¡Ya basta de simulaciones! Una cosa es tener pensamientos diferentes y otra hacernos los desentendidos cuando alguien sobrepasa la línea de la tolerancia y el respeto mínimo hacia los seres humanos, o sea, convertirse en un abierto practicante de la misantropía.
Si bien es cierto, un portal como Asamblea Popular Revolucionaria (Aporrea), no es responsable directo ni de los contenidos de nuestros artículos, menos puede serlo de nuestra acciones y vida como ciudadanos en el contexto de una sociedad, regido tanto por leyes, como normas éticas, morales y sociales.
En consecuencia, si yo fuera un delincuente, Aporrea no podría ser responsable sobre los actos en que haya incurrido a título personal, aunque haya escrito y hablado del cómo ser el mejor ciudadano del mundo en diversas líneas. No obstante, tendría que preguntarle a la directiva de Aporrea, que si llegase a confirmarse que soy un delincuente: ¿podría seguir escribiendo en su prestigioso portal? Honestamente, creo que la respuesta sería tajante: ¡No!
Por ello, en los últimos tiempos de tanta controversia política, existe un individuo que escribe en este portal de nombre Jesús Silva, a quien debo como especialista en el estudio del pensar, decir que hace tiempo cayó en los extremos de la personalidad negativa, en donde su nivel de prosopagnosia política no sólo lo hace delirar, sino está convencido que es una especie de erudito insuperable, pero que además su conducta narcisista y egocentrista, sólo lo hace generar acciones para que sea el llamado "centro de atención".
Lo grave de lo anterior no es el hecho de querer ser el epicentro en temas determinados. Lo condenable es cuando se emplea la calumnia y la difamación, con el propósito de generar situaciones que te lleven a ese nivel de importancia noticiosa.
En tal sentido, aun recordamos cuando Jesús Silva a través de Twitter, emitió una serie de mensajes iracundos contra el asesinato de Oscar Pérez, propios de quienes no sólo demuestran una conducta nazi, sino que también pululaba un odio in extremis, por el sólo hecho de que alguien se enfrentó, equivocado o no, con sus ideas al régimen madurista.
En consecuencia, ¿qué pasaría si yo decidiera emitir desde Twitter llamados en los cuales pidiera el asesinato permanente de altas figuras del gobierno nacional o cualquier ciudadano? ¿Qué pasaría, si por ejemplo, escribiera que la familia de Jesús Silva debe ser "exterminada", como él lo ha hecho en reiteradas ocasiones contra otros ciudadanos? ¿Qué diría Jorge Rodríguez como "ministro de comunicación", si yo decidiera escribir en las llamadas "redes sociales" cualquier cantidad de epítetos contra su padre, pero además fomentando un alto desprecio en su contra, y además diciendo que tanto él como su hermana tienen un valor inferior a la bazofia humana, o en el peor de los casos generando sobre toda la familia Rodríguez un matiz de exhortación para su linchamiento físico? ¿Pudiera seguir escribiendo en Aporrea bajo tales términos si actúo de esa forma de manera reiterada e injustificada?
Ante tales interrogantes, que a su vez se constituyen en analogías argumentativas, tengo que condenar, deplorar y elevar en nombre de miles y miles de venezolanos, mi rechazo cuando Jesús Silva desde su cuenta en Twitter sin respetar que aún estaba caliente la sangre de Evio Di Marzo quien fue vilmente asesinado¹ atreverse a decir por tal red: "Lamento la muerte de Evio Di Marzo el que cantaba "yo sin ti no valgo nada". Su vida valía mucho, por lo menos más que la de su hermano Yordano"², palabras que revelan una misantropía en máximo nivel, que incluso lo hacen rechazar en su interior personal, hasta las palabras que el propio Yordano expresó ante el asesinato de su hermano que ha consternado a todo un país³.
Ya saldrá Jesús Silva diciendo que como estamos escribiendo sobre él, es porque "están ladrando los perros", tratando de insinuar como buen narcisista que él y sólo él, tiene la razón. Lamento echarle a perder su autoadmiración. Aquí la única verdad como diría Nietzsche es que el gran peligro para el ser humano lo constituyen los enfermizos y no precisamente los malvados. Verbigracia, el punto de honor en su mensaje, es que ante el asesinato de Evio Di Marzo, usted ni siquiera tuvo respeto por el dolor de su hermano ni de sus familiares, cuando se atrevió a establecer una comparación tan execrable del venezolano asesinado con Yordano. Eso es propio de quienes están seriamente afectados con una permanente misantropía.
En síntesis, conductas de ese tipo revelan quienes son los enfermizos. Considero que Aporrea debe evaluar si semejante individuo con tales ideas de los seres humanos, merece seguir escribiendo en un portal que está dado a las ideas, y el respeto por la vida. La gran mayoría de los venezolanos, estoy seguro están viendo a Jesús Silva como una especie contraria al esquema de valores que debe prevalecer en el contexto humano ¡Pobre de él!
Considero que Jesús Silva debe ser suspendido de Aporrea, someterse a tratamiento psiquiátrico, en donde por supuesto no esté Jorge Rodríguez, quien al parecer avala este tipo de conductas, y luego que muestre su respectivo informe médico de recuperación pensativa, vuelva a escribir en este portal. Esa es mi sugerencia. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ https://www.aporrea.org/cultura/n325784.html
² https://twitter.com/jvivassantana/status/1001516946884579328