No acostumbro utilizar derechos a réplica porque considero que estos no sirven sino para dar un segundo día a una información falsa o a algún artículo mal escrito con el que se pretende ofenderme. Sin embargo, en esta oportunidad, me tomo el tiempo personal y el de los lectores de aporrea.org para responder al artículo publicado el día de ayer, titulado “Apuntes sobre una revolucion mojigata: PENA AJENA, MARY PILI”, de María Teresa Guanique (www.aporrea.org/actualidad/a34113.html), quien se identifica como Socióloga y José Carlos Gómez, quien dice ser productor audiovisual, porque más que agredirme a mí como persona, están atacando la posición que muchas mujeres y muchos hombres revolucionarios tenemos sobre un tema trascendental como lo es el aborto.
No se trata de mojigatería señores, tal y como ustedes dicen textualmente en el subtítulo de su artículo. Tener una posición de defensa de la vida forma parte de mis principios como humanista. Pero además, defender a los más débiles, a los que no tienen voz, a aquellos que no tienen a nadie que abogue por ellos, es lo más revolucionario que conozco. Y ese es el caso del niño que se encuentra en el vientre de una mujer.
Ustedes mismos, en su artículo dicen “estas líneas no pretenden generar un cuestionamiento a favor o en contra del aborto, sino hacer un llamado de atención al modo en que se genera una matriz de opinión por parte de actores gubernamentales”. Es increíble que, en lugar de hablar del tema de fondo y expresar su posición, si es que la tienen, utilicen el espacio de aporrea.org sólo para insultar a una persona por sus posiciones personales.
La Sra. Guanique y el Sr. Gómez usan la técnica maniquea, que tan bien saben emplear los medios de la derecha, de ver las cosas en blanco y negro, por lo tanto, cualquiera que se considere “progresista” debería tener una posición a favor del aborto. De otro modo, no es un verdadero revolucionario, porque (sin ofrecer ningún argumento de fondo) se estarían avalando “aspectos conservadores”.
Pero, por si todo esto fuera poco, dicen en el artículo que, según ellos, mis argumentos en contra del aborto “parten de su particular visión católica”, procurando con ello descalificarme como “vocera del gobierno”. En relación a eso quiere aclarar tres cosas: 1) no soy vocera del gobierno, no ostento ningún cargo público, por tanto hablo en mi nombre, sin pretender representar a nadie. 2) En el programa de “En Confianza” no usé la palabra “Dios”, “religión”, “Iglesia”, “católico” u otra parecida ni una sola vez, simplemente porque, en mi visión, la razón para estar en contra del aborto no tiene que ver con ninguna creencia religiosa, sino con un profundo humanismo. 3) En el caso de que hubiera defendido una posición como católica, evangélica, budista, judía, musulmana o atea, estaría en todo mi derecho, porque en Venezuela existe libertad de culto y, que yo sepa, el primero que menciona a Cristo en cada discurso es el propio Chávez.
Además de lo antes expresado, quiero decirles a los autores que no imaginan la cantidad de revolucionarios y revolucionarias que se me han acercado, me han llamado por teléfono o me han enviado mensajes de texto o emails para respaldar el planteamiento que defendí en ese programa. Inclusive, algunas mujeres me han propuesto crear un movimiento de mujeres bolivarianas en defensa de la vida del bebé no nato, y créanme que lo estoy considerando. Me imagino que en la visión dogmática de gente como ustedes, que se creen más revolucionarios que todo el mundo, eso debe ser algo así como un anatema.
Finalmente, Sra. Guanique y Sr. Gómez, yo no sé si ustedes han quedado embarazados, yo sí. No sé si tienen hijos, yo sí. No sé si alguna vez han experimentado lo que es un aborto, yo sí. No sé si han estudiado con detalle y asesoría médica cada paso del proceso de formación de un nuevo ser, yo sí (por cierto, eso me mereció el Premio de Periodismo Científico “Manuel Pérez Guerrero”). No sé si han podido conocer cada uno de los distintos métodos que se usan para realizar un aborto, yo sí. No sé si han participado durante años en campañas de educación sexual para adolescentes, yo sí. No sé si han visto a través de econonogramas cómo se produce el proceso de aborto desde la visión del bebé, yo sí. No sé si tienen una vida sexualmente activa, yo sí. No sé si están en edad fértil, yo sí. No sé si tienen una posición sobre el tema del aborto, yo sí, y estoy dispuesta a defenderla delante de quien sea, con argumentos sólidos y fundamentos científicos, y no con descalificaciones irrespetuosas.
Cuando quieran, estoy dispuesta a ir al foro que sea, a la comunidad que sea, al escenario que sea.
mphelnacional@yahoo.com