El cambio que ha de venir sobre Venezuela, nos llevará a nuevos escenarios y mecanismos económicos, porque habrá un nuevo modelo de relaciones donde el respeto a la Constitución Bolivariana de Venezuela, las normas jurídicas, y administrativas operaran sin dislocamiento de los contextos geopolíticos y territoriales, se hace necesario vivificar una nueva mentalidad que se manifieste en las necesidades reales del pueblo y moderar las aspiraciones de quienes deseen gobernar desde las Alcaldías y ejecutivos regionales.
Los militares fracasaron gobernando el país y su juramento ante la bandera nacional y el escudo patrio se deslizaron hacia caprichos personales, donde los principios de Hugo Chávez Frías quedaron en el olvido. Lamentablemente perderemos una diversidad de gobernaciones y alcaldías.
La inestabilidad social y política, provocada por las negociaciones en rublos alimenticios y los conflictos entre la misma organización partidista, nos llevarán en evidencia hacia un torbellino electoral. Triunfan el Imperio y el Papado, ahora con el arzobispo Baltazar Porras en el Vaticano y controlando religiosamente la media luna, (Mérida, Trujillo, Táchira y Zulia). La Iglesia Católica es un verdadero musculo en el trabajo estratégico de las cruzadas, por otro lado, tenemos a los protestantes con la Organización Renovadora Autentica, (ORA) y el Evangelio Cambia, una especie de paramilitarismo cristiano, alcanzando almas para el Señor Jesús que tienen el mundo religioso a su mano y con una voz de temple como Javier Bertucci, un hombre de Dios para un nuevo tiempo espiritual. De este modo, Porras desde arriba de la cúpula dogmática y Bertucci desde abajo con el pueblo, cruzan los caminos para aislar al presidente Nicolás Maduro Moros y derrotarlo en éste 2017 y debilitarlo, ya que los diputados, concejales y gobernadores que en su mayoría son militares poco patean las calles populares. Todo ya está escrito.
Son testimonios públicos, basta hacer una cola y darnos cuenta de una realidad de país y como la MUD- Psuv con cierto naturalismo, reflejan un estado de adopción común y poca sensibilidad hacia el cambio y atrincheran el pueblo al hambre. En consecuencia, la presencia de nuevos líderes religiosos y de la sociedad civil con experiencia política llevarán al país hacia una posición verdadera y reveladora. Las oraciones del pueblo de Dios y del cristianismo católico, sin atuendos personales, lograran cambiar los estímulos sociales y tendremos una novedosa orientación política.
El capitalismo es de los oligarcas y burgueses, así funcionó la Edad Media y Contemporánea, nadie de esa jerarquía social se despoja de su hábito para dárselo a otro. Se tiene que trabajar fuerte para tener lo apetecido. Las burlas quedaron para los viajantes en las tabernas, donde se reunían o reúnen para charlar sobre sus gustos serios y el horror del vicio.
Hemos perdido la oportunidad que nos dio el espíritu de Chávez y con anterioridad Carlos Andrés Pérez, cuando ambos iniciaron la Reforma del Estado mediante La COPRE.
Hombres disolutos desfalcaron al Estado Bolivariano de Venezuela, calles llenas de huecos y basura por doquier, son iconos para perder el poder y la burguesía se llenó de gloria cuando vio que Donald Trump le arrebató la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica a Hillary Clinton, una mujer preparada junto a su esposo, desde jóvenes para regir las trenzas de la fortaleza norteña, pero, un error causo un desaliento, mandar a intervenir a Irak, Libia y Siria, tres cordones que sustentaban al Reino Unido, Europa y el Imperio Norteamericano.
América Latina, es hoy una zona de conflictos y ya no existen Fidel Castro Ruz, Ernesto Guevara De La Cerda, Hugo Chávez Frías, Carlos Andrés Pérez y Néstor Kirchner. Con Nicolás Maduro Moros hubo un gran esfuerzo, pero le cedió mucho poder a militares y grupos que trabajan directamente con el mundo financiero mundial, lo tomaron en su buena fe y lo desgraciaron mediante el bachaquerismo y el Estado Delictivo, quién ahora desea convertir nuestra patria en una suma de violencia, fraude y crímenes. Es un poder demoniaco que el Todopoderoso asumirá con justa cólera y ya nadie seguirá pecando en las colas, hablando mal del gobierno y el presidente Maduro, a pesar de haber aumentado las cifras de pensionados, pero, los ancianos no toleran tanto tiempo en las colas y sin tratamiento, desean al igual que los jóvenes un cambio substancial en el país.
Hay un contexto moral dañino hacia el país, algo disoluto, se han cambiado los modales y vestimentas, los más audaces comercializan la comida pagada por el despacho de presidencial y la toman los bachaqueros y gorgones mutados y le dan un valor doble en los mercados periféricos, una burla total hacia el pueblo.
Frente a esa imagen, nacida de cualquier hecho social, Dios incorpora hombres que idealizan sus fundamentaciones bíblicas y le señalan a los demonios que la hora ha llegado y es el momento de actuar gobernadores militares elevados a ese cargo por el chavismo o el pueblo, mandan a encarcelar a revolucionarios y personas que predican la justicia social, guarimberos que quemaron las ciudades y destruyeron las ciudades como La Isabelica en Valencia, ahora conviven con la milicia y GNB cuidando colas para comprar productos en las cadenas de supermercados y, en la noche escuchamos a un diputado como Diosdado Cabello y capitán exigiendo justicia y, precisamente es vicepresidente del Psuv, es algo no entendible para las organizaciones populares.
Por otro lado, estamos intervenidos con el bloqueo económico y grupos dentro del territorio nacional que desea que el país arda en llamas. Pero, las gobernaciones y alcaldías, la hemos perdido, en el rumbo en que vamos. Sí, no hay cambios desde las bases del pueblo.