Cantv abre averiguaciones por operaciones ilegales para optar a sus servicios

En una de esas viejas películas de esos grandes comediantes mexicanos, alguien dice, motivado por un mal chiste "no me hagas reír que tengo el labio partido".

Justamente esto pensé al leer la noticia inserta en aporrea, titulada "Cantv investiga cobro irregular para optar a sus servicios", la que se puede leer por este enlace:

https://www.aporrea.org/contraloria/n372736.html.

No obstante, para ahorrarle tiempo al lector, allí se dice "La estatal Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) abrió 447 procesos de investigación durante el primer trimestre contra trabajadores de la empresa por su presunta participación en irregularidades durante labores de prestación de servicio."

Y se agrega que "las investigaciones se abrieron por la presunta participación de los técnicos en actividades irregulares durante labores de reparación de averías, cambios de planes ABA, mudanza de líneas y modificaciones en los nombres de los titulares."

Se trata de una nota que hace creer uno estuviera leyendo un periódico de ayer, pues los hechos son por demás viejos que la empresa ahorita mismo descubre; y provoca risa que en CANTV haya quien piense que estuviesen ocurriendo, como solemos decir los cumaneses "de ayer para acá". Quien eso hace por lo menos se expone al ridículo, dado se trata de un asunto que no sólo afecta a miles, sino que ha sido de los más denunciados a lo largo del país.

Lo de quitarle la línea a alguien para ponérsela a otro que "se bajó de la mula", viene siendo denunciado desde hace años. Por ejemplo, han transcurridos cerca de 6 años o quizás más, que mi teléfono no tiene línea. Pese eso, me cansé de pagar para que eso no usaran como excusa para quitármela, pues según "radio bemba", eso suele suceder, hasta que un buen día en la oficina de CANTV me dijeron que nada debía, ni la tarifa mínima.

"Según veo", me dijo la empleada encargada del cobro en las oficinas de CANTV en Barcelona, "Ud. no tiene deuda".

Era ella, la misma persona que solía decirme que "no tiene tono porque en su área hay una avería masiva". Pero me cobraba la tarifa mínima que aparecía en pantalla, hasta aquel día que me dijo, lo repito "Ud. no tiene deuda".

Extrañado por aquello, sospechando me habían quitado la línea, pregunté, "pero por qué, como es habitual, esta vez no me sale deuda, aunque sea la tarifa mínima". Pues quería pagarla para no dar la excusa o motivo para que me la quitasen.

La empleada me respondió, "en verdad no no tiene tono por la "avería masiva", pero según veo aquí, no le han quitado la línea".

Volví durante los tres meses siguientes a lo mismo y recibí idénticas respuestas hasta que me cansé y no volví más.

Pude observar o percibir que el argumento de la "avería masiva" no tenía fundamento, dado que algunos de mis vecinos, sobre todo quienes disponen de buenos recursos o tienen sus contactos, no han sido víctimas de esa "avería masiva".

Al fin, un buen día, uno de mis familiares, logró establecer un contacto que le sirvió para que me repusiesen la línea y con el mismo número, prueba que no me la habían quitado. Por lo menos eso creo yo que poco sé de las intimidades de ese servicio técnico. Pero también supe que, en esa oportunidad, había sido como favorecido por encima de muchos de mi entorno que continuaron en las mismas y que era dudoso eso de la "avería masiva".

No obstante, esa dicha no duró mucho, sólo un mes o mes y medio, un algo así como "toma tu tomate para que calles".

Hace ya casi un año que me la volvieron a quitar y esta vez me explicaron que se habían robado en el sector una buena cantidad de los cables o eso que llaman "fibra óptica". Lo curioso del caso es que quienes antes no fueron afectados por la "avería masiva", aquella que me tuvo sin línea telefónica por años, esta vez tampoco por el robo de la "fibra óptica".

Pero hay algo más, una tarde, hace de eso como un año, a la casa de unos vecinos que dista de la mía unos 20 ó 25 metros, llegó una camioneta de CANTV estando a bordo de ella dos personajes con camisa y gorra que les identificaba como funcionarios de la empresa telefónica, aparte del emblema y el letrero impresos en la puerta del vehículo. Viéndoles allí, me acerqué y les dije:

"Supongo vienen aquí a instalar un teléfono o resolver una avería. ¿Cómo podrían hacerlo si, aparte de una avería masiva, en el sector se acaban de robar los cables o la fibra óptica?"

"Les digo esto", agregué, "porque llevo ya años reportando mi avería y me dicen que en el sector no hay servicio por una avería masiva y más recientemente porque se robaron la "fibra óptica".

E irónicamente agregué, "quizás harán uso del mismo procedimiento que hace que pocos vecinos, unos 4 ó 5, tengan línea pese esas dificultades".

Los dos se miraron repetidamente hasta que uno de ellos me dijo:

"Estamos aquí para resolver una avería reportada a la oficina desde esta casa. Si Ud. confronta el mismo problema diríjase a la oficina, desde donde a nosotros nos ordenan vengamos."

Los miré atentamente, más que todo para tomar aliento y no perder la calma y les dije:

"Bueno, ¿ya que están aquí y estoy cansado de reportar mi avería a la oficina, tanto como que llevo largos meses, años, pagando sin recibir el servicio, por qué no obvian tenga que volver a lo mismo y me resuelven mi avería que debe ser tan fácil como la de esta casa?"

Uno de ellos, con prontitud me respondió, con la misma sabiduría, receptividad y generosidad del burócrata:

"Eso no puede ser. No es el procedimiento".

Me mostró una página que llevaba en la mano y:

"Nosotros sólo podemos atender a una orden emanada de la oficina como esta que tengo en la mano. Sin ella, no podríamos atender su caso."

"Okey", les dije, "les falta la orden de la oficina, ustedes no pueden salirse de ese ritual, pero quiero me expliques algo que no entiendo y tú sí, dado que eres técnico:

"¿La avería masiva, la falta de la fibra óptica que recién se robaron, sólo afecta a determinadas personas, como yo por ejemplo?"

"A esta casa, la de allá y la de más allá, hasta la que está enfrente y la detrás de mi casa no les afecta la "avería masiva y el robo de la fibra óptica?" "Eso sólo opera para determinadas personas?

"¿Cómo me explicas eso?"

"Diríjase a la oficina", volvió a responderme el personaje.

Todavía, varios años después, por la "avería masiva" y el "robo de la fibra óptica", los mismos seguimos sin línea. Los de antes siguen gozando del servicio. Pero hay una constante, estos pertenecen a un nivel económico, con respecto a quienes no tenemos línea, como de la tierra a la luna.

¿Cuál es la magia?

¿Qué hay de serio y creíble en eso que ahora informa CANTV?

No obstante, lo confieso, al leer la noticia, según la cual CANTV investiga malos procederes en eso de poner y quitar líneas, por esa mansedumbre que embarga a los venezolanos, que como nos hemos acostumbrado a no tener nada, hasta que, como dijo Bretch, "lo importante es el comer", no he hecho otra cosa que reírme a mandíbula batiente y escribir esto, como quien se pega del "muro de los lamentos".

Por si de algo sirve, pues "más pierde el venado que quien le tira", el número de mi teléfono, "víctima de la avería masiva y del robo de la fibra óptica", en el 0281-2761796 y vivo en Barcelona, Urbanización Urdaneta, entre carreras 26 y 27.

Y para terminar, pregunto, ¿Si es cierto lo de la "avería masiva", suponiendo que me como el cuento, lo que lleva años y lo más reciente, "el robo de la fibra óptica", no tiene solución?



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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