La Venezuela cuya presidencia es ejercida por el señor Nicolas Maduro Moros será recordada "per secula seculorum" y no precisamente por sus aciertos.
No hay manera de calificar el motivo por el que una persona permanezca siete años dirigiendo el Ministerio de Agricultura en una Venezuela en donde la actividad agrícola, prácticamente, ha desaparecido.
Es bueno acotar que el sector agrícola es el único que puede generar una activación económica múltiple y diversa en cuanto a generación de empleos, pues requiere una inversión mínima al igual que la capacitación, comparativamente hablando cuando se les contrasta con otras actividades.
Hacen meses desde la Fiscalia General de la República se pronunciaron para solicitar la detención de agricultores que protestaban, al editar y publicar videos, botando hortalizas y frutas dado que por los bajos precios y la escasez de gasolina (aún dolarizada) no permitían la comercialización pues la rentabilidad era (y sigue siendo) nula.
Es extraño pues desde la Fiscalia se debe ser garante de los derechos constitucionales pero cuando se trata de garantizar la equidad dentro de cualquier agrocadena no se emite pronunciamiento alguno y menos para evitar ilícitos constitucionales por parte de las grandes agroindustrias.
Como agrónomo y agricultor, tengo conocidos en las zonas agricolas de los estados: Guárico, Cojedes, Portuguesa, Barinas, Yaracuy, Trujillo. Merida, etc. y con ellos converso, regularmente, para escuchar su "rosario" de lamentos derivados de la pésima actuación y omisiones del Ministerio de Agricultura.
Los cañicultores protestan por los bajos precios ofrecidos por las empresas procesadoras de la caña de azúcar y la extemporánea importación de azúcar para refinar, los arroceros y maiceros venezolanos ven desfilar las gandolas con producto importado que recién desembarcan en Puerto Cabello, los productores de papa de los Andes, de Lara y Aragua no pueden competir con el producto colombiano, los cultivadores de zanahorias y tomate pasan igual tormento, igual sucede con los productores zulianos de Palma de Aceite y hoy, como siempre, los caficultores ven el desplome artificial de los precios de un quintal de café.
Bastó que el Presidente Nicolas Maduro Moros regresara de China anunciando que Venezuela exportaria cafe al pais asiático, hace aproximadamente cuarenta días, para que el precio descendiera estrepitosamente.
En lo que respecta al café me extenderé un poco pues, orgullosamente, soy un caficultor con más de veinticinco años de experiencia.
Casi todos los años se importa café barato y de mala calidad de los países vecinos, mientras nuestro excelente producto es destinado para la exportación hacia los Estados Unidos, exportaciones que por cierto están monopolizadas según el reportaje que les adjunto en la siguiente dirección (Armando.info
https://armando.info › con-este-cafe...
Con este café lavan las culpas del pasado
12 jun 2022).
Existe, ciertamente, una Corporación Venezolana del Café que administrando empresas torrefactoras del café que fueron expropiadas: Fama de América y Madrid (hoy presuntamente quebradas) y debieron asociarse con industriales privados del café que sumados a los nuevos oligopolios no se motivan mucho para actuar favoreciendo a los productores, sino que más bien parecen amparar a la gran industria.
Las omisiones desde el Ministerio de Agricultura se ven reflejadas en una preferencia de decisiones favorables a las grandes industrias procesadoras, a los importadores de productos agrícolas de otros países, a la emisión de Gacetas oficiales no consultadas con los agricultores o en la indiferencia para con los monopolios u oligopolios industriales que ostentando una posición de dominio manipulan el precio dentro del mercado interno.
En el rubro del café, recientemente y en plena zafra o cosecha, se le impuso una sanción y cierre a una poderosa empresa torrefactora (dicen desde la voceria oficial del Ministerio) que presentando más de 150 puestos de compra de café verde a nivel nacional ocasionó el descenso del precio del café de 140 dólares a 90 dólares.
El mercado internacional ofrece 170 dólares por quintal frente a costos de producción que oscilan entre 180-200 dólares que a los caficultores colombianos tan eficientes, ya hizo encender las alarmas de la economía y motivó un arduo debate dentro del Congreso del país vecino, pero a nuestros Diputados maduristas y opositores les es indiferente.
En lineas generales, está tan lleno de penurias el sector agrícola venezolano que incentivó diversas reuniones presenciales y virtuales para la creación de un grupo de lucha colectiva llamado INCA (Integración Nacional Campesina) que haciendo común la problemática agrícola de Venezuela exponga la cruda realidas del sector y, en cierta medida, contraríe la vocería oficial que dice que se está "cultivando patria".
Las mentiras abundan, como aquella que se intenta hacer creer que estaríamos produciendo tres millones de quintales de café, cuando escasamente producimos seiscientos mil quintales.
Para agravar el panorama cafetero la cosecha de éste año tendrá un descenso de un 40 por ciento, motivado a la situacion climática que no fue favorable a la misma, aunado a la crisis económica, y con una alta probabilidad se volverá a recurrir a la importación de café de mala calidad, favoreciendo a los poderosos y a la agricultura de puertos.
Por supuesto, un "negociazo" para los nuevos agroindustriales, aparentemente, asociados con los funcionarios públicos corruptos.
#S.O.S. Agricultura venezolana.
Ing. MSc.
Ex Investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA)
Agricultor desde hace 25 años.
fantonicbc@gmail.com