A los todos
los Pueblos hermanos, a los gobiernos del mundo, a todos los movimientos
de liberación, a los medios de comunicación nacionales internacionales,
a los que luchan día a día por conseguir la Justicia e Igualdad social,
a ustedes nuestro sentir:
Desde la rabia y la tristeza, desde los barrios y los pueblos, desde el corazón de los que seguimos obstinados en los sueños de libertad y justicia. Desde aquí, con la sangre de la resistencia y libertaria de nuestros antepasados, nos despedimos de ti, gran amigo, gran guerrero latinoamericano, gran ejemplo a seguir, Alfonso, un ¡hasta siempre hermano!
Eres otro gran mártir sembrado en nuestras almas, por las aberraciones de un enemigo que intenta dominarnos, muchas veces extranjero, otras tantos nacionales que han claudicados pues sus mentes y corazones ya le pertenecen al enemigo.
Alfonso, es nuestro deber no doblegar, aguantar, multiplicar, organizar y actuar. Cada cuadro político, cada cuadro revolucionario, cada militante, cada simpatizante debe fomentar tu ejemplo. ¡Jamás morirás! Y sí, sin ningún temor ni vergüenza diremos al mundo ¡Viva Alfonso Cano! ¡Viva Marulanda! ¡Viva las FARC-EP!
Nuestro compromiso no queda en la consigna, tampoco en el mural, menos en este articulo. Nuestro compromiso verdaderamente está en el esfuerzo constante de profundizar la revolución, de combatir al enemigo, de luchar al lado del pueblo pobre, contra la burguesía y el imperio. Imprescindible la formación moral e ideológica de cada camarada, de cada vecino, de cada niño, de todos nosotros. Profunda, constante, pues el enemigo nos ataca con sus medios masivos de comunicación así como con sus bombas y balas.
Con Alfonso no pudieron, ni con su seductor sistema capitalista, ni con sus alienantes cantos ni modas, ni con el terror de sus armas, pues su compromiso provino de su espíritu, de su sólida ideología, de su claridéz política, de su estratégica formación militar. Por ello el enemigo recurrió a suprimirlo, a asesinarle, a eliminarlo físicamente. Y con él intentan eliminar la dignidad de todo un pueblo que no se rinde. Junto a Marulanda, a Raúl Reyes, a Ivan Ríos, al negro Acacio, a Martín Caballero, a Jorge Briceño, y hoy junto a Alfonso Cano, estamos los esperanzados del mundo, los siempre creeremos de que un mundo más humano sí se puede y nos los merecemos.
Millones somos en América, millones en África, millones en Asia, millones en el mundo, los que siempre actuaremos por un mundo mejor, de igualdades y justicia para todos. La siembra en combate, desigual y desproporcionada, de nuestro gran camarada, no nos desalienta. Por el contrario, nos impulsa a fortalecernos, a multiplicarnos, para seguir luchando.
Vean ciudadanos del mundo quienes somos en Latinoamérica. Una raza de guerreros nacidos para la libertad. Primero muertos antes de ser vencidos.
Con el Pueblo Pobre, todo. Sin el Pueblo Pobre, nada.
Junto al liderazgo del comandante Chávez. Alfonso Cano, mártir de Latinoamérica.
¡Bolívar Vive! ¡La lucha sigue!
A los 200 años de nuestra independencia. Desde la Tierras de los Libertadores.
Entre la rabia y la ternura,