En ocasiones la vergüenza se va de viaje, cuando están en juego nuestros intereses, es lo único que podemos definir ante la soez petición de Alberto Federico Ravell al Defensor del pueblo, hoy cuando él ve que la decisión del Tribunal atenta contra su imperio económico, le recuerda a Tarek William que son amigos desde hace años y que en nombre de esa amistad le salve el pellejo a él y a sus negocios, es más o menos lo que pide, lo que no tiene explicación es que admite que no verificaron la fuente de la información para acusar a Diosdado Cabello, ¿Cómo un periodista de tanta envergadura como él se califica, se permite cometer ese error de ética? Esa actitud no es ni siquiera de un novato, es la actitud de una persona mal intencionada que lleva años haciéndole daño al país desde dentro y fuera de sus fronteras, a todo los niveles, ahora se han dedicado a tratar de desmoralizar los brazos fuertes de la revolución, pero por supuesto siguen olvidando el factor principal, el pueblo.
Como cosa irónica él dice que tiene que asistir todos los viernes al Tribunal junto a todos los delincuentes, y que es una medida excesiva la prohibición de salida del país, por eso apela al corazón del amigo de hace años, y al Defensor del Pueblo para que vele y defienda sus derechos.
Pero recordémosle a Ravell en donde estaba el amigo de Tarek, el 12 de abril de 2002, cuando Tarek William Saab era apresado, maltratado y puesto en exhibición frente a todas las cámaras de televisión y principalmente las del canal, del cual él era Gerente General (Globovisión), cuando de forma flagrante se le estaban violando los derechos humanos sólo por ser chavista. Alberto Federico Ravell, estaba aplaudiendo y firmando, el acta de disolución de todos los poderes del estado venezolano y estaba apoyando con su firma y presencia a un gobierno de facto, que en menos de 48 horas violó los derechos humanos de todo un país, que realizó una cacería de brujas en contra de todos los integrantes del gobierno, allí estaba el Sr. Ravell mientras su amigo de años era tratado como un delincuente, sin derechos humanos y de haberse concretado su cometido hoy la historia de Tarek sería otra muy diferente a la que contamos.
Por eso estamos seguros que Alberto Federico Ravell, tendrá al mejor defensor de los Derechos Humanos a su lado, sin represalias, sin rencores, pero no creo que tenga al amigo, porque la dignidad es un don, y sin querer ser exagerada a los revolucionarios nos sobra, ¿Con qué moral apela al amigo, cuando en su momento él era su verdugo) el propio “cara e tabla”, cuando habla pestes de Venezuela y su gobierno en La Patilla, no recuerda a amigos ni conocidos y menos si pertenecen al gobierno, todo depende del lado que se mueva la balanza
Señor Ravell, de este lado de la calle no conseguirá verdugos, pero le aseguramos que si conseguirá justicia, la impunidad ya no será su vestimenta.
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