Si tuviéramos que trazar una línea sobre algún mapa de la tierra para sentarnos a esperar la poesía de Ronaldo Cagiano, habría que pintar un círculo en el vacío y esperarlo dentro. Tal vez la tarde, el tiempo todo, no bastarían para el encuentro. Tendríamos que remontarnos a una estación de trenes de París, la Denfert-Rochereau, bajo un laberinto de huesos, o más allá, en el camposanto Pére-Lachaise, de la Rue du Repos, durante el otoño de 2018, mientras busca los enigmas del suicidio del escritor persa Sadegh Hedayat, ocurrido en 1951; o antes, en febrero de 2013, en Nuremberg, para confesarle a T. S. Eliot que el siglo veinte es el más asqueroso de los siglos, por sus matemáticas salvajes (en cuya cuenta caben horrores, bombas nucleares, guerras, muertes, hambrunas, náuseas, escándalos, naufragios, hegemonías, oscuridad, vacíos, esquematismos, vértigos y abismos); o en Barcelona, España, donde se le adviene en patadas en la frente las manzanas de Apple y la bíblica de Adán y Eva, como signos de las contrariedades e incertidumbres; o incluso, más atrás, enero de 2011, en Lisboa, náufrago en el tedio de existir; poseído por lo que él llama una soledad atlántica, que lo remite a la infancia, donde seguramente lo hallaremos un día de 1961 —el 15 de abril, exactamente, hace 60 años—, saliendo del útero materno, en su pequeño pueblo de Cataguases, frente al valle de Paraiba do Sul, del estado de Minas Gerais, y las sierras y colinas de Mantiqueira, Onça, Neblina y Santa Bárbara, en el sudeste de Brasil; en cuyos pies el río Pomba—que arrastra en su discurrir los riachuelos Meia Petaca, Romualdinho y Lava-Pés— le abre un libro acuático para que navegue la dura senda de la vida.
Como parte de su intenso ejercicio de escritura previa, con títulos poéticos ya conocidos, dentro y fuera de su país, como Palavra engajada (1989), Colheita amarga & outras angústias (1990), Exílio (1990), Palavracesa (1994), Canção dentro da noite (1998), O sol nas feridas (2013), Os rios de mim (2018), Observatório do caos (2017) y Cartografia do abismo; Cagiano es consecuente con una voz cuyos matices pudiéramos tildar de rebeldes, inconformes, cuestionadores y decididamente antistablisment; mediante una voluntad de escritura y visión de mundo de insobornable compromiso con los desfavorecidos de todo el orbe. Por eso daremos una mirada panorámica a su más reciente poemario Cartografia do abismo (São Paulo, Brasil, Laranja Original Editora, marzo 2020), en el que se perciben esos tonos.
Cagiano entrega una obra consistente y orgánica, en su amplia y compleja temática: crisis actual del mundo globalizado, la realidad-país del Brasil, el ámbito del pueblo natal —Cataguases—, los ríos como metáforas del vaivén existencial y el decurso de la historia; el hambre, la desintegración del hombre —lo ontológico y filosófico—, el tema religioso y anti religioso; el desamor como expresión del caos y la desintegración; la anti realidad y la despertenencia; la poesía como escape o salvación, pero igualmente la anti poesía del mundo en su sentido más amplio; entre otros señalamientos y planteamientos.
Todo signo de belleza está asociado a algo tormentoso, literalmente feo, repugnante y antiestético, dentro del cuerpo de Cartografía do abismo. Pero más allá de esos motivos y creaciones de "fealdad", el poeta hace uso eficiente de los recursos literarios indispensables para armar su obra, puesto que como buen lector y creador de poesía, su cultísima formación, tiene madurez e inteligencia para entregarnos un libro no sólo sólido en su argumento y estructura sino revelador y esencial para el estudio de la nueva poesía en lengua portuguesa.
