada y buena parte de esa campaña se podrá desmontar.

En fin sigo insistiendo en la necesidad de que nuestros líderes y servidores públicos cambien para bien y comiencen a actuar de acuerdo con las líneas maestras de servicio al prójimo y no de usufructo personal de los beneficios. Siento que muchos de los funcionarios no han cambiado los hábitos de nuestra política por erradicar y que se amparan en un falso concepto muy personal de revolucionario para salir de administración pública como nuevo rico.


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Sigfredo Leal Levy


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