Salud Colectiva Decolonial

¿Cómo construir Proyectos Axiológicos Colectivos, en la sociedad en la que vivimos?

Toda convivencia humana comunitaria, comunal y social, requiere de principios y valores que contribuyan a organizar a los colectivos humanos, para producir y reproducir el desarrollo de formas de conocimientos y técnicas que permitan utilizar los elementos y componentes que nos proporciona la naturaleza como medios para vivir y sobrevivir en sociedad, ¿Será esto posible, en la sociedad en la que nos corresponde vivir?, en "crisis civilizatoria moderna occidental capitalista y globalizada" que ha devastado la naturaleza mediante la explotación, el extractivismo y el saqueo.

Crisis debida a un doble discurso político, económico, cultural, ético y moral de élites, oligarquías y poderes fácticos, que con los hechos señala al resto de la sociedad: "deben y tienen que hacer lo que decimos, pero no lo que nosotros hacemos", lo que ellos hacen es, llevar las contradicciones sociales al máximo, polarizando geopolíticamente al planeta desde hace más de 5 siglos en un Norte Global, "civilizado", orientado hacia el progreso y crecimiento económico ilimitado y un Sur Global "bárbaro", fuente de materias primas, extraídas, saqueadas y bajo explotación por la industrialización científica y tecnológica del Norte Global.

Esa es la sociedad que nos desafía a la construcción de una Epistemología Axiológica, como sustento de un Proyecto Axiológico Colectivo (PAC), humanista, ecopolíticamente ético, que avance con el propósito de alcanzar entre todos, un desarrollo de bienestar humano integral e integrado con la naturaleza, las otras formas de vida del planeta en condiciones de igualdad, justicia e inclusión. Marx y Engels, hace casi dos siglos, premonitoriamente nos dijeron que ese deseo humano, loable, libertario y democrático, no es posible con un modelo económico capitalista, individualista, egoísta, sustentado en el lucro personal o corporativo; el tiempo parece darles la razón.

Desde que el ser humano se hizo sedentario, las condiciones naturales de vida le permitieron la sobrevivencia a través de organizar la vida colectiva, para producir y reproducirse demográficamente, crear fuerzas productivas cuyo avance generó la división social del trabajo, ese devenir histórico de la sociedad fue generando nuevas fuerzas productivas y con ello, nuevas divisiones sociales del trabajo, a través de un proceso lento y progresivo, lo que a su vez generó la necesidad de formular Proyectos Axiológicos Colectivos, que contribuyeran con la organización y el orden social de la tribu, posteriormente la comunidad, lo comunal, campos y ciudades, surgiendo lo rural y lo urbano. Eso fue así en las sociedades preindustrial e industrial occidental europea.

Las civilizaciones originarias de Abya Yala tuvieron otro desarrollo, que necesario es develar, porque lo cierto es que su cultura protectora de la pacha mama y menos suicida, que la cultura occidental actual, cada vez más cercana a ser una cultura de la muerte y alejada axiológicamente de la vida y la salud mental. Lo cierto es que luego de conquistadas y colonializadas las civilizaciones de Abya Yala, se les impuso mediante la cultura del saqueo y la muerte, la organización y orden colonial, que luego de la gesta independentista de nuestros pueblos en el siglo XIX, ha proseguido mediante la colonialidad del poder, colonialidad del saber y colonialidad del ser-estar, como patrón ideológico, hasta nuestros días.

El avance científico tecnológico arrollador durante el siglo XX y lo que va de este siglo XXI, las fuerzas productivas se han concentrado en el conocimiento y la información tecnológica, convirtiendo la actual sociedad en la sociedad de la información y el conocimiento, con intenso dinamismo, innovación y transformación, donde lo único constante es el cambio, hay nuevas fuerzas productivas y nuevas formas de división social del trabajo, ya no es solo trabajo manual y trabajo intelectual, sino dentro del trabajo intelectual encontramos el trabajo científico, el trabajo investigativo y el trabajo tecnológico, este último con una capacidad expansiva, con el desarrollo de la inteligencia artificial, que amenaza desplazar al ser humano de muchas áreas laborales.

Desarrollar Proyectos Axiológicos Colectivos, para la sociedad occidental de hoy requiere de una Epistemología Axiológica y una nueva Antropología, no jerárquica, sino de gran responsabilidad ética, para que los avances científicos, tecnológicos y su uso, sean para construir colectivamente una cultura de paz y bien-estar humano colectivo, que supere usos inadecuados, equivocados o interesados, que están produciendo sufrimiento humano y malestar en la naturaleza, evidenciado esto último en el cambio climático y la crisis ecológica. He ahí el gran desafío de la humanidad actual, que nunca antes históricamente se había presentado y que llama la atención sobre la hipercomplejidad de la condición del ser humano y su salud mental, cargada de incertidumbres, que reclama a la sociedad de la información y el conocimiento grandes desafíos axiológicos.