En su arquitectura, en su fundamentación y cobertura referencial—si cabe utilizar este odioso término— el cuerpo textual de la obra abre múltiples ventanas para sincronizar la relación de una voz poética que en su madurez asume las señales de una tradición poética, o más exactamente, de una orientación poética; que tiene como tela de fundo la crisis del sujeto a nivel mundial; y de su Brasil natal en lo particular, del que atisba, como flagrantes, los prejuicios raciales, la barbarie y el medievalismo, la pobreza y la exclusión; la violencia policial y el fascismo, el abismo entre las clase sociales económicamente dominantes y los excluidos, los privilegios y la desigualdad; las injusticias y opresiones en detrimentos de sectores vulnerables; sufrimientos y horrores, cinismo y falsedad, desgobierno y diáspora, dolor y des-identidad; tal como lo plantea en su brillante ensayo titulado "Uma investigação sobre o nosso holocausto", que escribiera a propósito de la novela O avesso da pele del gaúcho Jeferson Tenório; en el que expresa:
Ao longo desses mais de quinhentos anos esse tem sido o nosso permanente holocausto, eis que ainda está enraizada na índole retrógrada de grande parte da sociedade, cada vez mais excludente e seletiva, a praga de uma ancestral consciência escravocrata, que ainda não foi erradicada…
Esta situación revela que se trata de una persistencia tangible y alarmante, de hondas repercusiones sociales, económicas, culturales y políticas, cuya manifestación más objetiva se da en esas llamadas "geografías sin importancia"—así tipificadas por Cagiano en el primer poema del Cartografía do abismo—; en las cuales la naturaleza del ser se extraña — vencido y difuso—, en esa vida amorfa, vacía y superflua que diezma al planeta, enajenando al hombre de sí mismo. En ese sentido, el poema titulado "ESPÓLIO", es un art poética, un pórtico, un prólogo, que abre la compuerta de la dialéctica argumental del autor; y sus visiones e increpaciones ante el mundo caótico, en el que el olvido redime todo destino humano, y es su condena, porque no hay escapatoria. Así lo sentencia: "No esquecimento do que sou, fui ou tive".
Los siguientes términos o voces: vacíos, caos, abismo, muerte, hambre, ventanas, miedo y tiempo son semas, fonemas, lexemas, cognomentos, signos o sencillamente palabras que, aisladas, tal vez digan poco de un mundo al que califican y cualifican; pero dentro del diafragma visceral de un cuerpo poético al que pertenecen, a un mapa al que se deben, a un ser del que provienen como lengua y sentimiento, cambian su perspectiva semántica.
Su recurrencia está presente el todo ese río de sentidos abiertos que muestran las enormes cargas de contenidos filosóficos, políticos, económicos, religiosos y cartográficos que recorren este poemario. Cartografía do abismo ha sido concebido como un río. Por eso la temática, ondulante y constante, fluye y atraviesa "mapas" locales y universales. También conduce a un razonamiento, a una reflexión y una sensibilidad humanas, mediante el viaje interior, que se expresan a través de cada significado de la vida al pasar por el árido –aunque parezca florido—camino de la poesía.
Cagiano muestra de manera incuestionable esa responsabilidad antes señalada, por cuanto su sensibilidad poética, más allá de la realidad-país Brasil, ante la cual es crítico, valiente, duro, mordaz, estudioso, inconforme, realista y sincero; abarca al mundo-planeta, hoy globalizado y oprimido, sin aparentes fronteras para su liberación definitiva, de un modo crítico y revelador. En el caso de África, Cagiano ha sido un luchador intelectual. Un trabajador de la palabra para demandar igualdad y libertad, sostenibilidad y desarrollo, sosiego y paz. Como ciudadano pacifista, propulsor del equilibro entre las sociedades que pugnan por un mundo justo, franqueando con la sensibilidad de su arte toda aberrante humillación y sumisión de pueblos, comunidades, familias y hombres y mujeres que hasta ven morir a su prole por el hambre, las enfermedades y las balas, Cagiano no puede sustraerse a la conformidad, al silencio, a la indiferencia ni a la complicidad que supone hacerse a la vista gorda ante tan aberrantes situaciones.
La poesía le permite salvaguardarse ante la impotencia que produce la injusticia de las desigualdades, de la maldad humana contra sí misma, por la violencia, por la ambición, por la usura y los despropósitos imperiales de la economía globalizada y las políticas hegemónicas, que terminan por contribuir la disolución de la vida tal y como ha sido concebida por la naturaleza: equilibro de organismos, fuerzas y recursos ante el cosmos, ante sus espacios, a través del tiempo.
