Cuando el pasado mes de noviembre, el Presidente Chávez fustigó a las Empresas Constructores por las prácticas de hostigamiento y chantajes a los compradores de viviendas por un lado y por el otro por las continuas estafas inmobiliarias que se venían dando también en el país, es cuando se inicia la verdadera cruzada contra esas mafias inmobiliarias. Es así como se involucra el Ministerio Público, por cuanto hasta esa fecha las denuncias de estafa que descansaban en sus oficinas a nivel nacional, no eran procesadas ó por lo menos no formaban parte de las prioridades de ese Ministerio.
En todo momento a partir de allí, durante los continuos programas y declaraciones públicas del Presidente cuando se refiere a estos delitos, señala la responsabilidad de los grandes capitalistas, banqueros, promotores, constructores y colaboradores inmediatos de su responsabilidad en estos hechos. En ningún momento tanto el Presidente, los afectados ó alguna otra persona con sentido común, ha siquiera insinuado al personal subalterno de estas empresas de alguna responsabilidad de los delitos de sus patronos. Por ejemplo, en el caso de las estafas y desfalcos que se investigan en el Banco Federal y en BANCORO, se han acusado y solicitado arrestos y medidas judiciales a los capos de estas instituciones. Es decir, no se han detenido ni actuado contra los Porteros, Secretarias, Cajeros, Administradores, Contadores, Gerentes de oficina por cuanto muchos de ellos también han sido víctima de estos estafadores.
Pues bien, veamos lo que sucedió en la Ciudad de Pto. Fijo ante las denuncias de estafa inmobiliaria contra la Constructora CONGARNUC:
Ocurrió la pasada semana, cuando una decisión de un Tribunal en la Ciudad a solicitud del Ministerio Público, privó de libertad a la Secretaria y Administradora de la Empresa Constructora CONGARNUC. Ante las denuncias que ya tenían varios años reposando en las oficinas del sistema judicial y ante la presión nacional que se venía dando, se tomó una decisión de tan inexplicable desatino, que provocó la frustración, ira, desilusión de los estafados y afectados, a tal punto que “las víctimas se erigieran como defensores de los supuestos estafadores”. Se dio de nuevo el Milagro del Síndrome de Estocolmo.
Como sabe el país, fue la presión ejercida por el Presidente Chávez, que motivó tanto al Ministerio Público como los Tribunales del País a procesar las denuncias que tenían años durmiendo en las oficinas del colapsado Sistema Judicial. Ninguna entidad pública incluyendo el INDEPABIS, se había sensibilizado por lo que venían padeciendo millares de venezolanos de clase media. Pero aún así con el empuje del Presidente, se sigue poniendo la torta ó como dijo Chávez “Pusieron la Plasta”.
Cómo es que cuando las víctimas de la Empresa COGARNUC, esperábamos se hiciera justicia apresando a los Dueños de la Empresa, Jefe de oficina, Apoderados ó miembros de la Junta directiva, lo único que nos presentan como trofeo es a una secretaria y a una empleada de administración. ¿Qué es esto? ¿cómo se puede llamar a esto?.
La Doctora Luisa Ortega Díaz debe saber de esto y debe enderezar el entuerto, no puede permitir que se siga imponiendo la Justicia Burguesa, donde solo se persigue y castiga a los pobres a los roba gallinas, mientras los burgueses, los adinerados y ladrones de los huevos de oro en este caso, los que se llevaron nuestro dinero, se salgan con las suyas. Aún como personas afectadas, tenemos un concepto de justicia muchísimo mas amplia, socialista y revolucionaria que cualquier letrado cubierto por el manto de la autoridad.
El llamado también es para la Doctora Estela Morales, que practique lo que predica y ponga en práctica lo que dijo en su discurso de apertura Judicial 2011, en cuanto a que “la formación de las nuevas generaciones está basada en la justicia, la igualdad y que los nuevos jueces deben estar formados con valores éticos comprometidos con el Derecho Justo”. En este caso no podemos esperar por estos Jueces, tenemos que contar con la generación actual. Aspiramos finalmente, que en nuestro nombre no se materialice una injusticia mucho mayor que condene a hombres y mujeres que nada tienen que ver con nuestra denuncia. De ser necesario, entonces renunciaremos a ello.
Ing.
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