En algún momento la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco, siglas en inglés) certificó que se había disminuido en menos de 4% el analfabetismo en Venezuela, y también en la pasada década a través de su extensión de alimentación para el mundo (FAO, siglas en inglés), llegó a asegurar que se había reducido la pobreza y mejorado los niveles de nutrición del pueblo. No obstante, esa misma Organización de Naciones Unidas (ONU), ahora con Nicolás Maduro como presidente de la República lo señala de ser el responsable en la emigración de más de 2,3 millones de venezolanos, pero el gobierno no sólo niega estas cifras, sino que desmiente a tal organismo mundial diciendo que sólo han emigrado unos 600 mil venezolanos de los cuales el 90% está "arrepentido" y quieren "regresar". Y ante lo anterior, el madurismo señala que los emigrantes son "escuálidos engañados", y ante esa tautología condenatoria, tanto Pedro Carreño como Iris Varela señalan ¡hay que joderlos!
Entonces, entiendo que los únicos que pasan hambre en Venezuela, y verlos comer en la basura, o adelgazar de manera inmisericorde, al no tener el cómo adquirir los alimentos básicos que les permitan tener una vida digna, según las verdades de los mencionados voceros maduristas esos "muertos de hambre" son parte de los escuálidos, a quienes también ¡hay que joderlos!
Y si vamos a ver las protestas que a diario realizan diversas comunidades del país por falta de agua, o porque simplemente ésta llega contaminada hasta las residencias o centros de trabajo, esos individuos serían una especie de saboteadores contra la revolución, quienes buscan la desestabilización del mejor gobierno que haya tenido la "patria", es decir, escuálidos que simplemente ¡hay que joderlos!
¡Claro! Si todos los días la gente del Zulia, en especial los habitantes de Maracaibo, deciden trancar calles y avenidas, porque llevan meses de una interminable crisis eléctrica en una ciudad cuyas temperaturas promedian 40 grados centígrados, pero además tal interrupción del servicio eléctrico termina por colapsar las malogradas actividades económicas, en donde la poca comida que se encuentra hay que botarla porque se descompone, y por si fuera poco, las respuestas que reciben de la máxima autoridad regional es que los apagones de 6, 8 o más horas van a continuar, y del jerarca de la industria de electricidad es que tengan "paciencia", todas esas calamidades y respuestas, suponemos están dirigidas a escuálidos que únicamente desean ver caído al gobierno "eficiente y abnegado" de los maduristas, razón por la cual, ¡hay que joderlos!
Y si nuestras abnegadas enfermeras y voluntariosos médicos, junto con el resto del personal que labora en los alicaídos centros de salud del país, deciden salir a marchar porque ni siquiera tienen una inyectadora como insumo, y devengan salarios miserables que apenas alcanzan para comprar dos o tres productos, Pedro Carreño e Iris Varela con su singular verbo, los señalan como escuálidos que persiguen a los "revolucionarios". O sea, algo así como decir que los profesionales que buscan salvarnos la vida cuando estamos en momentos críticos, sólo buscan la sangre del pueblo madurista para acabar contra ellos, y por esa razón tanto a enfermeras, como médicos y personal asistencial ¡hay que joderlos!
Si los profesores universitarios o los docentes adscritos al ministerio de educación, gobernaciones o alcaldías levantan su voz, junto con el resto de los trabajadores de la administración pública, incluyendo los trabajadores de la destruida empresa petrolera, diciendo que Nicolás Maduro y su grupo de panegíricos sindicatos acabaron de facto con las contrataciones colectivas estableciendo una tabla salarial única – pero distinta para los militares y altos políticos maduristas -, y prácticamente todos los trabajadores, empleados y profesionales de las instituciones del país, ahora ganan en su gran mayoría salario mínimo, pues como Pedro Carreño e Iris Varela no reciben tales ingresos, ellos suponen que los reclamantes ante la buena "voluntad" de Maduro son escuálidos a quienes ¡hay que joderlos!
Y si nuestros pensionados y jubilados duermen en calles y aceras para intentar cobrar al otro día menos de 100 "soberanos", que tal vez alcanzarán para comprar unas pocas verduras y hortalizas, o porque viven en el exterior y llevan años sin cobrar sus ingresos de ley, o reclaman ante la ausencia de sus fondos de ahorro que como en el caso de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), desaparecieron de las arcas de la empresa sin que exista contraloría o defensoría del "pueblo" que se pronuncie, o porque simplemente exigen respeto en sus condiciones de edad, y algunos casos de salud que no encuentran medicamentos, para Pedro Carreño e Iris Varela esos serían escuálidos que persiguen con sangre al pueblo madurista, y por ello ¡hay que joderlos!
Que el próximo año escolar vaya a comenzar con planteles destruidos, sin dotación de materiales educativos y pedagógicos, y con un ineficiente, por no decir desaparecido programa de alimentación escolar, pero además con una deserción escolar que se multiplica, y con un éxodo docente, que por supuesto, generará reclamos por parte de estudiantes y educadores, Pedro Carreño e Iris Varela no tienen dudas, son escuálidos apátridas, y por ende, ¡hay que joderlos!
Si en lo personal, durante el lustro del madurismo, me asesinan un hermano, y con pistolas en mano apuntan semejantes armas sobre mi pequeño hijo y la integridad de mi familia, incluyendo la mía, saquean mi vivienda, además destruyen mi vehículo de manera inmisericorde¹, no encuentro anticonvulsivos para mis problemas de epilepsia, y el ministerio de educación me tiene un eterno expediente "administrativo" sin derecho a la defensa que desconoce mis títulos de maestría, doctorado y manteniéndome en una ilegal situación de "contratado", en donde me suspenden un menguado salario cada vez que les da la gana, pues según Pedro Carreño e Iris Varela, si yo escribo sobre problemas del pueblo o denuncio tales hechos en mi contra, es simple, soy parte de esos escuálidos, y en consecuencia, como tal vez no han podido "joderme", pertenezco a ese grupo de desestabilizadores sobre quienes ellos hacen referencia en el cómo ¡hay que joderlos!
Si Pedro Carreño dice: "A los escuálidos hay que joderlos, hay que escoñetarlos"², y su acompañante madurista Iris Varela lo respalda afirmando: "Escuálido que siga jodiendo la debe pagar y punto"³, debe ser que como el pueblo y en especial los escuálidos no están "jodidos" con el gobierno madurista, sino que viven en máxima y perfecta "felicidad", ¿por qué no nos explican en qué consistiría eso de jodernos, escoñetarnos y pagar? Tal vez así, cuando menos, pudiera escribir que no son unas piltrafas políticas y con lenguas prostituidas. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
¹ https://www.aporrea.org/actualidad/a255783.html