Dadas sus características intrínsecas, como amplia base de datos, el novísimo e insaturable Carnet de la Patria recogerá y albergará continuamente toda la información ciudadana de los mayores de edad, de sus familiares y condiciones culturales, económicas, patrimoniales y otros concomitantes datos que caracterizan políticamente-no partidistamente-a toda persona.
El Carnet de la Patria es una magnacredencial reveladora del dinámico currículo personal en palmario contraste con la clásica cédula de identidad que dejaba el grueso de nuestra personalidad-a lo sumo el estado civil, su edad y nombres de pila que prácticamente se ha venido limitando a señalar el nombre del cedulado.
Esa mezquindad informativa de la cédula de identidad dejaba en manos de las burócratas instituciones con lo cual se coinvirtió la toma y entrega de aquellos datos del Carnet de la Patria en uno de los más feraces cultivos de matracas y corruptelas de variopintas índoles y cuantías.
Se acabó el jueguito perverso de la matraca porque ahora usted irá a una institución u oficina burocrática cualquiera, donde quiera que busque los servicios del caso, y todos los requisitos correspondientes a su solitud, el mismo funcionario que lo atienda los dispondrá en segundos.
