Bolívar y Maduro frente a la corrupción

Mi palabra

"La ambición suele llevar a las personas

a ejecutar los menesteres más viles.

Por eso, para trepar,

se adopta la misma postura que para arrastrarse"

Jonathan Swift

 

En los grandes saltos de nuestro país, para llegar a la democracia, encontramos una cadena interminable de corrupción, el cual ha seguido uniendo, y estimulando este mal, hasta convertirlo hoy en día en un verdadero cáncer; tan peligroso que parece no tener solución a corto plazo, por una razón muy sencilla: gente del pueblo que ayer representaban la reserva moral, la han utilizado en el corretaje de la podredumbre, y sacarle ese "virus" de la mente a un sector importante de la población es sumamente difícil, porque la avaricia, y la ambición no cree en patriotismo, ni en nada que se parezca.

Nuestra historia registra episodios vergonzosos, y lamentables de grandes y heroicos combatientes que terminaron manchando su historial, al no poder aguantar la tentación de la ambición en medio de la vanidad. José Antonio Páez, después de pasar por un momento de vida o muerte a muy temprana edad, se alistó en el ejército patriótico, hasta llegar a comandar un batallón de valientes llaneros, quienes se enfrentaron con coraje, y gallardía a un escuadrón comandado por Morillo –casi diez veces mayor– en la batalla de las (queseras del medio) infligiéndole una derrota humillante para darse a conocer en todo el llano apureño, como "la primera lanza de los llanos". Este hecho sin precedente en la guerra de independencia, inspiró una hermosa proclama del Libertador Simón Bolívar: "¡Soldados!: Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que puede celebrar la historia militar de las naciones. ¡Soldados!: Lo que se ha hecho no es más que un preludio de lo que podéis hacer. Preparaos al combate, y contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y vuestras bayonetas"

Al correr del tiempo, nadie se imaginaba el triste final del brillante General José Antonio Páez, al aprovecharse del poder para caer directo en el basurero de la corrupción, a tal punto, que se adueñaba de los viáticos de los soldados, alentando la podredumbre, y la vanidad para dejar regado en la misma tierra que lo vio levantarse, como un héroe nacional: la dignidad; lo más apreciado en cualquier ser humano. Desde ese mismo momento quedó sembrada la semilla de la descomposición para germinar con grandes frutos en los cuarenta años de gobiernos de AD y COPEI, donde se presentaron grandes desfalcos a la nación, siempre amparados por una justicia manejada a sus antojos por estos grandes partidos.

A la llegada del Comandante Chávez, se desbordó la esperanza de imponer el castigo contra la corrupción. El clamor era urgente, y necesario para poder enfrentar los grandes problemas del país, y a la vez dar ejemplos con la prisión a los responsables de los robos. Pero, como decía un amigo, nunca falta un "pero", y se ha presentado, precisamente en el proceso que vive actualmente nuestro país. Muchas personas ansiosas de dinero a manos llenas se arrimaron a las filas del PSUV, con la mente centrada en un solo objetivo: el dinero. Se aprovecharon de cualquiera oportunidad que se les presentaba, con el apoyo de los avances tecnológicos, haciendo escandalosos desfalcos –en dólares– para depositarlos en cuentas bancarias en el exterior con la complicidad de agentes bancarios.

Las preguntas que surgen de estos robos vergonzosos, que terminaron desangrando, y descapitalizando la economía venezolana, son las siguientes: ¿va seguir la impunidad imponiendo la ley? ¿Vamos a seguir oyendo los cuenticos chimbos de la "famosa" enfermera dolarizada del Comandante Chávez? Ahora, no es ficción, ni nada parecido. El país se encuentra atrapado por la dolarización, y los grandes artífices de este gran daño, son precisamente los que se robaron los dólares, y se marcharon con las cuentas abultadas. Esto da motivo más que suficiente para pensar, y opinar: los grandes corruptos de la V, se parecen a Páez –guardando las distancias– tan dañinos y perjudiciales que dejaron a los de la IV en unas simples caricaturas, mientras estos robaban e invertían en el país; los de ahora se fugan con los dólares por adelante, acabando con las reservas; menoscabando las esperanzas, y los sueños de un pueblo amante de la paz, y la libertad. El objetivo inmediato de estos enemigos de la patria, es ponerles el manjar en la boca a los gringos; por eso tratan por todos los medios de crear un desorden en todos los órdenes, y de esa manera propiciar la intervención militar.

Si nos imaginamos a los gobiernos de AD y COPEI en sus años de poder absoluto, con los avances tecnológicos de ahora, y de ñapa, totalmente entregados a los gobiernos estadounidenses ¿Qué banquete se estarían dándose los gringos en nuestro país? Por eso nadie puede negar el patriotismo que enseñó el Comandante Chávez, y ahora Nicolás Maduro, al enfrentar la fugacidad de la corrupción, lamentablemente sin los resultados esperados. Nada comparable al decreto de pena de muerte del Libertador en la guerra de independencia, para todos los funcionarios públicos que malversaban o se robaban los fondos de la nación. Ahora, cuando los tocan o los ponen presos ¡Maduro, es un dictador! ¿Qué dice Rafael Ramírez? El mismo que se quiere presentar, como un "héroe" nacional por su labor en PDVSA, evadiendo cualquiera responsabilidad en el desastre, hasta convertirse en el gran defensor de los corruptos.

Narciso Torrealba Narciso_t_29@hotmail.com



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Narciso Torrealba


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