Para quienes vivimos en esta hermosa tierra insular septiembre es sin duda el mes más bonito del año porque es el mes de nuestra Virgencita del Valle. Y este 2022, cuando celebramos 111 años de su coronación canónica y el primer centenario de su proclamación como patrona del oriente venezolano, lo vivimos con especial alegría porque tenemos la dicha de reencontrarnos con nuestra madre después de la pandemia y compartir con ella desde bien cerquita mostrándole nuestra fe y devoción.
Para muchos de nosotros la Virgen bonita lo es todo. Es una madre compasiva, bondadosa, paciente, hermosa y tras estos años de dificultades, especialmente en lo relacionado con la salud, tenemos mucho que agradecerle por sus bendiciones y su protección, por sus milagros, por guiarnos siempre y ayudarnos a levantar después de cada tropiezo. Con su ejemplo nos ha enseñado a ser más bondadosos con nuestros hermanos y de allí ha logrado que muchos estemos mejor, hayamos compartido y ayudado a quienes nos han necesitado.
Su compañía en cada paso define nuestro andar y por ello, con todo nuestro corazón, con gran fuerza y admiración, decimos: ¡Gracias madre! Gracias por estar en todo momento junto a tus fieles y cubrirnos con tu manto sagrado.
La celebración de nuestra Patrona de Oriente, también patrona de los pescadores y de nuestra Armada Bolivariana, es propicia para unirnos en oración y elevar una gran e importante petición por la paz en Venezuela y todo el mundo; por la salud, la justicia, el cese de la guerra y la pobreza, para que todos podamos vivir bien y tengamos los medios para trabajar, alimentarnos y vestirnos, que todos podamos ser felices y disfrutar unidos como hijos de Dios.
Queridos hermanos: vamos a agradecerle a nuestra Virgen del Valle todas las cosas hermosas que nos ha dado siendo recíprocos con ella, viviendo con humildad, solidaridad, comprensión, tolerancia, así podremos vivir mejor y salvar el mundo, pues solo en lo divino, en Dios y la Virgencita, podremos encontrar el camino del bien para que nuestros hijos y nuestros nietos tengan un futuro mejor. Un abrazo.