Por cuanto leo y percibo en la poesía de Ronaldo Cagiano asumo que es un escritor, un poeta, un intelectual y un humanista responsable. Le conmueve el hambre y el río sucio, la soledad interior y la orfandad del mundo; así como la desfachatez del político bribón que socaba las esperanzas de sus pueblos con programas errados o deficientes, y la insensibilidad de la sociedad ante sí misma al ver caer sujetos en la peor degradación del desamparo, del vicio, de la manipulación religiosa, del engaño, de la podredumbre. Por otro lado, presta su arte para soltar los demonios interiores contenidos por tantas frustraciones, al asumirse como un ciudadano más, con sus sueños, visiones, deseos y anhelos, para manifestarlos como vitrina (rota) ante la desesperanza y la derrota (moral, síquica, emocional).
Ronaldo Cagiano es un trabajador, muy responsable, repito, de cara a su destacada poesía. Por eso tiene particular relevancia, en Cartografía do abismo, el mapa de referencias que él establece en un corpus de 42 epígrafes, comprendidos entre los siete autores que aparecen de modo general en la primera página del libro (Ademir Assunção, Adília César, Everardo Norões, Luís Quintais, Marcia Camargos, Marco Lucchesi y Maria Teresa Horta), y los 32 autores restantes; entre quienes están incluidos tres de los más importantes poetas de Brasil: Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902-Rio de Janeiro 1987), Murillo Mendes (Juiz de Fora, Minas Gerais, 1901-Lisboa 1975) y Anderson Braga Horta (Carangola, Minas Gerais, 1934), por el gran valor generacional que estos poetas tienen en Brasil.
El poema "CATAGUASES" expresa ese amor casi filiar del poeta con su gran río de infancia, el Pombo, (que rodea su pueblo natal, Cataguases, en Minas Gerais), afectado por la contaminación y los desmadres del efecto industrializador que en sus riberas, cercena sus afluentes para la explotación de la madera para generar capital, con devastadoras consecuencias, agravado con el arrojo desperdicios altamente tóxicos y humo de las chimeneas; provocando todo tipo de alteración medioambiental, lo que bajo ninguna licencia resulta tolerable en un medio biótico tan delicado y reservado para la vida del planeta, inclusive, como lo es ese ecosistema integral de toda la Amazonía; valga decir de todo Brasil.
Advierto en la idea de país de Ronaldo Cagiano un signo de semejanza con la que he expuesto en un ensayo reciente titulado "La idea de país en las crónicas de Luis Alberto Crespo y Gustavo Pereira". La historia y el presente sometidos al prisma inconforme de la duda, evaluando los hechos nacionales y sus consecuencias con una visión de pertenencia, como medio para recuperar el valor de la propia identidad, y asumir su reflejo en la literatura como un modo de no acallarse, de ser cómplices ante el expolio, el vejamen, los atropellos y las humillaciones que los poderosos (quienes efectivamente ostentan el poder político y económico) causan a nuestros pueblos, sometidos incondicionalmente a la pobreza, al hambre, al olvido. Pero no olvidemos que en ese desgarramiento histórico se encuentra la impronta de la llamada "conquista" del Nuevo Mundo, a nombre de una fe y de una iglesia que significó expolio y masacre desde México hasta la Patagonia; y que en esa, su idea de país, Cagiano tiene presente esos hechos. No podría ser de otro modo.
Aunque el poeta recorra en su imaginación ese gran círculo de agua que es el planeta, transfigurado mediante el ojo y la mirada que abarca esa totalidad del caos-tierra-mundo-vida-sociedad-humanidad, para acceder a la otredad, al pasado, a la memoria, en ese, su discurrir por ignotas referencias; su inquietud lo sacude medularmente porque no tiene los medios (aparentes) para lograr la transformación deseada. Incluso, no lo ve posible aunque haya un cambio de identidad (interior), tal como lo hizo Fernando Pessoa con sus conocidos heterónimos (Alberto Caeiro, Alexander Search, Álvaro de Campos, Bernardo Soares, Ricardo Resis, o cualquier otro); porque más allá del gran nombre de Fernando Pessoa y su notable huella en la poesía portuguesa, sus heterónimos y diversas facetas existenciales, tan crudas como singulares (destierro, experiencia africana, cultura inglesa, visiones de la realidad política o dominio de las lenguas), además de su prematura muerte, ocurrida durante la edad más reveladora para la creación poética —47 años, apenas—; el mundo mantiene sus mismas incertezas, su mismo vacío, su misma nada que la consume y destruye.
