El presidente Hugo Chávez Frías llegó poder en Venezuela por elecciones libre en febrero 1999, desde esa fecha EE.UU conjuntamente con la oposición venezolana, como no han podido derrotarlos con votos, vienen promoviendo golpe de estado para derrocarlo. Lo lograron por 48 horas el 11/04/2002, pero el Pueblo y las Fuerzas Armadas lo restituyeron. Los partidos de oposición obtuvieron mayoría en la Asamblea Nacional en 2015, monopolizando algunos productos de primera necesidad y subiendo los precios lograron que millones de personas se abstuvieran de votar. Desde allí, han promovido conflictos con el resto de los poderes públicos. Convocando manifestaciones violentas con trancas de vías y llamados a huelga generales, ocasionando centenares de muertos y heridos en dieciocho años.
Con el único propósito de promover una guerra civil, y justificar la intervención militar de fuerzas extranjeras, como sucedió en Irak, Libia y Siria para apoderarse de las reservas petroleras de esos países, de las cuales Venezuela tiene las mayores del mundo. El presidente constitucional Nicolás Maduro Moros al igual que el Presidente Hugo Chávez Frías ha enfrentado una oposición política y económica de los EE.UU, por haberse propuesto cumplir sus compromisos económicos y sociales con el pueblo venezolano y haber nacionalizado nuestra industria petrolera.
El presidente constitucional Nicolás Maduro para evitar una guerra entre los venezolanos, ha convocado una Asamblea Nacional Constituyente como lo establece una Constitución en los artículos 347 y 348, donde por elecciones universales y secreta se van a elegir 537 constituyentista que la conformaran. La oposición se ha negado a participar y por medio de la violencia y convocando una huelga general trata de evitar que el pueblo se exprese en las urnas el 30 de Julio de 2017. El derecho al voto, el libre tránsito y efectuar elecciones libres son derechos humanos inviolables y cualquier Estado tiene el legítimo derecho de hacerlo cumplir. Hacemos un llamado urgente a la Comunidad Internacional a evitar otra guerra civil en America Latina, contamos con toda la solidaridad internacional de los países amantes de la paz en el mundo.
