A los 36 años del Crimen, ¡Jorge Rodríguez Vive!

Seamos consecuentes con nuestro grito de combate:

“El Socialismo se Conquista Peleando”.

No desmayemos ni un minuto en esa pelea

Que tiene como límite la victoria o la muerte

Jorge Rodríguez.

*Ahora me convencí terminantemente de que los términos medios no pueden significar otra cosa que antesala de la traición

*Ernesto Che Guevara

Transcribiré estas páginas con la descarnada realidad como sucedieron entonces. A veces, dura y cruel como la vida misma, otras, las menos, pero las más hermosas para recordar son las que llenaron por fugaces momentos de amor y poesía el alma y la vida de este luchador eterno llamado Jorge Rodríguez.

Escritas están en estas cuartillas, que contienen los acontecimientos inéditos que por uno de esos designios del destino me tocó vivir y compartir con el camarada Jorge Rodríguez, (padre). En momentos como aquellos de los años sesenta, en que se cruzaron nuestras vidas y se cruzaron, por suerte del destino. Compartiendo ambos, una ideología común anti imperialista y por ende revolucionaria, lo que nos unió para siempre intentando lograr alcanzar un objetivo común, liberar al pueblo trabajador del yugo imperialista, y de la injusticia impuesta por la oligarquía criolla y las multinacionales extranjeras. La misma oligarquía, que expulso a Bolívar de su patria, por orden del Presidente de entonces y su fiel sirviente el General José Antonio Páez. Para luego Bolívar morir en el destierro, traicionado y puede que asesinado, según se desprende de investigaciones efectuadas por respetados historiadores.

Un perfil de Jorge Rodríguez G.

Jorge, fue un entrañable amigo, un hermano de luchas. Era solidario el maestro en cultivar los más puros ideales libertarios. Creador de sueños y fundador de un partido revolucionario proletario “La Liga Socialista”, un partido con el idealismo y combatividad necesarias para transformar a nuestro pueblo trabajador, y sus estructuras  y sus estructuras socio económicas injustas y explotadoras para hacerlo feliz en un futuro no lejano. El camarada Jorge Rodríguez, Creía en lo que predicaba, él ponía su fe, la del convencimiento, esa misma que es capaz de mover montañas y hacer caminar a Pedro por las aguas. Jorge, unía su palabra con el hacer diario de su ejemplo.

El maestro, y su legado como lo es aún hoy día, fue un consecuente luchador anti imperialista, en contra de los gobiernos entreguistas y pitiyanquis de AD y COPEY. Valiente combatiente por los derechos humanos la libertad y la justicia social del proletariado, no sólo de Venezuela, también se preocupó en visitar otros países de América, oprimidos por la bota de la tiranía fascista.

Jorge era un verdadero ideólogo, revolucionario e internacionalista.

Joselín: El que esto escribe.

Actualmente, el que esto escribe, cumplió setenta años, mi mejor regalo para el recuerdo de Jorge, y para mí, es dejar plasmada esta historia real y auténtica, sobre el papel, con la transparencia tal y como los hechos ocurrieron, valiéndome para ello de las inquietas y traviesas fierecillas, esas chiquillas llamadas letras de nuestro alfabeto que como negras figurillas se lanzan en mi auxilio formando la imagen visual con las palabras, de las ideas  expresadas con nuestro alfabeto castellano. Dando sentido a este relato y a todo lo que voy a contarles en las siguientes páginas inéditas del Jorge que yo conocí.

Comienza la Historia.

Esta historia compuesta de partes históricas de la vida del maestro, y guardadas en mi memoria actual y que aún puedo recordar con claridad, deseo queden aquí impresas, como un ejemplo digno a seguir, por la juventudes revolucionarias venideras de todos los tiempos y de todos las naciones. Que la misma, se guarde para hacer posteriormente la historia verdadera de los pueblos combatientes por su dignidad. Con ese propósito, escribo estas páginas, para conservarlas grabadas en vuestra memoria amigo lector. Dejo aquí, plasmado mi testimonio, de las cualidades de luchador, de un gran hombre lleno de humanidad, igualdad y justicia, de almas noble, cualidades que adornaron toda su vida, y su accionar, de este valiente y querido compañero revolucionario venezolano e internacionalista como el Che Guevara, que se llama –porque los valientes nunca mueren- Jorge Rodríguez, vivirá para siempre en el corazón del pueblo.

–Mártir del gobierno de Carlos Andrés y de su ministro del interior Octavio Lepage.

