Sabemos que los llamados MATAVOTOS (término creado por Luis Britto García) son los funcionarios de todo tipo de rango que se encargan de la tenebrosa tarea de quitarle votos al presidente Chávez y a sus alcaldes y gobernadores, además de diputados a la Asamblea Nacional. Estos tres últimos son, paradójicamente, los principales protagonistas como matavotos. Sí, son los diputados, gobernadores, alcaldes y ahora los vices, los que más le restan guarismos electorales al proceso bolivariano con tinte socialista. El burocratismo en TODOS los ministerios y oficinas de atención al público es un arma letal que no permite re alcanzar, y mucho menos superar, los más de siete millones de votos que hace unos años obtuvimos. La inseguridad es el campeón de los matavotos y hoy no nos ocuparemos del mismo pues precisa un análisis más incisivo y amplio.
Voy a referirme en particular a un matavotos, como dicen en el canal discovery, extremo. Cada día que transitamos por las calles de nuestro hermoso país, lanzamos frases alusivas a las progenitoras de todos los funcionarios públicos involucrados en mantener asfaltadas las vías que a diario recorremos para ir a nuestro trabajo y a un sinfín de tareas. En verdad existen más huecos en las calles y carreteras que habitantes. Los mecánicos están felices por los matavotos del asfalto ya que su clientela se mantiene siempre creciente. Los medicamentos para el corazón no dejan de crecer en demanda mientras sigamos cayendo en esos benditos hoyos de la desidia. Los ingresos económicos se ven seriamente afectados cada vez que tenemos que hacerle una reparación a nuestro vehículo y por tanto quedamos deficientes en atención a la salud, ropa y hasta alimentos básicos. Claro, muchas veces acudimos a los odiosos préstamos para poder sobrevivir al golpe que a diario sufre nuestro carro para luego tener que ser reparado. En otras palabras, siempre tenemos un déficit fiscal que afecta seriamente nuestra salud mental y emocional.
Los burócratas gobernadores y alcaldes, TODOS, sin excepción, no han hecho conciencia de este gravísimo problema de asfaltado y reasfaltado de calles y carreteras. No es posible que siendo un país productor de petróleo tengamos las vías de tránsito en esas condiciones miserables. Hace más de un año el propio presidente llamó la atención al superministro Ramírez (lo de súper es por las N funciones que ejerce) por no abastecer de asfalto al consumo nacional y le daban prioridad a la exportación del mismo. ¿Cómo es posible que los funcionarios encargados de esa planta productora no hayan sido despedidos por estúpidos y antinacionales? Es norma elemental suplir las necesidades de casa y luego las externas, eso lo entiende cualquier ser racional con diez neuronas funcionando. Hágase una encuesta sobre este problema y nos daremos cuenta de los miles de votos que perdemos en cada elección del proceso bolivariano. Son miles de papeletas que se tragan los huecos.Parece una maldición hidrocarburiana. Y no hablemos de los reductores de velocidad que anárquicamente se instalan en todo el país, que en verdad son reductores de ingresos por efectos de reparaciones del tren delantero. No hay conciencia sobre el asunto y el tiempo sigue pasando. Los alcaldes y gobernadores se enclaustran en sus lujosas oficinas y no recorren sus ciudades para interactuar con los vecinos y escuchar sus planteamientos de la problemática que sufrimos todos. Jamás llegaremos a ningún socialismo con el tipo de gobernantes que tenemos, claro que no. Todos se enferman de poder y ansias de lucro. Cuando candidatos hasta tomaban café en los ranchos pero luego de electos no se les ve ni la sombra. ¿Cómo se califica eso? Eso es traición a la patria por hipócritas e irresponsables. Debemos hacer algo urgente o el proceso bolivariano seguirá perdiendo votos y eso sí que es peligroso, camaradas. El tiempo sigue pasando…
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