En fecha 31 de agosto de 2018, escribí un artículo sobre mi encuentro con los compañeros y compañeras hermanos y hermanas de la Plataforma de Lucha Campesina, los protagonistas de la denominada "Marcha Campesina Admirable", que el 12 de julio salió "a pata" a Caracas, para entregarle al ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, un conjunto de denuncias, de señalamientos, pero a su vez, propuestas, para producir alimentos, a fin de poder sortear la actual guerra económica, que tiene una expresión cruda y brutal en lo que a la parte alimentaria se refiere.
No soy pitoniso ni pretendo serlo, pero el ejercicio del análisis me permitió una prognosis en la referida nota que comentó, advertía (y continúo advirtiendo) sobre la campaña de invisibilización de esta lucha que es la de muchos y muchas que en aras de la solidaridad militante y revolucionaria, estamos acompañando.
Realmente es triste y lamentable, que luego del evento del 2 de agosto de 2018, en el que el Presidente Nicolás Maduro recibió a estos compañeros y compañeras, ninguno de los acuerdos y de las instrucciones dadas por el Jefe de Estado fueron cumplidas. ¿Quién se beneficia de esta situación? ¿Qué intereses han "tocado" los hermanos campesinos, que luego de 42 días del inicio de esta jornada aún no han tenido respuesta a muchas de sus justas y necesarias peticiones que deberían ser atendidas de inmediato?
Ante la evidente falta de voluntad política, es que diez de esos compañeros y compañeras de este colectivo iniciaron, a partir del martes 11 de septiembre de 2018, una huelga de hambre ante el poco avance (por no decir NINGUNO) de las mesas de trabajo instaladas en la Vicepresidencia Ejecutiva de la República para atender sus demandas.
Y no conforme con ello, individualidades y diversas expresiones del movimiento popular de Caracas y algunas del resto del país, nos hemos apersonado en el Fermín Toro, a fin de acompañar y solidarizarnos con la justa lucha de estos hermanos y hermanas de clase, y en ese sentido, en el día de ayer, 12 de septiembre de 2018, nos convocamos para definir líneas de acción para volver a hacer visible esta lucha.
Los compañeros Arbonio Ortega y Nieves Ríos nos hizo un balance y una exposición bastante clara y contundente sobre la situación del campo venezolano. Realmente la situación es crítica y se debe declarar la emergencia agraria, so pena de que el año que viene no tengamos absolutamente nada para comer, lo que nos haría depender de la importación, lo que constituye un flanco de ataque en contra de nuestro Estado- Nación en el contexto de la imposición de medidas coercitivas unilaterales y del bloqueo financiero y comercial contra nuestra Patria. Quiero dejar constancia de la magnitud de la gravedad de la situación denunciada por los compañeros y compañeras del campo.
Los acuerdos con el ciudadano Presidente de la República, Nicolás Maduro era de instalar cuatro mesas de trabajo: sobre Sicariato, Tierras, Judicialización de los casos de la lucha campesina y producción. Los hermanos campesinos y campesinas propusieron una quinta mesa que llamaron "política", a fin de trabajar desde allí la reestructuración del Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras y de sus entes adscritos, fundamentalmente el Instituto Nacional de Tierras (INTI), presidido por el sobrino del ministro Wilmar Castro Soteldo, Luis Soteldo. Qué triste saber que nada se ha concretado.
Importante es recordar que desde el 2 de agosto de 2018, los hermanos y hermanas del campo pernoctan en el Liceo Bolivariano Fermín Toro sin ningún tipo de apoyo institucional o gubernamental, más si del apoyo y solidaridad de diversas organizaciones del Poder Popular. Ante la indolencia e indiferencia traducida en el terrible flagelo que representa el burocratismo, ahora están en huelga de hambre.
La falta de respuesta a estos compañeros y compañeras constituye una declaración de guerra en contra del Presidente Nicolás Maduro, y a los 30 millones de venezolanos y venezolanas. Qué triste continuar teniendo reportes de que miembros de cuerpos de seguridad continúen maltratando y vejando a los que están en la primera línea de combate por la batalla de un modelo productivo, y de producir los alimentos que nos permitan resistir los embates de la guerra económica.
Que tiste saber que los latifundistas y terratenientes, estén robando nuestras siembras de frijol, de lentejas, de granos. Qué triste que se asesine el ganado, que se envenenen aguas con crías de alevines que se criaban para llevar la comida y la proteína animal a la mesa de las venezolanas y los venezolanos. Qué triste que se financie a las grandes transnacionales para que nos traigan sus semillas transgénicas y cancerígenas.
Qué triste como nos lo expresó Arbonio Ortega, que funcionarios de nuestro gobierno promuevan la economía de puertos. Ortega nos citó el ejemplo de Agrícola A y B de Portuguesa, donde se produce arroz sin embargo importamos este grano que no llega a su hogar compatriota que me lee, sino que se va por los "caminos verdes". Estas mafias, tienen tres patas: lo militar, lo económico, lo político, sin mencionar la cuarta pata, que es la más importante, la de los latifundistas y terratenientes, aliados con el paramilitarismo y el narcotráfico.
