"Vocabulario Coloquial del Llanero"(1) es el título de un libro escrito por la esclarecida y digna pluma del Llanero Erics Blanco, venezolano, nativo de San Fernando de Apure, Estado Apure. Ahí mismito nació, al lado del majestuoso y generoso río, cuyo epónimo es el mismo del Estado, fuente de alimentación e importante vía fluvial.
Afirma en la contraportada del libro, ser "conocedor de los secretos que envuelve el alma llanera". Al leer el libro no hay ninguna duda que conoce al hombre y la mujer del llano, que es uno solo, indivisible y único, sin fronteras administrativas que lo separe de su suelo natal que es la inmensidad del llano. Conocedor del idioma, de las costumbres y del amor del llanero por la libertad, de su valentía y coraje sin límites, también, sabedor de su tierra, sus paisajes, sus ríos, palmeras, caños, trochas, del arreo, de la tumba del toro, del cazador de tigres, jugador de gallos, el cantador, los copleros de la sabana, el poeta, el que "ajila, ajila novillo" y dirige la vacada, de "jinetes cabalgadores de caminos polvorientos en sabana abierta", los que andan "porai", para "ahí mismito" en el lejano horizonte de la geografía sabanera, los que cruzan los ríos y caños, junto a su caballos, para construir patria, los vegueros, labradores de tierra, el jinete de vientos y amaneceres, de sombrero y soga de cuero, de parrandas, amoríos y rochelas, de las "fragancias del "mastranto y del lirio sabanero", palmares, esteros y garceros bajo luna nueva y fresco rocío del rosicler que acompañan sus soledades en las faenas de cada día. Nos habla de las tradiciones culturales y creencias.
Es en unas pocas palabras, un hermoso libro que alimenta el alma, hidrata el cuerpo y d lo fabuloso, mágico, bello, grandioso que es el ser llanero y su espacio de vida, canto, poemas y amores, en todas sus 216eja satisfecho al lector, al iniciar el encuentro con las impresas letras , le provoca extender el tiempo hasta el infinito y no parar de leer e interpretar, aprendiendo páginas documentadas por la sabiduría del autor -llanero al fin- y el excelente encuentro con una útil bibliografía y por el exquisito ingenio, de ir al encuentro de los saberes del llano, en más de 26, entre hombres y mujeres que aportaron en la construcción de la exquisita joya, través de la valiosísima documentación oral, sin tener un solo descuido, nos aporta y enriquece de manera adicional, fascinante y seductora en el segundo capítulo con un florecido glosario del vocabulario llanero de tres mil o más palabras de las tantas que utiliza el llanera en sus conversaciones diarias, así quedamos vinculados con el llanero y su llano, que lo siente como "hijo del llano adentro" que "sin saber deletreá, como llanero ordinario que es, sabe conversá y se atreva en verso a relatá este asunto que no es cuento, sino la pura verdad".
El libro es una fotografía, una gráfica muy bien elaborada, que brinca la talanquera de la rutina y el lugar común, es novedoso, acertado y atrevido por incursionar en una autóctona, real, verdadera y exclusiva lengua llanera, que existe, que es real, mucho más allá de las exigencias de instituciones o academias. Es única y original su habla, aun cuando alimentada por la pluriculturalidad del maravilloso y digno mestizaje.
Es un texto que se disfruta por lo ameno de su escritura, encantadora, lleno de una exquisita prosa poética no rebuscada, propia de un hombre del llano, como lo es su autor, que le puso sentimiento y mucho amor a cada letra.
Abarca, la magistral escritura, el análisis y estudio, profundo, denso y sin improvisaciones ni larga citas textuales, propio del ingenio de un poeta del llano, abarca desde el tema de la identidad del llanero hasta el extraordinario y bien organizado glosario del vocabulario llanero.
Es magistral la explicación sobre ¿quiénes son los llaneros o qué es ser llanero?, narra en rica expresión sobre el vocabulario llanero, el habla del llano, la espiritualidad del llanero, la comida del llanero y una muy interesante exposición didáctica sobre la poesía en el desarrollo del vocabulario llanero, no descuidado, el digno grafito, la letra soberana del autor, el tema sobre el futuro del habla llanera y los peligros de la pérdida de su identidad cultural, de un despiadado proceso de transculturización como expresión de políticas de dominio y dependencia desfigurante mediante la penetración cultural -para decirlo en palabra de Rodolfo Quintero – por "la cultura del petróleo", sin negar que somo producto y vivimos en una sociedad pluricultural, pero que debemos ser celoso, cuidadoso y preservadores de nuestro acervo y patrimonio cultural que identifica al pueblo llanero en su modo de vida, que se encuentra amenazado cuando vemos que "el sombrero de cogollo es sustituido por la gorra, el pantalón de caqui por un jean, la franela por una vistosa camisa de cuadros" y unas botas al mejor estilo texano".
