No olvidamos a Alcedo Mora, no podemos olvidarlo porque olvidar a Alcedo Mora y la tragedia que afecta a la familia Mora por la desaparición forzada a la que fue sometido este compatriota es traicionar el Legado de Chávez, es traicionar los ideales más sublimes de la Revolución Bolivariana.
A pesar de que eventualmente hayamos dejado de escribir y publicar sobre la "Causa Alcedo Mora", la preocupación no desaparece y nuestra angustia no cesa.
Ya son más de 3 meses cumplidos de la desaparición forzada en Mérida de Alcedo Mora Márquez. Causa: haber denunciado hechos de corrupción que generaron una veintena de personas detenidas (lo que corroboró las denuncias formuladas por Alcedo)
Hasta la fecha la respuesta de las instituciones, que deben atender el caso de la desaparición forzada de Alcedo, además de insuficientes dejan ver la indiferencia ante el drama que afecta a la familia Mora y a sus amigos.
Ningún revolucionario debe olvidar que el 27F de 2015, desaparecieron en Mérida a un luchador social llamado Alcedo Mora. Todos los revolucionarios debemos exigir a las autoridades atención al caso de Alcedo Mora y respuestas efectivas y eficientes a sus familiares.
Que nadie se confunda pensando que le hace un favor a la revolución silenciando el caso de desaparición forzada de Alcedo. Que no crean ni la Fiscal General de la República ni el Defensor del Pueblo que se respetan los derechos humanos de Alcedo Mora Márquez ni los de sus familiares.
Que sepa el Dr. José Vicente Rangel que tiene una deuda moral con esta causa; así como el Diputado Fernando Soto Rojas y tantos otros hombres y mujeres que han sido sinceros y dignos defensores de los derechos humanos y que hoy públicamente guardan silencio ante el caso de Alcedo Mora Márquez
A pesar de las circunstancias que hoy afectan nuevamente a la familia Mora, les enviamos un solidario saludo y un llamado a no desmayar en la campaña de denuncia de la desaparición de Alcedo Mora.
Prohibido olvidar a Alcedo Mora, vivo se lo llevaron vivo debe regresarlo.
Carlos Luna Arvelo.
