La, riqueza del habla de nuestro pueblo es fuente de sabiduría especialísima, siendo parte de ella, los llamados refranes: “No hay peor cuña que la del mismo palo…”, con éste refrán, pretende nuestro pueblo manifestar cuando una traición viene de los amigos o la misma familia. "No hay refrán que no sea verdadero”, decía don Quijote a su escudero Sancho. Pues bien, como aún no termina la Semana Santa, y próximo está por concluir, esta festividad concluye en la patria de Simón Bolívar con una actividad muy peculiar: la quema de Judas.
Judas Iscariote, a quien las referencias señalan como nacido en la aldea de Judea conocida como Quriyot, y de quien se sabe fue uno de los discípulos de Jesús de Nazareth, fue el traidor y el que lo vendió revelándole a los miembros del Sanedrín y a los Ancianos en qué momento y en qué forma podrían capturarlo sin que tuvieran la oposición de los otros apóstoles y sin que sus seguidores pudieran interferir. Juan en su relato del Evangelio lo señala como un ladrón, lo culpa de que él robaba el dinero destinado a los pobres. Su muerte, según es relatada en la Biblia, se debió a un estado de desesperación al darse cuenta que había vendido al Hijo de Dios, trató en vano de devolver los treinta siclos de plata, monedas que cerraron el negocio de la compra-venta, al percatarse que de verdad al que vendió, sin escrúpulos, era el Hijo de Dios, las monedas fueron rechazadas por los miembros de Sanedrín y los ancianos. Judas representa la antítesis del amor y de la honradez, su paso por la vida nos lleva a despertar y tener clara conciencia de lo que realmente significa ser un traidor.
La traición es una de las acciones más destructivas en las relaciones humanas. Es una grave falta que se comete violando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener a otra persona, es ofender y agraviar alevosamente a la amistad, al amor o a la sinceridad. Por eso, jamás se ha conocido un traidor de la características de Judas Iscariote, la venta y la posterior entrega del Hijo de Dios lo lleva a ser el ser más repudiado de la humanidad. Así como Judas representa la traición y las monedas que recibió para cometer su felonía, la mercantilización de su repudiable acto, la historia moderna nos da muestras que esta actuación, tan repudiada por el propio Jesús en su momento, en la llamada última cena: “Entre vosotros habrá uno que me traicionará y me venderá”. Al momento en que Judas Iscariote le preguntó ¿”Seré yo Divino Maestro”? y al punto Jesús sentenció: “Tú sí, con harto dolor lo digo, toma ese pan y ve a cumplir con tu misión, llegó el momento”. Situaciones que no han dejado de sucederse a lo largo de los tiempos.
En el caso concreto de la actualidad de la Revolución Bolivariana, las traiciones han estado a la orden del día, el Comandante Presidente, Hugo Chávez, al igual que Jesús, ha visto desfilar una pléyade de compañeros y compañeros de ruta emigrando hacia filas enemigas, cargándoles sobre sus hombros las culpas por tan repudiable actuación: la traición. Desde su muy apreciado padre político: Luis Miquilena, hasta su muy estimado compadre y compañero del juramento del Samán de Güere: Raúl Isaías Baduel, hasta su muy estimada esposa: Marisabel Rodríguez, todas y todos con diferentes motivaciones, desde la imposibilidad de hacer riquezas desde el poder del Estado, con negociados y contrataciones, pasando a la corrupción con dineros públicos, cerca de 11 millardos de bolívares de los de antes se le señalan a Baduel que, presuntamente, desaparecieron en su gestión al frente de Min. Defensa, por ello está siendo juzgado y está detenido, hasta la debilidad de resistir los ataques de la contrarrevolución, si no puedes contra ellos/ellas termina uniéndote a ellos/ellas.
En todo caso, en la mayoría de los casos de traición que ha tenido que soportar nuestro Comandante Presidente, Hugo Chávez, la constante que se encuentra es el maldito dinero, los treinta siclos de plata de Judas. Allí tenemos a Baduel y los “desaparecidos” 11 millardos de Bs de los de antes, a Rosendo investigado por el manejo de las finanzas del Plan Bolívar 2000, al Guaicapuro Lameda ambicioso por colocarse al frente de Pdvsa, lo que pudo lograr el día del golpe de abril de 2002, Didalco Bolívar, Ramón Martínez y Eduardo Manuitt, prófugos de la justicia por delitos de corrupción en sus gestiones como gobernadores, y como viene ocurriendo, es la moda, delinque y pásate a la oposición apátrida, eso te protegerá. Te convertirás en un “preso político”.
