Dos personajes que compartieron la intimidad con el Libertador Simón Bolívar hasta el último día de vida de su amo, José Palacios Blanco como mayordomo y Fernanda Barrigas su cocinera personal, quienes jamás se separaron del Libertador.
José Palacios, siempre fungió como mayordomo del Libertador Simón Bolívar a quien acompaño en todos sus viajes dentro del país y el exterior.
En todas sus campañas para lograr la independencia de la Gran Colombia sometida por el imperio Español, siempre estuvo al lado del Libertador hasta el último momento de su vida. José Palacios Blanco era un liberto de la familia Blanco. La tradición recogida por Alejandro Fleita Alcalá dice que cuando María Concepción Palacios Blanco estaba en trance de muerte en Caracas, el 6 de julio de 1792, José Palacios le juro que no se separaría de su hijo Simón, entonces de 9 años de edad, la misma tradición supone que José Palacios acompaño a Simón Bolívar durante el segundo viaje (1803-1807) y el tercero (1810) de los viajes que este hizo a Europa; también estuvo a su lado durante la primera campaña de la independencia y le siguió al destierro en Jamaica y Haití.
El más antiguo documento que se conoce donde José Palacios figura al servicio de Simón Bolívar es una lista del estado mayor general, fechado en San Cristóbal el 21 de abril de 1820 donde su nombre en cabeza los de los asistente del Libertador con el grado de sargento primero como tal, participo cerca de su jefe en la campaña de Carabobo en 1821 y marcho con el hacia el sur de 1822.
En otra lista del estado mayor elaborada el 3 de agosto del 1823 en Guayaquil, ya se le menciona como sargento primero, mayordomo del Libertado Simón Bolívar. Con este paso al Perú, y estuvo a su lado durante las campañas de 1823 y 1824.
A partir de enero de 1825, además de administrar en Lima los gastos particulares de Bolívar cuyas cuentas llevaba, tenía a su cargo igualmente la administración del Palacios de la Magdalena Vieja resistencia del Libertador para la cual disponía de un presupuesto de 3.000 pesos mensuales.
Durante los años siguientes continuo junto al Libertador Simón Bolívar como su mayordomo. En la noche de 25 de diciembre de 1828 cuando se produjo en Bogotá el atentado contra el Libertador se hallaba enfermo en la casa de gobierno, por lo que salvo su vida. En mayo de 1830, cuando el libertador renuncio definitivamente a la presidencia, José Palacios le acompaño hasta Cartagena luego a Santa Marta, donde le atendió en sus últimos días de su vida así como se lo juro a su madre María Concepción Palacios que jamás se separaría de su hijo y cumplió su juramento.
En la octava cláusula de su testamento el Libertador legó 8.000 pesos a su "fiel mayordomo José Palacios en remuneración a sus constantes servicios". Vivía aun en diciembre de 1842 cuando los restos mortales del Libertador Simón Bolívar fueron conducidos a Caracas.
Igualmente fue el mismo comportamiento de intimidad con Fernanda Barrigas, su fiel cocinera quien se encargada de complacerlo en todos los gustos de su alimentación desde Quito, cuando se incorporó a su personal en 1828, ella pertenencia a la familia de Manuelita Sáenz. Su alimento predilecto era la mazamorra de sagú y vino. Siendo el último alimento del Libertador. El último tazón de mazamorra se lo llevo el 16 de diciembre de 1830 a las 6 de la mañana. Bolívar al verla la rechaza; "¡si vuelves con tu mazamorra te llamare Fernanda Séptima!". Y hubo en el reclamo un tierno matiz de agradecimiento para su humilde devota que muchos años después, ya muy anciana, con ingenua vanidad solía referir. "Su Excelencia estaba muy amañado con mi sazón", y miraba el cielo como buscado su asentimiento, vivió con largueza, pero los años no menguaron su lucidez y anécdota de la última enfermedad y muerte de el "amo" Bolívar, siempre con una ternura que motivaba lagrimas a sus oyentes.
Patria socialista, viviremos y venceremos