Qué tristeza y que arrechera nos da, que la plataforma de lucha campesina le haya presentado a la ciudadana Vicepresidenta Ejecutiva Delcy Rodríguez un plan de siembra 2018, el cual se comprometió a financiar los predios de manera directa a través del Ministerio del Poder Popular de Agricultura Productiva y Tierras, y desde la propia Vicepresidencia se señale que los predios expresados por estos compañeros no van porque "están en litigio", dejándolos por fuera. ¿Qué vaina es esta que requerimos producir alimentos, y por un tecnicismo burocrático y argucias jurídicas se compromete el alimento que requiere nuestro país?
¿Cómo entender que se propone cultivar 50.253 hectáreas para producir 23 rubros y multiplicar las semillas, y se evita esto? ¿Cómo la compañera Luz Escarrá, hija del camarada revolucionario Carlos Escarrá ponga trabas a un asunto, que a todas luces es de seguridad nacional? ¿Habrá escuchado Luz lo que en alguna oportunidad su padre señalo en lo concerniente a los asuntos de seguridad nacional como lo es el tema de la seguridad agroalimentaria, tal y como lo ordena el artículo 305 de nuestro texto constitucional, que ella como colega abogada debe conocer al pie de la letra?
¿Cómo entender que en plena siembra los insumos no le lleguen a los pequeños y medianos productores, que son los que producen la "papa" que llevamos a nuestras mesas? Son interrogantes realmente incomprensibles en tiempo de revolución.
¿Por qué el Ministerio Público no ha dado respuesta al asesinato de los campesinos del fundo "Palo Quemao", el pasado 12 de mayo, ni de los casi 300 asesinatos de campesinos y campesinas que han ofrendado sus vidas en la lucha por la tierra? ¿Por qué no se da respuesta al sicariato de tres compañeros de esta Plataforma de Lucha ocurrida cinco minutos después de la cadena presidencial donde los campesinos fueron recibidos por el Jefe de Estado? ¿Será esta la respuesta de los latifundistas y terratenientes a la orden dada por el Primer Mandatario Nacional de devolver las tierras a los campesinos y campesinas? ¿Por qué efectivos de nuestros cuerpos de seguridad, en vez de proteger a los campesinos, los agreden y la represión a ellos no ha hecho sino crecer?
¿Qué ha pasado con los preparativos del Congreso Campesino? ¿No se había indicado que se realizará esta actividad conjuntamente con el de los obreros y obreras? ¿Por qué se realizó el Congreso Obrero aparte del Congreso Campesino? ¿Será que se olvidó que el símbolo del comunismo internacional es la hoz (símbolo de los campesinos y la producción) y el martillo (símbolo de las fábricas y los obreros)? ¿O será que son otros los intereses que mueven la realización de estas actividades?
Solo espero que estas interrogantes tengan respuesta y tengan eco en algún oído receptivo de las altas instancias del Estado.
Lo que sí es importante reiterar, y lo he expresado en otros artículos, es que la falta de seguimiento y evaluación no sólo de las políticas públicas sino de las instrucciones dadas por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, es un mal endémico del actual Estado que debemos erradicar totalmente.
Y de ahí, que nuestra tristeza y arrechera ante estas fallas no nos hace quedarnos de brazos cruzados. Y de ahí que varios y varias nos hemos convocado para una gran jornada de agitación, difusión y multiplicación de la lucha de estos hermanos del campo.
Les expresé a estos hermanos y hermanas que lamentablemente no pude asistir a la rueda de prensa convocada el 11 de septiembre, pese al esfuerzo sobrehumano que hice para llegar al Fermín Toro, debido al colapso del Metro de Caracas (de ello me referiré en próximos artículos). No obstante, si estuve en la asamblea (varios medios alternativos y comunitarios presentes, uno de ellos, aporrea.org así lo corroborarán en las grabaciones a difundirse en las próximas horas). Pero ya estamos incorporados en las comisiones de solidaridad para que esta justa lucha tenga eco y respuesta de nuestra población.
Afortunadamente, existen medios distintos al Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, y a los medios hegemónicos, que fueron actores importantísimos para que la lucha de los hermanos y hermanas de la Plataforma de Lucha Campesina no fuese invisibilizada.
Y sobre todo, hay que estar solidarios con estos hermanos y hermanas y no permitir que sean desalojados del liceo Fermín Toro. Ese centro de revolución y luces ha sido el epicentro posterior al 2 de agosto, de esta nueva fase de la lucha de la Marcha Campesina Admirable. Si se deja que los desalojen a otro sitio, la burocracia enquistada en nuestro Estado que apuesta al fracaso de esta lucha y por ende, de nuestra Revolución, habrá ganado no sólo la batalla, sino la guerra.
Y se trata que por la vida de nuestro país, debamos ganar esta guerra, ya que si no, los escenarios en materia de alimentos en el año 2019 resultarán verdaderamente complejos, duros y difíciles.
En guerra avisada, no mueren los soldados, y si mueren es…
¡Si el campo no produce, la ciudad no come!
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!