"El que desconoce la verdad
es simplemente un ignorante.
Pero el que la conoce
y la llama mentira ¡es un criminal!"
Bertolt Brecht
El domingo, en horas de la noche, estuve viendo un canal de televisión regional del estado Portuguesa, para escuchar las mentiras, y algunas verdades del moderador del programa "A quemarropa" el ex–gobernador Iván Colmenares, quién tuvo la suerte de ocupar ese cargo, gracias a uno de los errores más traumáticos de la izquierda en esta entidad; muy difícil de olvidar, al defraudar a un pueblo lleno de esperanzas, pero además le sirvió para levantar vuelo–parece que en un helicóptero– para aterrizar en las filas de la derecha– un tránsfuga–convirtiéndose en un acérrimo vocero contra el gobierno, apoyándose en el olvido, producto del paso inexorable del tiempo, muchas veces cómplice de estos habilidosos comunicadores.
Han pasado 17 años, y unos días, del último periodo, como gobernador del señor Iván, pero todavía mantiene los deseos en ebullición de regresar, así sea amparado en una invasión ordenada por Donald Trump, y un grupo de la derecha venezolana; como–decía– el fallecido Luis Herrera, ex Presidente del país: "Los simples deseos no empreñan". Es tanta la ofuscación de este periodista, que en repetidas oportunidades se mete la soga en el cuello, pero la justicia no la aprieta. En su afán de criticar, y denunciar se agarra de cualquier circunstancia para hablar, sin acordarse de los errores, y desaciertos en muchas de sus obras; la prueba más clara y precisa: la avenida "Rafael Caldera", artería vial, el cual bordea la histórica ciudad de Araure, ufanándose de ser el ejecutor, como lo dijo en su último programa del día domingo 13, dándose fuerte en el pecho: ¡Esa la hice yo!
Nadie lo niega, ni cuestiona el gran valor para las ciudades gemelas, pero presenta graves errores, producto de la corrupción, mal que sigue tan campante en nuestros días, como si estuviéramos promocionando un concurso de belleza. Lo cierto del caso, es que en días pasados un buen amigo, después de haber leído un artículo, donde le hacía algunas críticas al señor Colmenares, al mentir de la manera más descarada–supuestamente le iban a quitar los niños a las madres–contra la constituyente, me hizo llegar un correo, con argumentos suficientes para demostrar, como este periodista, es muy dado a recordar lo bueno, pero a lo malo, le aplica lo del gato; esto permite repetir la expresión de un amigo: ¡dile pendejo por eso! Transcribo textualmente el mensaje recibido, saquen sus propias conclusiones: "Te recuerdo que durante el Gobierno de Iván, se construyó en Araure la Avenida "Rafael Caldera", y resulta que al construir el puente vía al aeropuerto, popularmente conocido como el ELEVADO DEL AEROPUERTO, decidieron excavar para hacer el puente más bajo y disminuir el costo. Por esa causa al caer lluvia se genera en ese sitio una laguna (no hay que ser ingeniero para entenderlo) con las consecuencias para el tráfico vehicular. Además, la solución a este problema es costosa, destruir el puente y construir otro con las dimensiones adecuadas o construir un sistema de drenajes para impedir se empoce el agua. No sé cuál de las dos soluciones sea más costosa, pero eso se hubiera evitado si actúan con responsabilidad, apartando la corrupción"
El recado es muy claro. Denuncia al olvidadizo, e "inocente" de Iván Colmenares, quien, amparado en el tiempo, sigue mintiendo, como si no tuviera ninguna responsabilidad en la mencionada vía. ¿Cuántas calamidades y sufrimientos soportan los pobladores, y comerciantes de esa zona, en periodos de invierno? Con toda razón el refrán reza: "Nadie sabe de la gotera de la casa ajena, sino quien vive en ella" El responsable reside en Guanare, y parece que nunca pasa por debajo del puente; una verdadera calamidad, cuando llueve.
