(El que tenga oídos, que oiga)

Plataformas políticas del asfalto

Escuché lo que dijo el Comandante sobre el asfalto en el Aló Presidente nro, 300. Sin duda alrededor de este insumo indispensable para el desarrollo de nuestra economía se encuentran una de las roscas más formidables y de los negocios más jugosos que feudo alguno- cuarto republicano o rojo rojito- anhele controlar o al menos participar. La mayoría de los contratistas que conforman el anillo de confabulaciones, los testaferros de lores y condes de las comarcas y los fraguadores de decretos de emergencia, que en aras de la urgencia favorecen a los primeros para embolsillarse la consabida comisión, también detentan la mayoría de las plantas de asfalto. Digo detentan porque disponen a discreción y solo en cuanto les favorece un contrato de varios miles de Bs. F, del insumo para recomponer las arterias viales, fundamentales para, como dije antes, el desarrollo económico del País.

Me uno a quienes por este medio, han señalado elementos cruciales para entender como se maneja el negocio del asfalto. El Gobierno debe buscar la fórmula que impida que este tipo de negociaciones donde la corrupción, el sobreprecio, la manipulación de la calidad del asfalto, las comisiones y la vista gorda ante los constantes bacheos, “guarapos”, escarificaciones, marcados y remarcados que frecuentemente se hacen en nuestras vías pero que no sirven para un nada, siga sucediendo. ¿Por qué no se expropian y se les entrega a cooperativas comunitarias? ¿Por qué no se les dan tramos de carreteras a las comunidades aledañas a ellas para que las administren y cuiden? Agarren esa ballena por el chorrito. Esto es un problema de soberanía.

Pero ese no es todo el negocio. Ojala esto que diré llegue a los oídos correctos. Empezaré con un ejemplo: En el estado Anzoátegui, hasta hace poco había alrededor de 15 ó 16 plantas de asfalto, entre grandes y medianas. Uno se pregunta por qué si hay tantas, dicho estado tiene tan mal sus vías. La respuesta es muy sencilla: Porque el gran negocio de los “reyes del asfalto” son las PLATAFORMAS PETROLERAS. Dichas plataformas consisten en que una vez que se localiza un sitio para perforar un pozo, se procede a deforestar un área de aproximadamente una hectárea, incluyendo la capa fértil del suelo, para luego proceder a asfaltarla. Sobre esa superficie es donde se desarrolla todo el trabajo de perforación y extracción del pozo. Este es un coto de caza muy apetecido, muy restringido y muy defendido por contratistas y testaferros. Desde allí se montan plataformas políticas de feudos.

Para que tengan una idea de la cantidad de plataformas petroleras de asfalto que existen hoy en día en Venezuela y de su significado como pasivo ambiental, la superficie que ellas cubren equivale, poco más poco menos, a la Isla de Margarita.

Estas plataformas pueden y deben ser sustituidas por plataformas de madera para:

* Impulsar el desarrollo del sector maderero del País, el cual ni siquiera aparece como componente del PIB de la Nación ¡y tenemos la mayor plantación concentrada de pino caribe del mundo¡
* Para detener el aumento de pasivos ambientales. Debe ser exigencia del Gobierno que las empresas que realizan su trabajo en los campos petroleros migren a este tipo de plataformas.
* Por una elemental economía en los procesos operativos en la perforación y extracción de crudo, ya que las plataformas hechas de madera son desarmables y reutilizables.
* Para crear de forma rápida y sostenible empleos y por ende bienestar para el Pueblo, ya que la cadena productiva activaría muchos pequeños y medianos aserraderos

Ese proyecto (plataformas de madera) no solo existe, sino que se hicieron pruebas piloto con Pino Caribe y fueron exitosas.

El oro venezolano no solo es negro, también es verde…y renovable.

Solo el Pueblo salva al Pueblo, solo el Pueblo salva a Chávez.

pladel@cantv.net


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Plácido R. Delgado


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