Carlos Mendoza Potellá, experto petrolero, asegura que la tendencia a la caída de los niveles de producción petrolera en Venezuela continuará, por lo menos a corto o mediano plazo. O lo que es lo mismo, la esperanza que el petróleo nos salve de esta hecatombe que vivimos, en virtud que los precios se vienen recuperando de manera consistente, lo que se agrava con lo relacionado con la Conoco-Phillips, lo que evaluó como una maniobra política contra Venezuela, pareciera una quimera.
Según el redactor del texto de la agencia periodística, Mendoza Potellá, "Asegura que la producción de petróleo seguirá en caída. Culpa a la antigua gerencia de Pdvsa, encabezada por el exministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, del caos en Pdvsa."*
Para fundamentar su aseveración agregó lo siguiente:
"Se descuidaron y se privilegió el escenario Faja del Orinoco. Pensaron que Si tenemos petróleo para 600 años en la Faja, para qué vamos invertir en esos campitos del Zulia que están declinando y que son muy costosos. Pero resulta que esos campos producen petróleo liviano y los de las fajas que son gigantescos no producen nada de eso, es extrapesado." Y continuó:
"El problema es que se privilegió la Faja del Orinoco con unos sueños de gloria eterna que el petróleo iba a estar por encima de los 100 dólares. Y hoy para desarrollar un campo, un nuevo mejorador en la faja para producir 200 mil barriles diarios más, se necesita un precio de 114 dólares el barril, a 80 dólares el barril la tasa interna de retorno es negativa durante los próximos 20 años (…)Resulta no creció la faja. Los planes de crecer no se dio, pero lo que sí se dio fue la caída de crudos livianos." Interpreto que con esto último quiere decir, se cayó la producción de crudos livianos.
Después decir lo anterior, en respuesta a interrogante del periodista, aseveró que la faja habrá que "cerrarla".
Si las razones de Mendoza Potellá son ciertas, y vaya por delante su palabra de experto petrolero, el asunto es más grave de lo que la mayoría de los venezolanos, que poco sabemos del asunto, pensamos. Pero si confirma lo que sospechábamos simplemente y sobre lo que habíamos escrito bastante, que los motivos de esta debacle están mucho antes que Maduro llegase a Presidente de la República, cuando Rafael Ramírez era presidente de PDVSA. Si el lector se muestra paciente y busca en nuestro archivo, podrá encontrar varios trabajos que tocan este asunto y desde esa perspectiva. Pero el grave problema para la gente de la izquierda, es todo lo que eso significa. El llegar a la punta del ovillo, que podría llevar a conclusiones dolorosas. Tanto que los maduristas mismos, sabiéndose desde hace años, en lo que ellos llamaban o siguen llamando, no sé, el primer anillo, se toparían con la desagradable sorpresa que el propio presidente de ahora, de una forma u otra, participó en la toma de aquellas decisiones. Si ignoraba lo que estaba aprobando o no, es harina de otro costal. En derecho suelen decir que el desconocimiento de la Ley no justifica su incumplimiento y también, nadie puede alegrar en su defensa su propia torpeza.
Lo cierto es que haber asumido esa estrategia que Mendoza Potellá califica virtualmente como desacertada, es responsabilidad de muchos. No sólo de Ramírez, aunque este si tiene una cuota bastante alta.
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Mientras tanto, el actual ministro Presidente de PDVSA hace anuncios periódicos de aumentos en la producción que encuentran inmediatamente desmentido desde las oficinas de la OPEP misma, como para que a uno no le quede duda acerca de lo que en verdad sucede. En dos oportunidades hemos hecho mención a un discurso de Maduro en la ANC, en el cual confesó, no comprendo todavía como se le escapó aquello, lo que me reveló que estaba al tanto de todo y tiene parte de responsabilidad, que habían sido como "víctimas de unos expertos petroleros", lo que dijo como con ironía, quienes les habían asegurado que aquellos precios de más de cien dólares durarían largos años, creo que habló de treinta o cuarenta. Si reelemos lo que hemos insertado de las declaraciones de Mendoza Potellá, observaremos que éste dice lo mismo, pues habló de "uno sueños de gloria eterna que el petróleo iba a estar por encima de los 100 dólares".
Por ese "sueño de gloria eterna", el proyecto inicial que implicaba una política contraria al rentismo o mejor partir de los ingresos que este producía para construir una nueva economía y productiva, sobre los hombros de todos aquellos hombres capaces de asumir el reto, sin exclusiones por motivos fútiles y crear riquezas, se abandonó porque el rentismo iba a dar para rato y lo importante era asegurar ganar cuanta elección se pudiese por delante y entonces, al populismo se le puso el nombre de socialismo.
Es cierto que en esto Ramírez tiene gran parte de la culpa, sobre todo siendo el gran gurú del Petróleo, la bola de cristal y con ella adentro un montón de expertos y brujos, lo que coincidió con los inicios de los aguijones que terminaron matando a Chávez. Pero de esa responsabilidad no se salva gran parte del resto de la dirigencia, de ese primer anillo.
La reciente resolución relacionada con la actividad petrolera que autoriza al presidente de PDVSA, asunto al cual nos referimos en artículo publicada el 16 de abril de este año, según link https://www.aporrea.org/energia/a261913.html, a establecer nuevas relaciones accionarias con los socios de las empresas filiales de la Faja, no es otra cosa que una estrategia destinada a revertir la estrategia de Chávez, la de la nacionalización. Y si es verdad lo que creemos, pese que Mendoza Potellá hable de cerrarla por improductiva, lo que no me parece convincente, pues el capital internacional que allí invirtió lo hizo por algo, va a conducir a aquello que, no creo esté previsto o establecido en el "Plan de la Patria". Pero claro, eso les ha sido impuesto por la contundencia de los hechos y los errores cometidos. Cada naufrago se agarra a la primera tabla que pasa su lado. Lo malo es que los culpables en lugar de autocriticarse y hasta someterse al juicio de los entes que, por lo participativo y protagónico, deberíamos tener, optaron por decretarse entre ellos una pelea a cuchillos y culparse unos a otros, generando en la mayoría una gran confusión y esto es hasta tan peligroso como aquello.
Cuando se abra el debate con libertad, alguna oportunidad habrá de darse, podremos comprobar, cómo en eso del petróleo y en la liquidación del partido revolucionario que no se dejase secuestrar por el Estado, para no desembocar en lo que estamos, se podrá comprobar cómo Ramírez y Maduro, cada quien con los suyos, compartieron esas políticas. Pero sucedió lo que no es nada extraño, muerto el líder, los pequeños grupos que bajo él acampaban y cubrían sus deficiencias, pero en poco coincidían, optaron por desatar una pela a cuchillos por la herencia y culparse mutuamente de lo que es común a todos ellos.