La Asamblea Legislativa (LG) se yergue Suprapoder, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emite sentencia, la Asamblea legislativa (AL) la ignora y se dedica a labores antipatrióticas visiblemente entreguistas a intereses extranjeros imperialistas. La Fiscalía General (FG) no dice ni pio.
El TSJ emite nuevas sentencias ajustadas a Derecho según criterios de acreditados juristas, más imparciales que partidistas, la AL se defeca sobre ellas y la FG, por el contrario, entonces pía ante el TSJ en favor de la misma AL ya en desacato crónico que sólo se dedica a solicitar una elecciones presidenciales no previstas por la Constitución, y a conseguir descaradamente apoyo extranjero en una clara inclinación al irrespeto de nuestra soberanía.
La inclinación de la FG hacia el Poder que la elige resulta notoria puesto que esta es su mentora, lo que evidencia dependencia del Poder Moral al de AL.
Ante la descarada actuación antipatriótica internacional de la AL, el Poder Ejecutivo (PE) llama a un Consejo de Defensa (CD) por facultad que le otorga el TSJ y de aquel sale una consulta que se eleva ante el TSJ a fin de tomar decisiones ulteriores estrictamente apegadas al Orden Constitucional.
Mientras tanto, los comerciantes siguen al margen de la ley en un crónico desacato de las disposiciones emanadas de la SUNDAE: cada comerciante vende al precio que le más le convenga en la más absoluta libertad-libertinaje-comercial que incluye comercios formales e informales. Estos últimos cuentan con el más descarado abastecimiento directo de las cadenas privadas de distribución al menoreo quienes logran vender por encima del precio regulado a comerciantes irregulares que obviamente reencarecerán los precios.
Mientras tanto, la misma Sundae no toma otras medidas que las timoratas suspensiones temporales, puesto que no ha terminado la Sundae sus esporádica visitas cuando el sancionado reincide en sus ilegales actuaciones comerciales.
Estamos pues ente desacatos que poco a poco han ido cobrando fuerza mientras los salarios se congelan durante meses y el costo dela vida crece exponencialmente cada semana.
Estamos, así, ante desacuerdos jurídicos entre un poder que se cree Suprapoder y los demás poderes, en razón de que los poderes como el Ejecutivo y el Legislativo suelen desbordar la juridicidad hacia la politicidad de sus actuaciones, para lo cual la propia Constitución da recursos enmendatorios a los que creemos ha recurrido.
El Estado se suma al acatamiento irrestricto, irrefragable, de las sentencia del TSJ o estamos cayendo en un círculo vicioso que pudiera ser la intención subrepticia de los enemigos de esta revolución.
Tenemos en paralelo desacuerdos comerciales entre la oferta y la demanda, entre el valor de la cesta básica y los salarios y rentas varias.