Muchas son las claves del desarrollo temático de Cartografía do abismo. Desde el sedimento filosófico (del que no escapa una ilusión a Arthur Schopenhauer) que lo sostiene, tanto en la visión estoica como la existencialista, hasta la motivación política que denuncia la injusticia histórica, social y económica (entre cuyas claves se refieren la bomba de Hiroshima, los crímenes nazis de Auschwitz, los juicios de Nuremberg, las violaciones en África y Afganistán, la matanza ocurrida en el complejo de favelas de Alemão en Rio de Janeiro en 2014, la significación del discurso de Martin Luther King, el Apartheid y la emblemática figura de McDonalds; así como el despropósito jurídico-legalista que convirtió la canalla en bochornoso impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff en 2016, la guerra en Siria, la violencia asesina del Estado Islámico, la impunidad de los misiles de la OTAN, el uso de los Fake News, entre otros); hasta los aspectos cartográficos objetivos e irreales —como los nombres de los ríos brasileños y los ríos globales, las rutas imaginarias, los desdoblamientos de estaciones de trenes hacia donde transitan la utopía del sueño y la identidad de la memoria, entre otros recursos—; el cuerpo de la obra es la suma de una totalidad de cosas, referentes y valores que le sirven de contrapeso al autor más allá de su posición, individual, en esa su visión de mundo.
En ese sentido, la intertualidad vale no sólo como recurso estético, sino como referente moral. Los más de cuarenta epígrafes del poemario marchan parejos con todos los nombres de poetas de altísima significación cultural, empezando por los referentes grecolatinos de mitos y obras (Sísifo, Prometeo encadenado, el dios Cronos, "las dádivas" de Eros, Zéfiro el dios del viento del oeste; Hesíodo el filósofo, lo mismo que Heráclito, o Esquilo), así como grandes figuras de la literatura y el arte universal en diversas lenguas, tendencias y épocas; que de manera irónica "canoniza": Proust, Kafka, Tosltói, Drummond, Clarice, Machado, Faulkner, Virginia, Pessoa, Céline, Genet, Rawet, Mann, Lorca, Eça, Bandeira, Orides, Hilda, Piva, Ginsberg, Pound, Llansol, Leminski, Rilke y Maiakovski; sumados a otros nombres como T. S. Eliot, Edgar Allan Poe, Jorge Luis Borges, María Gabriela Llansol, Murillo Mendes, Delia Prado, Anderson Braga Horta, Augusto dos Anjos, Francisco Alvim, Paul Celan, Munch, Walter Benjamin en Portbou, Inês Lourenço, Maria Velho da Costa, Ricardo Aleixo, el escritor persa Sadegh Hedayat, Manoel de Barros y José Paulo Paes.
Especial significación tiene el tratamiento que del tema religioso presenta la obra Cartografia do abismo. A la figura del Cristo Redentor, que en Brasil es una figura clave para la imagen de Río de Janeiro, se suman sarcásticos y cuestionadores señalamientos acerca del papel manipulador de las religiones, y en específico del papel hipnotizador de los evangélicos. Por otra parte, el pecado original de Adán y Eva se entremezcla con la manzana de la empresa tecnológica Apple, en un doble juego semántico frente a la enajenación de la libertad del ser y el libre albedrío, que el poeta resuelve sumando su propio credo "religioso": su fe en la literatura. Por eso asume como "sagrada escritura", la poesía: "Minha única Escritura/ está no sacrossanto altar da Literatura" (Pág. 92). A esto suma una contra idea acerca del "Viejo Testamento", en el que declara que al comienzo no fue el verbo sino el presupuesto, el dinero, el origen de todo (el caos, el abismo, el laberinto actual). Y termina por establecer un juego de palabras entre "Santidad" y "Sanidad" en un poema que sólo tiene un verso: "Arthut Obispo de Rosario" (Pág. 168). Todos estos recursos amplían la polisemia de los poemas, y convierten esta obra en un libro de una riqueza textual extraordinaria. Su lectura es un goce absoluto, más allá del tinte pesimista, cáustico, fatalista que pueda inferirse a medida que se avanza en su equilibrado contenido.
