En el programa La Hojilla del miércoles 21 de junio en curso su conductor Mario Silva, quien de manera acertada incluyó en la programación los videos del asedio a la Embajada de Cuba, lo cual hay que aplaudirlo porque ese tipo de sucesos donde el fascismo mostró de manera abierta sus garras criminales, no pueden pasar al olvido, denunció con el evidente desagrado que ello causa, que uno de los sujetos que junto al Alcalde Capriles Radonski hizo los mayores esfuerzos para intentar registrar la sede de la misión diplomática cubana el día 12 de abril del 2002, no obstante la muy clara decisión del embajador Sánchez Otero a impedir que ello ocurriera, desempeña en la actualidad un cargo de muy alta gerencia en el Centro de Arte La Estancia, institución esa que, como sabemos, es parte de PDVSA.
No alcanzamos a tomar nota del nombre del personaje, pero allí está el amigo Silva y la grabación del programa para que eso sea investigado a la mayor brevedad, pues resulta un contrasentido que sujetos de esa calaña que fueron parte activa del golpe de Estado de aquel año y que más allá de ello actuaron como operadores policiales de un gobierno espurio que barrió de un sólo plumazo la institucionalidad de la democracia y que de inmediato lanzó una cacería bárbara contra todo lo que tuviera color y olor a chavismo, esté colado como alto funcionario de una institución del Estado venezolano.
Es interesante traer a colación que el año pasado, si la memoria no nos falla creemos que ello ocurrió a finales del mes de septiembre, hubo una razzia en ese Centro Cultural que, al parecer, dio como resultado que todos aquellos de sus funcionarios simpatizantes del gobierno fueron lanzados a la calle y en su lugar entró gente muy ligada a grupos de la oposición más recalcitrante.
Estamos convencidos de que este tipo de cosas hay que ponerle coto de inmediato, pues vemos como algo incomprensible que auténticos revolucionarios como no lo dudamos que lo sea el Ministro Ramírez, se deje engañar de esta manera.
