Alfredo Sánchez Luna nació el 22 de febrero de 1930 en la parroquia San Juan de Caracas. Su nombre artístico, Alfredo Sadel, surge de la combinación de Sánchez con Gardel. En el año 1946, Sadel debuta en Radio Caracas Radio, en la Caravana Camel, un programa radial estelar, canta el pasodoble dedicado al torero Diamante Negro. A partir de ese momento Alfredo Sadel se hace sentir en Venezuela. Sadel continúa cantando en programas radiales y grabando discos. Se presenta en Fiesta Fabulosa y canta con La Billo’s. En 1952, graba los temas "Déjame", de Conny Méndez y "Me queda el consuelo", de Aldemaro Romero. Sadel debuta en el Teatro Jefferson de New York, y a partir de ese momento comienza su popularidad en los Estados Unidos. En 1953 fue el artista estelar en la inauguración de Radio Caracas Televisión. En este canal participa en los programas, "El Show de Víctor Saume, y en "El Show de Renny" con Renny Ottolina; Actúa en Nueva York para la cadena ABC y Sadel es considerado por la prensa de ese país como el artista latino más popular de la televisión norteamericana.
En 1955 debuta en La Habana y se presenta en los programas de televisión y radio de Cuba, compartiendo escena con el cubano Beny Moré. Ese año, graba el disco "Mi canción". En México hace varias películas y entre ellas una titulada: "Un venezolano en México". Alfredo Sadel, en el canto domina todos los géneros y ritmos de América: Boleros, Tangos, Valses, Merengues, Joropos y los pasajes venezolanos; también canta pasodobles y aires hispánicos. En 1957 graba la canción "Escríbeme", del compositor Guillermo Castillo Bustamante, quien desde la cárcel dedica este tema a su hija Inés. Hay que destacar que en ese momento, desafía el régimen del dictador Marcos Pérez Jiménez. Sadel fue fundador de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena, AVADE, y se convierte en el primer líder sindical de los artistas. En 1958 se convierte en el primer artista venezolano en Hollywood, lo contrata la Metro Goldwin Mayer. Graba los discos: "Sadel a media voz", "Sadel canta a Agustín Lara" y "Caminos de mi tierra". Pero en el mejor momento de su carrera como cantante y actor popular, incursiona en la ópera y debuta en Caracas como cantante lírico en la zarzuela "Los Gavilanes" en 1962, en el Teatro Municipal. En Europa se presenta en los teatros más prestigiosos de Yugoslavia, Hungría, Suiza, Francia, España, Italia, Alemania y algunos países de la Unión Soviética; debuta en el Carnegie Hall de Nueva York.
Más tarde, la compañía de Plácido Domingo (padre) lo contrata para una gira latinoamericana en la cual tuvo la oportunidad de cantar al lado de Doña Pepita Embil, la madre del gran tenor Plácido Domingo. En Lima, Sadel y Embil protagonizaron lo que los peruanos calificaron como la temporada de zarzuelas más exitosas que se hayan realizado en ese país. Más adelante cantará alternando con Plácido Domingo (hijo) en la temporada de ópera del año 65 en el Palacio de Bellas Artes de México. Sadel regresa a Europa y debuta como Alfredo Sánchez Luna en el Teatro de la Opera de Münster, en Alemania. En St. Gallen, Suiza, participa en más de cien funciones, cantando: Carmen, La Boheme, Tosca, Don Carlos y El Buque Fantasma de Wagner, Don Pascuale y Cavallería Rusticana. Allí lo escucha el crítico Kurt Pahlen, y decide incluirlo en su libro "Grandes cantantes de nuestro tiempo". En la Unión Soviética interpreta "Tosca", "Rigoletto", "La Traviata", "Lucia di Lamermoor" y "Madame Butterfly". Al mismo tiempo que desarrollaba su actividad lírica, su pasión por la música popular latinoamericana se mantenía intacta. En 1979 graba un disco en homenaje a Los Panchos. Sadel muere en Caracas el 28 de junio de 1989. Hoy en día existe una plaza con su nombre en la urbanización Las Mercedes, en Caracas, como reconocimiento del Concejo Municipal de su ciudad natal a su destacada labor artística, cultural y humanística; y para que las generaciones futuras siempre recuerden al máximo cantor de Venezuela.