En cuanto al leitmotiv o visión de mundo que referimos al comienzo de este ensayo, cabe señalar, para cerrar este estudio, los contornos o contextos de esa filosofía el caos, del abismo, del laberinto que, en sentido figurado, se convierten en medular motivo de la obra, tanto como si se tratara de un largo rio cuyas ensenadas y giros desembocan en la mar que es el morir.
Muerte doble, en su sentido físico, medioambiental, biótico, causada por la basura y la inconsciencia humana; y la muerte interior, dada por el tiempo-Cronos en su decurso imparable, arrastrando tras de si recuerdos, saudades y memorias, ante las cuales también la identidad del pasajero (llamado igualmente extranjero u hombre-gusano) aborda la impronta de trenes imaginarios. Movimiento y poesía aguda son en esencia las rutas de Cartografía do abismo. Extraordinario libro del poeta cataguense Ronaldo Cagiano. Por último, motivamos el descubrimiento de esta importante obra, mediante una síntesis de su cartografía, a través de la noción de sentidos que nos dan los versos:
em meio á fragilidade do caos (PAG. 9), na escuridão das vísceras (Pág. 13), Tudo sucumbe ao pó/ nada resiste ao vazio (PAG. 16), florescem/ num pomar de enfermedades/amadurecendo os embriões do abismo (PAG. 65), a cartografia de rugas/ mapeando meu rosto (PAG. 36), E de uma torre, enlouquecido como Ismália,/ ponho-me a sonhar/ com um voo sobre os abismos (PAG. 81); é em mim que o abismo,/ inimigo invencível,/ se bifurca/ num labirinto/ de novas/ mortes (PAG.41). Tento escrever um poema/ entre o ontem e o abismo/ que me separam do futuro (PAG. 77). De que abismos/ recolho os ossos/ de tantas vidas apartadas? (PAG. 73); o pulmão secreta/ hipertensos mistérios/ num rebanho/ de vazios (PAG. 66); húmus na necrópole,/ antecipação do meu abismo (PAG. 31), e um homem desabitado /em meio aos seus abismos (PAG. 28). Minha alma continua lá, / prisioneira das vertigens, /inquilina dos abismos (PAG. 60), onde a ferida é tão imensa / que decreta abismos (PAG. 62). E nossos corpos se abrem/ para enterrar outros corpos (PAG. 45), contam as horas com o silêncio / medem o tempo com a escuridão (PAG. 39), á inútil/ mendicância de afetos (PAG. 42). Nunca é tarde/ para crescer o desalentó/ diante do caos e do abismo/ que não hesitam/nesse tempo sem treguas (PAG. 44)
Pariaguán, 15 de abril de 2021
CUATRO POEMAS DE "CARTOGRAFIA DO ABISMO" (Traducidos por José Pérez)
1.- RECORDANDO A PESSOA
El río que me bañó en la infancia
¿Aún me reconoce?
IACYR ANDERSON DE FREITAS
No es el Tajo ni el Támesis ni siquiera el Tíber
no es el Duero ni el Doce ni el Danubio
tampoco el Eufrates o el Elba
mucho menos el Missouri Mississippi Ródano Reno
ni el Ganges el Nilo el Volga
ni siquiera el Jordán o el Mekong
no son esos los ríos
que atraviesan mi pueblo
con su vuelo acuático en la aguda mañana.
Es el Pomba
el río de mi ciudad
que (por) mi niñez corrió
y aún corre por mis venas
cansado del inútil navegar.
Las mismas aguas
eso me llevaron
ahora a transformarme en mi Estige,
cementerio de anzuelos
donde adornaron mi lista de barcos de papel
y el niño que f (l)ui,
navega un hombre hecho de recuerdos
en ese lecho
donde todos los días
sus brazos luchan contra Lete.
2.- UTENSILIO
Y el poema crece llevándolo todo a tu regazo.
Y el poder jamás destruye al poema.
...
el poema está hecho contra el tiempo y la carne.
