A raíz de una denuncia publicada en el semanario Quinto Día el día 5 de Mayo en la columna de Ernesto Villegas, en la cual describo ciertos acontecimientos previos al asesinato de la Sra. Maritza Ron, he sido víctima de amedrentamientos. Mi correo electrónico fué bloqueado y logré desbloquearlo.
Además, un "supuesto político de peso" está llamando a la dueña del apartamento (ella vive en el interior) que alquilo desde hace 8 años diciéndole que yo "SOY ESPÍA DEL GOBIERNO", que me tiene que sacar de ahí y que lea Quinto Día para que vea que soy una espía. Yo vivo en el Municipio Chacao.
La dueña del apartamento me preguntó cómo habrían conseguido su teléfono. No lo sé, pero creo que se están moviendo muy rápido. Me vigilan, lograron pinchar mi teléfono y andan llamando a la dueña del apartamento. ¿Intentan asustarme?
Es evidente que la denuncia está causando muchas molestias. ¿Y a quiénes molesta?. Yo voy con la verdad por delante, la mentira por ser mentira no existe y la verdad siempre sale a la superficie. Lo que denuncié es lo que ví. No tengo miedo y si tuviese que hacerlo otra vez lo haría sin pensarlo 2 veces. Le agradezco a mis padres haberme criado con altos principios y moral. Ellos me enzeñaron a decir "siempre la verdad" y el tiempo me ha demostrado que así pasen 100 años, "la verdad siempre, siempre", saldrá a la luz (valga la redundancia).
El notorio comportamiento de éstos invisibles amedrentadores deja mucho que desear. Se están delatando ellos mismos. Sólo espero que yo no aparezca con un tiro en la cabeza en la esquina de mi casa y "por ajustes de cuentas" ó "crimen pasional".
