El masacrador de los Sikhs ostentaba la bandera nazi en su base militar, donde había servido en la división de Psi-Ops del Ejército de Estados Unidos.
Un tirador solitario invade un espacio muy visitado por gente de color. Sigue una matanza. Y horas después, aprendemos que el matarife de los Sikhs es un veterano, no sólo del Ejército de Estados Unidos, sino de grupos racistas de extrema derecha.
Unos días después de la masacre, escuchamos que Wade Michael Page se mató para no sufrir detención o encarcelamiento.
Pero nos enteramos de más detalles. Este masacrador orgullosamente ostentaba la bandera nazi en su base militar. Al parecer, sus jefes estaban de acuerdo con los sentimientos que esa bandera expresa, o simplemente hacían de la vista gorda.
Hay más.
Los primeros boletines informativos reportaron que el nazi norteamericano había servido en la división de “Operaciones Psicológicas” del Ejército de Estados Unidos.
¿Psi-ops?
Quien tenga un conocimiento aunque sea modesto de las agencias de inteligencia estadounidenses, sabe que “psi-ops” es una forma breve de referirse a las jugarretas sucias del espionaje que pretenden crear la ilusión de caos e inestabilidad en países designados como blancos de las agencias del gobierno norteamericano.
Es famoso (o mejor dicho, infame) su uso en Guatemala en los años ‘50 cuando la CIA utilizó falsas transmisiones radiofónicas para dar la impresión de que los militares se habían vuelto en contra del presidente izquierdista Jacobo Arbenz, y así derribar el gobierno.
Tácticas de este tipo también se utilizaron en Italia de la posguerra, cuando pareció que el Partido Comunista iba a prevalecer en las elecciones. La CIA utilizó la Mafia y mucho dinero para producir el resultado deseado ––un gobierno derechista.
¿Esto significa que la matanza en el templo fue un psi-op? No. Pero vale la pena considerarlo, porque poderosas fuerzas económicas pretenden crear caos social en los Estados Unidos para consolidar aún más el poder derechista, impulsando el uso de la droga más poderosa de todas: el miedo.
El hecho de que el nombre de ese hombre no se encontraba en ninguna lista y que nadie lo consideraba sospechoso, dice más sobre el Ejército de lo que dice sobre él.
A la vez que detienen y revisan a casi un millón de niños y hombres negros y latinos en Nueva York, Filadelfia y Chicago bajo la presunción de que representan un peligro, un neo-nazi compra armas legalmente y causa estragos al expresar el infierno que lleva dentro.
El miedo produce matanza.
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
-© ’12 maj
8 de agosto de 2012
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
http://amigosdemumiamx.wordpress.com/2012/08/24/la-hora-del-lobo/
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