Este 21 de junio, se conmemora el día de los mártires de la revolución venezolana, al cumplirse 52 años del asesinato del periodista y combatiente revolucionario, Fabricio Ojeda , nacido el 6 de febrero de 1929, Estado Trujillo.
Renunció al cargo de Diputado al Congreso Nacional, para asumir la lucha armada.
Es importante recordar, que más de 10 mil crímenes , asesinatos, fusilamientos, torturas, desapariciones, se cometieron en en el período de la cuarta república, cuando se asesinaba y perseguía a quienes se manifestaban en contra del Régimen.
Los que mueren por la vida , no pueden llamarse muertos, ¨se puede matar al hombre, mas no matarán la forma en que se alegraba su alma cuando sonaba ser libre¨. Alí Primera.
Primero fue la memoria clandestina, el grito en el silencio impuesto por el frío sonido del fusil y la metrallleta, cuyas balas rompieron las vidas de las ideas más jóvenes y revolucionarias de los tiempos, apenas se oía el gemido de dolor de la madre, hermana y compañera, pero silencio al fin impuesto por el terrorismo de estado de los gobirnos de Rçomulo Betancourt, Rafael Caldera, Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez, Luis Herera Campins, Jaime Lusinchi,y Ramón J. Velásquez, entre otros tantos. Más no pudieron imponer el olvido.
La memoria siguió su propio cauce colectivo, entre los recuerdos inconclusos y desarticulados compartidos en la palabra viva, mientras la literatura sobre estos echos fue descalificada por la academia, no obstante se abrió paso en medio de la represión y la alcahuetería académica exquisita.
Hasta que por fin ahora y en nuestra hora, llegamos como pueblo a lo que Alonzo Carballés, entiende como los esplendores de la memoria, al romper el cerco de silencio impuesto y comienza a aparecer, el trágico saldo de una guerra que vio morir a toda una joven generación entre los años , 60, 70 y 80 en la que asesinaron a sus mejores hijos. Sin embargo digamos con Julius Fusik, que ¨hemos vivido por la alegría, por la alegría luchamos y por la alegría morimos, que la tristeza no sea nunca unida a nuestros nombres¨.
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