Dólares subsidiados sin límite para las grandes corporaciones y restricciones para los ciudadanos

Uno no termina de entender este socialismo del Siglo XXI y/o bolivariano. Vivimos en una economía dolarizada. Nuestro Presidente el Comandante Chávez usa el dólar americano siempre para recordarnos el costo financiero de los proyectos, el ingreso anual de la Nación, el precio del petróleo, el salario mínimo, etc. He notado que cada vez más los personeros del Gobierno Bolivariano usan el dólar para referirse a las inversiones que se hace en diversas actividades. Tal vez por razones de comodidad, a lo mejor cuando entre en vigencia el Bolívar Fuerte se hable menos de dólares.

Las grandes corporaciones gozan de todos los dólares que requieren, y de los que no necesitan también, al precio oficial. Esas mismas corporaciones luego venden sus productos en el mercado nacional con precios calculados tomando como referencia el dólar innombrable, digamos unas tres veces el oficial. Estas corporaciones no sólo reciben dólares americanos por medio de CADIVI, sino que el Gobierno Bolivariano ha creado una serie de mecanismos para hacerle llegar esos dólares por otros medios. La banca privada, entre ellos los principales bancos españoles en el país, están entre los más beneficiados. La ganancia en dólares americanos de la banca privada no cabe en este artículo.

Mientras se reparten dólares americanos a montones entre las grandes corporaciones y la burguesía nacional. Esta burguesía y ciertos funcionarios del Gobierno Bolivariano están preocupados porque unos pocos millones de dólares están llegando a ciudadanos comunes y corrientes de la llamada clase media y media baja. “Que pecado. ¿Cómo se le ocurre a esos güevones querer tener dólares?” Grita un gran señor en el Country Club y llama a sus amigos en el Gobierno para que hagan algo. Toma el teléfono y llama a fulano, le dice: “Que vaina fulano, ¿cómo es posible que los pata en el suelo tengan dólares? No entiendes que esto es un juego suma cero, lo que le das a otros no lo quitas a nosotros. Urgente. Tienes que hacer algo. Denle un parao a esa danza de dólares en manos de la clase media. El país se desangra.” Del otro lado de la línea le responden: “Tiene razón mi Don. Creo que aquí se ha malentendido esa vaina del Socialismo. Aquí hay unos cuantos confundidos. No se preocupe que mañana mismo tomaremos medidas para detener el desangramiento del país.” Cuelga. El funcionario comenta a si mismo: “Coño, en verdad que esta gente nos hace falta. Ellos si que saben de economía. En verdad que la reconciliación es necesaria, no podemos seguir en esta vaina llamándonos a escondidas.” Todo lo anterior es ficción. Creo que fue una pesadilla que tuve después de leer un artículo en Aporrea.

El artículo en cuestión trataba el asunto del monto máximo de dólares para compras por internet (ver: Julio Walter, Acerca del nuevo cupo electrónico de US$, http://www.aporrea.org/actualidad/a48156.html).  No podía creerlo. Visité la página web de CADIVI para ver si tal información era cierta. Me encontré la noticia siguiente: “De acuerdo a la Gaceta Oficial Nº 38.838 publicada el jueves 27 de diciembre de 2007, desde esa misma fecha entró en vigencia la Providencia Nº 084 de la Comisión de la Administración de Divisas (CADIVI), que deroga la Nº 081 publicada en Gaceta Oficial Nº 38.624 de fecha 12 de febrero de 2007” (Fuente: http://www.cadivi.gob.ve/nuevo/noticias.html). El Artículo 12 de esta Providencia dice textualmente: “… (CADIVI) podrá autorizar hasta un monto máximo de Cuatrocientos dólares de los Estados Unidos de Norteamérica (US $ 400) o su equivalente en otras divisas por año, es decir, en el período comprendido entre el 1º de enero y el 31 de diciembre,…” (Fuente: http://www.cadivi.gob.ve/nuevo/noticias.html). Lo primero que uno se pregunta es: ¿A quién beneficia esa medida? La pregunta que sigue es: ¿Por qué no limitan el monto máximo de dólares asignados para viajes?

Situaciones como estas son muestras de que la lucha de clases se libra en muchos frentes. La burguesía busca acumular todo el capital que puede y trata por todos los medios de limitar el acceso al dinero por parte de los otros. La burguesía nacional quiere todos los dólares americanos para ella, no tolera que unos cuantos dólares se gasten en el exterior y que queden exentos de la usura nacional. Esa burguesía presiona a funcionarios del Gobierno para que limite el acceso de los otros a los dólares que entran al país por la venta del petróleo. Primero se opusieron a las misiones y otras formas de compensación social, lo cual ha sido una manera de repartir la riqueza petrolera entre los que sobreviven. Han usado todos los medios a su favor para satanizar las misiones y para bloquear la distribución de la riqueza entre los más pobres.  El saboteo a Mercal, el cambio de rumbo en la Misión Barrio Adentro, etc., son éxitos parciales en esa guerra en contra de la clase trabajadora y del pueblo marginado. Ahora le toca a la llamada clase media, la cual había tenido hasta ahora acceso a unas cuotas de dólares preferenciales para viajar, comprar por internet, etc. La burguesía no descansa en su empeño de acumular capital, la burguesía no descansa en su lucha contra la clase trabajadora y los otros sectores de la sociedad. La burguesía se acomoda y busca aliados en todas partes.

A algunos les parecerá trivial el contenido de este artículo. A otros les parecerá una exageración. Lo cierto es que nos están limitando el acceso a dólares que provienen de la venta del petróleo y que mientras menos dólares lleguen a manos de más gente, más dólares se acumulan en las manos de pocos. Los dólares que me quitan a mí, a usted, y al otro pela bola de allá, se los dan a los Boulton, a los Machado, a los Phelps, a los Cisneros, a los bancos españoles, etc. Esos dólares eran migajas que caían de la mesa del festín petrolero. Pero la burguesía pelea hasta por el más mínimo centavo. La burguesía lo quiere todo para ella sola. Y hay gente en el Gobierno dispuesta a colaborar con ella. Como dice Julio Walter (ver: http://www.aporrea.org/actualidad/a48156.html), en lugar de mostrar eficiencia y castigar a los delincuentes que han violado las leyes, entre ellos una buena parte de la burguesía, escogen el camino más fácil para ellos y más beneficioso para esta última: Limitar el acceso a dólares oficiales tanto a la clase media como a otros sectores de la población. Dejando así más y más dólares en manos de la burguesía nacional.

julio_mosquera@hotmail.com



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Julio Mosquera


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