El Cuervo ordeno asesinarles

Todo empezó en los sótanos de Altamira

Roxana Rivero es la única sobreviviente de las masacres de Parque Caiza y de la entrada a la hacienda Palo Gacho en la carretera Cupo-Chuspita en el estado Miranda, exterminio ordenado por el ex general de la Guardia Nacional Felipe Rodríguez, alias El Cuervo, cuando la toma militar de Plaza Altamira.

El Cuervo, hoy está en libertad, tan sólo cumplió menos de la mitad de la pena impuesta por un tribunal por haber colocado sendos explosivos en las sedes diplomáticas de España y Colombia, pero nunca fue procesado por el delito de autoría intelectual en el homicidio contra cuatro jóvenes y una quinta sobreviviente, quienes estaban participando de la toma de esta plaza en el año 2002. Todos nos preguntamos: ¿habrá justicia en este caso?

Según la sobreviviente, -Roxana Rivero- todo el problema empieza por un individuo de nombre Leonardo Rojas, quien guarda en archivos policiales antecedentes por delitos de seducción y hurto genérico, este persona merodeaba constantemente la plaza Altamira y fue llevado por su tío, un coronel de apellido Rojas quien también se encontraba alzado y fue uno de los organizadores de aquellos días de tragedia que vivió estupefacto todo el país.

Los militares golpistas montan la celada, querían montar una masacre y culpar al gobierno de penetrar la protesta haciendo asesinatos selectivos de algunos militares, y empezaron por los soldados y sus novias.

Roxana Rivero se presta sin saber que ella misma seria una víctima del complot fraguado en el “bunker” de Altamira, acusa a Leonardo Rojas de haberla querido violar en los sótanos de plaza Altamira, ella se lo cuenta a su novio de nombre Félix Pinto y quien era soldado del ejército pero también era de los disidentes, entonces este procede a darle una paliza a Leonardo Rojas en compañía de los hoy occisos Ángel Salas Lozano y Darwin Argüello.

Entonces, Leonardo Rojas cobra venganza, se lo cuenta a su tío el coronel Rojas y este cuadra todo con el coronel Pillieri y con el general de la Guardia Nacional Felipe Rodríguez alias El Cuervo, quienes le encargan a Tairo Robinson Aristigueta Ramírez, alias “El Gordo”, Gregory Rafael Umanés Castillo, alias “El Zorro”, Luis Gregorio Chacín Sanguines, con el apodo de “Armadillo” y ex funcionario de la policía de El Hatillo, alcaldía que para ese momento jugó un gran papel conspirador en estos sucesos y Pedro Antonio Sifontes Núñez. Entre todos buscan a los soldados y sus novias y los masacran.

Hoy, estas personas están presas y pagando altas condenas, pero los autores intelectuales, coronel Pillieri, coronel Rojas y el ex general Felipe Rodríguez, aún no han pagado por su alevoso crimen.





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Miguel A. Jaimes N.

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

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