HERBERTO HELDER
Todo cabe en un poema:
la escritura torcida de la soledad
los gatos de hemingway
los ángeles de rilke
la tristeza del poeta juan gelman
el gusano del hambre devorando los estómagos
la cólera y el asombro
la dictadura de dios
el funeral de la tarde
la obediencia de los rebaños
el desprecio de mi herejía
la insensibilidad de los poderosos
la agonía de los refugiados
la hediondez de la corrupción
la humillación de los excluidos
la antipoesía de auschwitz
el tiro que mató a lorca
los suicidios de vargas y sándor márai
la bomba de hiroshima
el canal suez
el sesenta y ocho de mayo
la primavera de praga
el discurso de martin luther king
la tercera orilla del río
las tierras del interior que nos habitan
las guernicas contemporáneas
las cucarachas de kaf ka y clarice
las carmenes de bizet y mérimée
las metamorfosis de la muerte
las trampas del destino
la fecundidad del adiós
el contrabando de la verdad
la coreografía de los condenados
la arqueología del caos
…
la lucidez lúdica del verbo
3.- CATÁLOGO FUNERARIO
el diploma de mecanografía
la bandera de la inauguración de brasilia
el monóculo con la foto de cristo redentor
la cinta de k7 con el hit parade de simon & garfunkel
telecath montilla con ted boy marino
show de autos del vecino rico
la conga miserable del quinto grado de secundaria
la bota de futbol
la carretilla de rueda
el operador de telégrafo en la estación de leopoldina
secreta kodak instamatic
miss brasil con traje de baño catalina y helena rubinstein
el kid nacional
el cielo es el límite, con j. silvestre
un momento, maestro, con flávio cavalcanti
radio reloj de rio de janeiro, ¿lo sabias?
almanaque de fontoura biotónico
el hombre de los seis millones de dólares
colapso del elevado paulo de frontin
la joelma y el andraus arden en llamas
armando marques, clóvis bornay, evandro de castro lima
wilza carla es lo nuestro
capitán ala, madame satan, tenório cavalcanti y su lurdinha
mariel mariscot, leopoldo heitor, dana de teffé,
pendiente de sacopã,
teniente bandera ángela diniz, dock Street, abogado del diablo
reportero de esso, testigo ocular de la historia
¿quién secuestró al niño carlinhos?
un cristo sangra en el puerto de caixas
shazan, sherife & co
casas hudersfield, difíciles de pronunciar, pero fáciles de encontrar
después del sol que ilumina la galería salvaje de tu casa
el reloj maaaaaarca ...
1001 utilidades
4.- VIRTUALIDAD
Ya no es hoy
este desierto de almas
despoblando cada pedazo de tierra
aniquilando todos los espacios de la casa
exiliando una a una las estaciones de trabajo
(con sus corrales de cristal y silencios)
homiziando restaurantes y temp (l) os,
esterilizando hogares y conciencias
impone la cizaña en las escuelas
y el rechazo de los abrazos.
Observen al hombre en su visceral necesidad
de no-estar-en-el-mundo,
ausentándose del verdadero planeta
en el que debería convivir.
Conectado al resto,
desconectado de sí mismo
[desconectada conexión].
Bestias en esa selva digital,
la presencia virtual nos tritura,
iluminada por la dictadura letal de la tecnología
imponiéndose como animal indomable,
apartheid afectivo que ese nuevo fetichismo instaura
(celulares, smartphones, sms, whatsapp, twitter, ipod, ipad).
Estas antenas de la deserción de lo esencial
esos pulpos tentaculares para devorar lo sensorial
—síndrome de un mundo perro y sin límites—
exilia corazones,
(mentes plegadas al anonimato)
sepultureros de los sentimientos
implantando la era de la cosificación y la etiqueta
en un tiempo de prótesis de gestos y sentidos,
de cuerpos impostores alienando toques.
Veo una nación de inquilinos del silencio,
una patria gestionada por la abismal no convivencia
(reino del tener, muerte del ser),
donde diálogos y miradas
son relegados a la oscuridad y al anonimato
en la red social con sus arácnidos para devorarnos.
Hay más abismo entre un ser y otro
en la mesa sordo-muda de McDonalds
que entre un meteorito alucinado varando la atmósfera
y el terreno imprevisto que te espera.
Ah, José Paulo Paes, ¿cómo tenías razón en tu
agudísima sentencia,
[pletórica de la verdad que nos atraviesa como un rayo,
imponiendo lo real a la inhumanidad fabricada]:
"acabaremos vidiotas e internéscios ".
...
Ruinas de un siglo adolescente
en la erección de este tiempo sin lenguaje ni emociones ...