El tres de marzo a un par de días del fallecimiento del Presidente Hugo Chávez es asesinado a sangre fría y por la espalda Sabino Romero Izarra, Cacique Yukpa de la Sierra de Perijá del estado Zulia. Fue el indígena más amenazado y perseguido por décadas, tanto por grupos de ganaderos y sicarios como por el Estado.
Muchos lo advertimos, descarnada y duramente nos cansamos de hacerlo saber por todo medio posible, justo porque veíamos demasiados indicios, amenazas, encarcelamientos, atentados, celadas y toda conjura habida y por haber que jamás en la dura y triste historia venezolana habíamos visto en este siglo y en el que finalizó contra indígena alguno.
Como jaurías los ganaderos arrebatadores de tierras, descarados ladrones de los territorios Yukpas se lanzaron con saña en contra de un indefenso ser humano, atrevido en su destino en las tareas encomendadas por la vida dedicadas a orientar a sus hermanos.
A Sabino Romero lo asesinaron por venganza, en varias oportunidades fue más ágil que las balas de sus perseguidores. Siempre lo tuvieron en la mira y esperaron justo aquel momento del domingo 3 de marzo de 2013 para asesinarle.
La gente que planificó y asesinó a Sabino Romero sabían muy bien del delicado estado de salud de Hugo Chávez y midieron muy bien el impacto que esto generaría en vastos sectores de la sociedad, sectores que en efecto se pronunciaron duramente repudiando el atroz crimen.
Pero también querían golpear la salud del Presidente Hugo Chávez. Cuando esté se enterara le asentaría un golpe muy duro y si llegó a saberlo está noticia indudablemente que afectó su delicado estado de salud. Los asesinos buscaban con esto que la salud del primer mandatario se afectara aún más.
Pero también buscaron golpear la moral de muchos, sobre todo de quienes siendo afectos a la revolución recibieron con gran intensidad la lamentable desaparición y las circunstancias como sucedió la muerte de Sabino Romero, pero como si todo estuviese calculado un par de días después, fallecía Hugo Chávez.
Todos sin percatarnos de la gravedad de estos hechos estuvimos en el escenario de la “crisis de marzo”.
Recuerdo muy bien el día cinco de marzo, fecha de la dura muerte de Hugo Chávez, en horas del mediodía en la entrevista enmarcada dentro del noticiero de Venevisión, entrevistaban a Henry Ralos Allup.
Este adeco sin empacho decía una y otra vez que ya Hugo Chávez estaba muerto, que esto era un hecho, que ya había que ir preparando la transición, que igualmente el candidato o candidata de la oposición inmediatamente seria definido y el escenario mas inmediato eran elecciones presidenciales.
Henry Ralos Allup al igual que todos en el país sabíamos que la salud del presidente era muy delicada, pero lo que ignorábamos la mayoría a excepción de Henry Ralos Allup, era que el primer mandatario nacional efectivamente horas después de aquella entrevista en la cual se hacía apología al delito, Moría.
Henry Ralos Allup estaba al tanto y muy bien informado del delicado estado de salud del presidente y que esté en las próximas horas moriría, no aguantó en su arrogancia y pantalleria y para sentirse líder de la MUD al mejor estilo de los políticos viejos y sin aguantar lanzó lo inesperado.
La derecha maneja datos muy ocultos y en base a estos organiza ciertas acciones no tan tímidas como decir horas antes en Venevisión que era un hecho la muerte del presidente, así también planificaron justo para esa semana el cobarde asesinato del Cacique Yukpa Sabino Romero.
Ha Sabino Romero no lo habían asesinado antes, porque a los ganaderos y hacendados del Zulia no les había dado la gana de ejecutarlo todavía.
Hasta aquí lo dejo, saquen ustedes sus propias concusiones cómo se infiltran y sacan delicadas informaciones. Y esto de sacar información es tan cierto como quien o quienes obtuvieron la nómina completa hasta el 2008 del SEBIN y de varios casos y hechos que involucran a este organismo y de cómo todo ha salido publicado en un medio de comunicación que cree sabérselas todas. Por ahí va parte del camino de la conspiración que se resguarda en el silencio profesional de los periodistas.
Hay cosas y hechos que no pueden seguir sonando a pura casualidad, seguir pensando así sería un error. Por eso estoy seguro que el siguiente en la lista para asesinarlo es a Lusbi Portillo, defensor del pueblo Yukpa y gran amigo y orientador de Sabino Romero.
Chávez y Sabino marcan el camino.
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