Los Proyectos Axiológicos Colectivos para la sociedad de la información y el conocimiento, demandan de un Epistemología Axiológica sustentada en una Antropología cuyo núcleo central es lo bio-antropo-cultural, que nos permite encontrarnos con cuatro grandes pensadores de lo humano, Edgar Moran (2000), Humberto Maturana (2007), Enrique Dussel (2010) y Mariá Corbit (2013), que nos permiten aproximarnos a la humanización del ser, al conocimiento de la condición humana, a la naturaleza/no naturaleza de lo humano y lo comunitario del ser humano, que lo distingue de otros vivientes no humanos.

Humberto Maturana nos legó que lo que nos hizo humanos, fue el "lenguajear", que no es una manera primaria de comunicar, sino precursora del habla, que es convivir y compartir, que nos distingue del resto de lo viviente no humano. Enrique Dussel nos señaló que los humanos somos comunitarios, nacemos en una comunidad que es previa a nuestra existencia y que permite desarrollar nuestra voluntad de vida, los vivientes no humanos, los animales son gregarios, nacen y viven en manada. Edgar Moran vincula lo bio, la vida, con lo antropológico, lo social, lo cultural a través de tres bucles o tríadas. Mariá Corbit nos señala que el habla y la significación son inventos biológicos de la evolución, nacemos con la capacidad de hablar porque en nuestro organismo existe una anatomía que nos permite emitir la voz como significante acústico y una mente capaz de significar y simbolizar el mundo de cosas en el que convivimos y se desarrolla la vida social. Corbit también nos señala que en nuestra doble dimensión de acceder a lo real, posibilita la dialéctica naturaleza/no naturaleza.

Desarrollemos las ideas y evidencias anteriores, nos humanizamos según Maturana (2007) mediante el "lenguajear", que luego mediante el habla como invento biológico evolutivo, Corbit (2013), aprendemos a comunicarnos, interactuar, relacionarnos mediante el aprendizaje de una lengua, un idioma, que es un hecho cultural, aprendemos a acceder a conocer el mundo de cosas que nos rodea, que hemos denominado lo real, la realidad social, mediante dos dimensiones que nos permiten significar, dar sentido, nombrar con palabras a las cosas que nos rodean, que son hechos culturales que se encuentran en la comunidad humana donde nacemos, que es anterior a nuestra existencia (Dussel, 2010), damos naturaleza a algo que no lo tenía, a lo que Marx en la teoría del valor denominó, valor de uso.

Por su parte, Edgar Morán (2000) mediante el pensamiento complejo ha estudiado la complejidad de la condición humana, mediante tres bucles o tríadas a saber: a) bucle bio-cultural, nacemos con un cerebro humano llamado cerebro triuno, es decir, son tres cerebros que indican el camino evolutivo de millones de años seguido por este órgano, que tienen un tallo cerebral o cerebro reptil, un cerebro emocional, sistema límbico de todos los mamíferos, cerebros de nuestros antepasados evolutivos y el neo córtex, el cerebro más evolucionado del homo sapiens sapiens, de la conciencia y la razón.

De la complementariedad cerebro/cultura emerge la mente. El bucle bio-antropológico; lo instintivo, impulsivo animal y la razón, emerge lo sentipensante, emoción y pensamiento. El bucle bio-social: la especie y el individuo como unidad representativa de la especie, emerge la sociedad y lo convivencial.

Mariá Corbi (2013) nos habla de una cualidad específicamente humana, una naturaleza/no naturaleza por su doble acceso a la realidad. El mundo de los animales es binario: el animal y necesidades, por un lado y el ambiente como conjunto de acotaciones y significaciones, por otro, es un mundo binario, de cambio muy lento; el ser humano es trinario: sujeto de necesidades, que usa el lenguaje como comunicación e intermediación con otros seres humanos, la naturaleza y el mundo de cosas que lo rodea, es el único viviente que tienen conciencia de sí mismo. Los humanos tenemos un doble acceso al contexto, el mundo de las cosas y a nosotros mismos.

El primero es el acceso al significado que tiene para nosotros, las cosas, que es la interpretación/valoración en relación a nosotros como sujetos de necesidad, el segundo es el acceso a las cosas mismas, independientes de su significado para nosotros mismos. Por esta vía, las cosas tienen más dimensiones que el significado que les atribuimos y, por tanto, no se identifican con ese significado. Llegamos a saber que al existir en sí mismas, las cosas no tienen ninguna de las significaciones que les atribuimos. Esa libertad del ambiente, equivale a una no-naturaleza. Esta naturaleza no-naturaleza, de estructura ternaria, es una forma de la vida para la adaptación rápida a los cambios del ambiente o para provocarlos. Esa naturaleza no-naturaleza o doble experiencia de lo real es nuestra cualidad específica humana, nuestro núcleo antropológico y cualidad humana profunda.

En síntesis, todo nuestro saber, querer y hacer, están mediatizados por nuestro doble acceso a la realidad al mundo de las cosas. De lo anterior como núcleo antropológico bio-antropo-social complejo, es el sustento de la Epistemología Axiológica, para construir una propuesta de Proyecto Axiológico Colectivo de la sociedad de la información y el conocimiento, intentaremos por lo menos un desarrollo teórico la próxima semana.

 

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Pedro Alcalá Afanador

Doctor en Ciencias Gerenciales - Doctor en Ciencias Sociales - Especialista en Salud Pública - Psiquiatra - Médico Cirujano

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