Vale la pena que el pueblo conozca la opinión de quien fuera Director de Delitos Psico-físicos del CICPC, acerca de los hechos ocurridos en el Edificio Manfredi que dejaron como saldo 5 hombres muertos a balazos al peor estilo de la cuarta república.
Sí, sería importante conocer esta opinión, dado que el Comisario General Juan Pablo Peñaloza anterior Director de Delitos Psico-pfísicos ha sido designado Director General del CICPC. La versión de estos hechos del antiguo Director del CICPC José Gregorio Sierralta ya la conocemos.
También parece importante que nos enteremos que versión tiene de los mismos hechos el Comisario General Jhony Salazar, recién designado Subdirector Nacional del CICPC, pero quien para el 07 de octubre se desempeñaba como Asesor Policial del Director Sierralta. Salazar sustituye a Douglas Rico, quien declaró que las personas abatidas por el CICPC eran “grupos organizados, dedicados al robo, secuestro y homicidios…” Posteriormente Rico ofreció declaraciones de prensa notificando que el CICPC respaldaba a los funcionarios que eran objeto de investigación por parte del Ministerio Público por los asesinatos de Quinta crespo.
Pero otra versión que no debe desconocer el pueblo venezolano es la que debería ofrecer el Comisario Jhony Méndez, recién designado Consultor Jurídico de la institución, quien para entonces se desempeñaba como Asesor Jurídico Nacional del CICPC.
Las versiones que puedan ofrecer estas nuevas autoridades del CICPC podrían indicar si realmente esta institución comienza a entrar en el Sacudón anunciado por el Presidente Maduro. Desde nuestro desconocimiento de ese mundo de la policía científica nos parece que la estrecha vinculación que mantenían estas nuevas autoridades con las autoridades recién destituidas, como lo indican las posiciones que ocupaban, no indican que allí esté ocurriendo ningún sacudón ni nada que se le parezca.
Se esperaba desde hace rato la destitución de Sierralta y de su equipo por la Masacare de Quinta Crespo, pero se esperaba también que se conformara una Directiva que supusiera que quienes la conformaban tenían criterios y opiniones contrarios a los expresados por Sierralta y Rico en los hechos donde 5 venezolanos fueron vilmente asesinados físicamente y después rematados moralmente por el Cuerpo Directivo de una policía científica que parece que ha desviado sus fines.
El periodista José Vicente Rangel con la publicación de “Operación Masacre” puso el dedo sobre la llaga en lo concerniente a prácticas indebidas que atentan contra los derechos humanos de las policías, pero enfatizando en la policía científica con el caso de Quinta Crespo, necesaria una verdadera reestructuración del CICPC y de los cuerpos policiales en general, como la anunciada por el Presidente Maduro, pero para lograr que verdaderamente se desmantelen las mafias y vicios policiales que amenazan con retrotraernos al oprobioso pasado que desde 1999 hemos ido dejando atrás.
Por un verdadero sacudón en el CICPC que reconfigure la policía científica para el buen vivir de los venezolanos que el Socialismo promueve.