Escribo esta crónica histórica, como un ganado y merecido tributo, al joven amigo Jorge Rodríguez. Quien en vida fue: combatiente, idealista, y guerrillero del MIR, (Movimiento de Izquierda Revolucionario) además de sembrador de ideales en su accionar diario, con su palabra y sus acciones, creando las condiciones objetivas y necesarias para nuestra soñada revolución bolivariana que hoy vivimos.

Jorge, en efecto fue un eterno sembrador de ideales nuevos y de tácticas de estrategias, novedosas, con él vibra la revolución de hoy. Vientos de cambio, nubes de tormenta, por tanto vientos rebeldes, llenos de libertad y de justicia que hoy soplaban indomables recorrieron los campos, las praderas y las montañas de nuestra Venezuela, de nuestra América toda. Eran aquellos años sesenta y continuaron hoy y más allá.

Dando sus frutos en el joven proceso bolivariana.

Sí hombres como Jorge, no hubiesen consagrado sus vidas a la causa noble de la revolución y dispuestos a sacrificar sus vidas “el valor más preciado que tiene un hombre” a la causa del proletariado, como lo hizo Jorge, si no hubiese sacrificando, una vida de tranquilidad y de paz hogareña relativamente tranquila con su amorosa esposa Delsi, y sus pequeños hijos para entonces Jorgito el primogénito y Delsi Eloina, su niña consentida, -por ser niña y la más pequeña- en pro de su ideal, y de nuestros sueños, -los de todos nosotros- con toda certeza no estaríamos hoy viviendo este nuevo amanecer colmado de futuro y esperanzas llamado revolución bolivariana portadora de nuevas esperanzas para los pueblos del mundo.

Gracias a combatientes como Jorge, que lo dieron todo, que vivieron en la praxis diaria de sus hechos la teoría marxista leninista, gracias a luchadores como él, de nobles ideales para con su pueblo, que cayeron uno tras otro en desigual combate en los años sesenta y más allá. Que se murieron en el combate por un mundo mejor y más justo. Luchando contra el enemigo opresor de nuestra clase, la oligarquía.

Sin ellos, no existiría hoy la Revolución Bolivariana. Jorge, se comportó como un verdadero héroe espartano, a hombres como él, se les debe el que hoy podamos los venezolanos, vivir este nuevo amanecer revolucionario.

El Jorge que yo conocí.

Sin duda, aquí empieza esta historia.

Jorge, fue un joven inteligente, se puede decir sin equivocarnos que sobresalía del promedio, dotado de una gran humanidad, solidario y con una gran preocupación por los problemas que acogotaban en esos momentos a la clase obrera venezolana, que la sentía como sus hermanos de clase.

A pesar de todas sus luchas que lo rodeaban siempre, fue siempre muy solidario con todos nosotros, con nuestros problemas, y nuestras estrecheces del diario vivir, él las hacia suyas, las compartía y trataba siempre de ayudar al más necesitado buscando aquella solución que quizá no existía, pero que encontrada por Jorge, nos parecía casi milagrosa. Dotado de una solidaridad siempre a flor de piel, no podía ver una injusticia sin tratar de remediarla, aunque esto le costase soportar en carne propia riesgos y sufrimientos.

Puedo decir sin equivocarme, que su amistad y el conocerlo fue lo mejor que me pudo pasar en mis días de juventud estudiantil y aún después hasta su partida. Jorge, antes y después marcó toda mi existencia de aquellos años sesenta, tal como lo hicieron Fidel, con la revolución cubana y el internacionalismo proletario del Che. Bien puedo decir que en mi vida hubo un antes y un después que marcharan siempre de la mano de hombres como Bolívar, Martí, Che Guevara, Fidel. Aparte, mi padre, mi suegro y Jorge trazaron con su ejemplo, un triángulo de virtudes y principios y mis más queridos y soñados ideales de luchador revolucionario. 

Para ser un fiel narrador de estas, mis vivencias, -El Jorge que yo conocí. Debo decir siempre la verdad de los hechos y no ocultar nada, es fácil decirlo, pero difícil cumplirlo, debo describir todo recuerdo y cada circunstancia tal como ocurrieron en la misma secuencia de tiempo y lugar, con nombres y lugares reales de las escenas que aquí describo.

 Estas remembranzas, las mismas que forman una parte muy pequeña de la historia de la vida y acciones de este inolvidable amigo, compañero y hermano Jorge Rodríguez Gómez, y que considero, dadas las circunstancias y el momento histórico que vivimos, deben ser conocidas hoy por todos y cada uno de ustedes, los revolucionarios auténticos.

