Preocupa que la población pierda peso, cambiando de talla porque la ropa no le queda bien por culpa de la dieta compulsiva que se deriva del errático modelo económico. En cambio, observamos como los burócratas de esta falsa revolución se dan la dulce vita, engordando de forma tal, que ya parecen porcinos para la venta. Desde 1998, la propaganda oficial nos quiere meter por los ojos que esta fulana guerra económica es la única responsable de todos nuestros males. Y no conforme con su sarta de mentiras, también se burlan de la gente cuando afirman que "Ahora manda el pueblo" y que "seremos una gran potencia mundial", sin decirnos a que se refieren. Y porque no hay nada oculto entre cielo y tierra, son las propias estadísticas las encargadas de desmentir esta falacia del tamaño de una pirámide egipcia. Veamos que dicen las instituciones especializadas. En 2011, en el informe "Mejorar la nutrición infantil", la Unicef indicó que 468.000 niños padecían desnutrición crónica en Venezuela, 16% de los cuales tenía problemas de crecimiento. Sin embargo, un año después, en junio de 2012 la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura premió al país por sus avances en el combate a la desnutrición. No obstante, actualmente, no hay cifras oficiales disponibles sobre la desnutrición infantil en Venezuela, pero los pediatras lanzan la voz de alarma. También, de acuerdo a los especialistas, la escasez de los productos básicos de la dieta diaria en especial las proteínas, está afectando la salud de los venezolanos, lo que podría derivar en un aumento de la desnutrición y la reaparición de enfermedades.
Esta dolorosa realidad que hoy está afectando a la mayoría de los venezolanos, nos recuerda los terribles años cuando por vez primera apareció en Venezuela la Peste Bubónica, en 1908, proveniente de la vecina antillana de Trinidad. ¿Y será que exageramos cuando decimos que jamás nos imaginamos que cayéramos tan bajo, y ahora comemos cable pelado?
Que el Presidente Maduro y sus amanuenses prefieran vivir en catacumbas como primitivos, eso se respeta por aquello de que cada cabeza es un mundo y cada loco con su tema. Pero eso sí, que también respete a quienes nos oponemos a retroceder a la prehistoria, y lo que es peor, a que nos resignemos a emular modelos fracasados en otras latitudes del planeta.