Toda una buena fiesta, un paseo turístico entre palmeras, ríos, sabanas, esteros, cantos y poesías, entre los araguaneyes, los apamates majestuosamente florecidos, sus granadas y el runruneo, zumbido de las abejas, los cigarrones y el látigo de la cola del ganado apartando al insistente tábano, entre olores de bosta y bramidos recién nacidos buscando las tetas de la vida, los impresionantes y gratos movimientos saltarines de los peces, en búsqueda de la fruta que alimenta y hace crecer. Es asistir a la lectura de pedagógico y poético texto en comento, Veamos el por qué:
"El Llanero conversa con su sombra en la soledad…al despuntar el día, el rocío o un chubasco bautizan los caminos y las trochas…se alegra el amanecer con los cantos de un Turpial y una tonada de ordeño; fiesta ponen chiricocas y alcaravanes cuando depunta la alborada, se oye el canto del gallo anunciando el nuevo día, más el mugir de la vaca llamando a su cría, mientras que chiguire en los esteros caminan arrejerados buscando el agua…"
Así con una hermosa prosa poética, el autor nos educa en la vida del llano y el de su vocabulario nos describe la imagen exacta, pulcra inmaculada de la vestimenta del llanero, y nos expresa el deleite de verlo en la cercanía de las letras, nos dice:
"…Va vestido con franela, pantalón corto (al que llama tuco o chumbo), debajo de la s rodillas a nivel de las espinillas, en la cabeza un sombrero, al cinto un cuchillo con su vaina, unas veces descalzo y otras con cotizas o alpargatas, nunca le falta su montura, que lleva bien aperada (abastecido de instrumentos y herramientas), en el anca la alforja, una manta y porsiacaso, cuando es larga la travesía".
Expresa, el autor, con gran maestría, propia de su naturaleza, de su cuna, la descripción del llanero, de su vestimenta, de las faenas, de sus gustos, su vida, sus valores culturales y humanista, destacando lo solidario y llano, de buena gente, su hablar relancino, rápido, y potente en el respeto diario, como en el contrapunteo y la declamación, sin rehuir compromisos ni desafíos por muy arriesgada que sea la situación.
El Llanero no es cualquier cosa, el veguero o el de la sabana es un verdadero valiente ante la naturaleza y la vida, así en el dominio de cimarroneras y cachilaperas, como en el amor por la libertad, en los sueños donde se acumulan un conjunto de ideas maravillosas que estallan al despuntar el alba, lo construye entre todos, conforme a la enseñanza ancestral e indígena de la vida en comunidad, su hospitalidad es inconmensurable, sus proyectos anhelos y deseos lo construye entre todos, en ese combate por la vida y por su consecuente empeño siempre logra que estalle ese polvorin de ideas maravillosas, acumulado de vidas, experiencia y cultura otomaca, guahiba, yarura, guamos o pumés, sálivas, taparitas, palenques, piapoco y Achaguas y otros pueblos aborígenes, de ahí le viene esa sangre, que combinada con la asfrodescendiente, lo convierte en un ser que no es un espectador indiferente a las circunstancias que lo rodean, sea en el trabajo, en el baile, el canto, en el combate, en las luchas por la transformación social, es hecho, una construcción de flecha y lanza sobre un caballo o navegando desnudo un rio en plena batalla para sorprender y alcanzar libertad y también es diestro, hábil con los instrumentos musicales. Difícil de ganarle. De ello están superlativamente orgullosos y no ceden ante el desafío de cara al amanecer, disfrutando del azul del cielo infinito, de las nuevas lluvias anunciadas por el petricor del olor y sabor a carne asada y a coporo frito que acompañan el canto del aruco, la corocora y el paisaje de un garcero de reluciente perla junto las correrias del gaban de Gino González.
Es magistral la descripción o explicación de su vivienda, de la división de las clases sociales, de la modalidad del trabajo de la tierra, del éxodo, del vocabulario, de sus esperanzas y en general de las características de la vida en el llano.
Una obra de arte rigurosa e interpretativa la producción intelectual convertida en libro, dentro de la diversidad cultural nos muestrea la verdad de la vida en el llano y de su vocabulario, que desnuda lo eterno y el amor por la originalidad llanera, es la obra del amigo Erics Blanco, una brillante ayuda para comprender el vocabulario del llanero, orientándonos en su mágico mundo. Son Líneas de sabidurías, sin perder la humildad propia de su original procedencia, nos enseña el significado de las palabras, penetrando en su contexto y profundidad geográfica desentrañando significados.
Un libro sin ninguna duda es desde ya una semilla sembrada, un Samán de Guere plantado en el medio de la sabana, de los ríos, de los morichales, caños, veredas, ciudades, caseríos y aldea para quedar por siempre impreso en el alma del llanero, en toda la extensión de los cuatro puntos cardinales del inmenso llano apureño y del Casanare, de la Orinoquia y los tributarios del gran rio padre, de la Amazonía, de más allá del caribe y del atlántico, en muy buena hora. Lo recomiendo, es de obligatoria lectura y de especial manera, para el hombre y mujer del llano. Cierro con una cita de Don Simón Rodríguez: "Que todos sepan lo que no deben ignorar".
(1) Erics Blanco. Vocabulario Coloquial del llanero. Editorial el perro y la rana. Caracas junio de 2024. Págs 219.