Este 2010, no podía pasar liso, como decimos coloquialmente, dos nuevos traidores se unen a la larga lista de “iscariotes” que hemos visto desfilar en esta década de Revolución Bolivariana, y anótenlos, faltan muchos más: Henri Falcón y Luis Fuenmayor. El gobernador de Lara, llegado a esa instancia de poder regional, gracias a los votos del Comandante Chávez y sus correligionarios/correligionarias, traiciona a quienes confiaron su confianza en él. Su estrecha relación con la burguesía cervecera, quién le financiaba sus exquisitas ferias barquisimetanas, pan y circo, en eso es especialista el compatriota Falcón, le permitieron engañar a unos cuántos miembros de la Dirección Nacional y Regional del Psuv, a fin de facilitar su postulación como gobernador del Estado, quienes hoy, seguramente, deben mantenerse de bajo perfil cuando se toca el tema. Falcón, declarado socialdemócrata, adeco se les decía hasta no hace mucho, se transmutó hacia el PPT, partido sobre el cual, igualmente, tenemos nuestras dudas sobre su disposición a impulsar una revolución, mucho menos, si es Socialista. Ya que, a diferencia del PCV, siempre que se presenta una discusión electoral, en lo primero que está pendiente es “qué puestos nos toca a nosotros”, esa es su disposición revolucionaria. Como ya lo había declarado el Gral. Müller Rojas, con su sapiencia en la entrevista al diario Panorama: “Ellos dejaron de ser revolucionarios desde hace años. Los que éramos revolucionarios en el PPT nos incorporamos al Psuv. Ellos sólo buscan dinero, billetes, billullos, real…”, en referencia con el PPT. En alusión a Falcón, más claro que el agua: “para las elecciones regionales del 2008 nunca creí en los candidatos que tuvieran el apoyo de dos partidos. A él (Henri Falcón) y a dos personajes más, entre esos, Leonardo Salcedo, ex candidato a gobernador en el Táchira, nunca los vi como miembros del Psuv. Es absurdo que una persona que pertenezca a una organización política tenga otra paralela que la apoye…” (Diario Panorama).
El caso de Fuenmayor, desde nuestro punto de vista es similar al de Baduel, una investigación abierta por la Contraloría General de la República sobre presunto manejos irregulares de recursos públicos, aceleran la huida hacia la esquina de enfrente, releamos: “ La OPSU , representada por el ciudadano Luis Fuenmayor Toro, (...) en su condición de Director, suscribió dos contratos de Salud con la empresa "Unidad de Servicios GMI, C.A.", el primero de los contratos (...) destinado a la prestación de servicios odontológicos prepagados con vigencia desde el 1ero de Enero hasta el 31 de Diciembre de 2004; y el segundo contrato (...) dirigido a la administración de un fondo de salud para la atención médica del personal empleado y obrero, con vigencia del 1ero de Marzo hasta el 31 de Diciembre de 2004. Por otra parte, el Ministerio de Educación Superior (...) suscribió con la referida empresa... (otro contrato) cuyo objeto y vigencia es exactamente igual al último de los aludidos contratos… En este orden de ideas, es de señalar que el Departamento de Datos Filiatorios de la Dirección de Dactiloscopía y Archivo General, adscrita a la Dirección General de Identificación y Extranjería del Ministerio del Interior y Justicia, (...) informó que el ciudadano Luis Delfín Fuenmayor es el padre de Luis Alejandro Fuenmayor Di Prisco.” (Aviso de la Contraloría General de la República, 7-7-2006, Últimas Noticias). En todo caso, hay que ser bien soquete para creerse el cuento que este personajillo alguna vez fuese revolucionario, durante su estancia en el gobierno de Rafael Caldera, nunca conocimos de su repudio al acto bárbaro que significó el mayor fraude contra el patrimonio de los trabajadores/trabajadoras venezolanas: el robo de sus prestaciones sociales. Con este aval, es incorporado por el Ministro Héctor Navarro al Gobierno Revolucionario, en el cual se le despoja a los trabajadores/trabajadoras universitarias de la Prima Hogar y el Bono Asistencial, con el artilugio de su incorporación al sueldo. Además de serrucharles sus salarios con el Tabulador Salarial Neoliberal, que es la vergüenza que lleva sobre sus hombros este Gobierno Revolucionario, a Dios gracias revocado desde la firma de la Normativa Laboral Universitaria en octubre de 2008. Esperamos solo, que los sindicatos que se proclaman revolucionarios, prontamente, acudan a los tribunales de la República a ejercer demandas y hacer valer esa máxima de nuestro Código Civil (1.185) que reza: “…quién hace un daño a otro debe repararlo…”, por el daño causado al patrimonio de la familia universitaria. Caiga quien caiga.
Esta es la calaña de los traidores que hoy nutren las filas del oposicionismo apátrida y que ayer nutrieron nuestras filas revolucionarias, traicionan no solo la causa a la que hasta no hace mucho, defendían con inusitada pasión, extremada diríamos, sino que, incluso traicionan las ideas que, desde su juventud impulsaron con ardorosa emoción y que hoy ahorcan, como Judas que no pudo encontrar mejor forma de ahogar la vergüenza de traicionar al Hijo de Dios…
henryesc@yahoo.es