Siento que tengo un deber solidario, de contribuir a enaltecer la figura de aquel joven dirigente estudiantil del MIR de los años sesenta. Inmensa en hechos, pero corta en el tiempo, fue la vida de Jorge. Nuestro maestro, como le decíamos todos cariñosamente, tal como le llamaron en su momento los propios apóstoles a Jesús el palestino. Al igual que ellos, los doce apóstoles, cuantos de nosotros quedaron sembrados en los campos, montes, veredas y caminos de la patria y como Jesús el Nazareno, Jorge sacrifica su vida por nuestros ideales, asesinado como Jesús por el sanedrín de la oligarquía de la época. Para así, limpiar con su sangre el pecado de tantos y lograr la salvación de muchos, que hoy podemos vivir esta nueva aurora de justicia y libertad que es hoy esta revolución bolivariana.

Todos ustedes, mis amables lectores deben estudiar a Jorge y cuanto les sea posible, vivir su ejemplo; para que aprendan a conocer un espíritu indomable ejemplar y valeroso. El ejemplo de este noble combatiente, no deben quedar en el olvido, ni una sola de las historias que compartí con este buen amigo y combatiente. La Historia está aún por escribirse, y en realidad sabemos muy poco de todas esas luchas profundas de aquellos años sesenta. Todavía se siguen buscando compañeros caídos y desaparecidos en aquellos combates revolucionarios, como es el caso de Vítor Soto Rojas, hermano del camarada Fernando Soto, hoy presidente de la Asamblea Nacional Bolivariana. Víctor fue comisario político del frente guerrillero Ezequiel Zamora de las montañas del Bachiller, y su madre murió después de muchos años sin poderle llevar una rosa a la tumba del hijo siempre amado, de su recordado hijo, ya que las fuerzas represivas del gobierno “democrático” ja, ja, da risa llamarse “democrático” lo desaparecen y asesinaron lanzándolo desde un Helicóptero en pleno vuelo en un lugar “desconocido” las mismas montañas que trató de liberar. Américo Silva, es otro luchador social y comandante guerrillero, caído en combate tras enfrentarse con los cuerpos de seguridad del gobierno de Rafael Caldera.

La vida de Jorge fue muy fructífera, era un combatiente social infatigable, capaz de darlo todo para lograr el triunfo y alcanzar la cima de sus sueños para instaurar en nuestra patria un gobierno justo y humano para nuestro pueblo.

Fue Jorge, un cruento enemigo del imperialismo, y del fascismo, de la explotación del hombre humilde por parte de los poderosos opresores, como suelen serlo todos los gobiernos entregados a la oligarquía pitiyanqui.

Lo que contaré en estas páginas, apreciados lectores, realmente sucedió. Aunque algunos no lo crean o quizá lo pongan en duda- Todo lo cuento vaciado en el molde de la realidad que da forma a esta histórica. Tal vez, algunas de ellas, sean desconocidas aún por sus propios hijos, y su esposa. Forman todas estas cortas historias en su conjunto toda una visión de la vida real del maestro, de su vida, de nuestra vida, sólo es  una pequeña parte, la que me toco compartir con él, son todos juntos unos cortos momentos de su diaria lucha y que forman parte del todo de su vida, por lo que debe ser recogido para la historia verdadera del camarada Jorge Rodríguez, estas narraciones reflejan su inquieta vida en aquellos instantes de tormenta en la que me tocó participar, como su amigo y hermano de luchas y como combatiente y soñador, compartiendo sus sueños.

En Jorge vive hoy, el pasado y el presente revolucionarios no sólo de Venezuela Bolivariana si no de nuestra América toda. Jorge está formado de ideología bolivariana y marxista recubierto con la arcilla de su experiencia acumulada por su accionar constante a pesar de su juventud, tiene acumulada una gran experiencia, que unida a su diario vivir valiente y heroico, cosa esta que demostró en todos los momentos de su vida, y de su final heroico. Con virtudes, convicciones e ideales muy poco comunes en los mortales de hoy día, y a las que siempre permaneció fiel, por ellas, entregó su vida. Predicaba siempre con su ejemplo, como hizo Cristo y el Che Guevara. Tiene tan sólo, treinta y unos años, cuando es asesinado para silenciar sus ideas y su ejemplo de joven rebelde y revolucionario. A Jorge lo asesinan los esbirros del régimen de Carlos Andrés Pérez, queriendo acabar con sus ideas, sus principios y su ejemplo, Igual que hicieron con el Che Guevara en Bolivia, los soldaditos bolivianos, al mando de la CIA.

Requenave1@gmail.com



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José Juan Requena

Soñador, escritor y poeta.

 requenave1@gmail.com      @Ripidio

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