Lo que para los entendidos en las Artes Militares sería una exitosa Operación Retrógrada, resultó la reciente acción tomada por el presidente Nicolás Maduro, al sacar de circulación el billete de Cien Bolívares. Criminalmente secuestrado por las mafias que desde Cúcuta vienen demoliendo nuestra moneda nacional.
Una Operación que verdaderamente nadie se esperaba y que ha puesto a correr, en estampida desordenada y frenética, a quienes con arrogancia desmedida creían que en su afán de tumbar el gobierno, impunemente, lograrían amasar grandes fortunas, literalmente quebrando la economía de la nación y arrojando a los venezolanos hacia futuros ciertamente preocupantes y siniestros.
Una Operación similar le valdría al General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora, el mérito de actualmente ser estudiado, con la más esmerada atención, por las más reconocidas academias militares del mundo. La genialidad de su estrategia, desarrollada en Santa Inés, precisamente por esta fecha, hace unos 157 años, también le permitió un éxito aplastante en contra de las mafias oligárquicas de aquellos años.
Mediante una brillante y depurada conjugación de defensa y ataque, y un meticuloso estudio y control de los tiempos, el enemigo, ciertamente engañado al creer estar en completo dominio de la ofensiva, avanza de manera arrogante para finalmente caer en un terreno totalmente desfavorable. Sin tiempo para retroceder es acorralado mediante un ataque tan repentino como fulminante.
Operación que, con igual maestría y precisión, haría Putin cuando en el 2015, en un vertiginosa caída del Rubro Ruso, corrió el premeditado rumor que Rusia no tendría fondos para recuperar sus finanzas, logrando que los inescrupulosos inversionistas occidentales, presas de un verdadero pánico, vendieran "inocentemente" las acciones de las Empresas Energéticas Rusas a precios sumamente bajos. Putin, en esta hábil jugada, logró recuperar el 30% de estas acciones y ganó, de paso, 20.000 millones de dólares.
Lo que deja un buen sabor, en el desarrollo de esta Operación, realizada por el presidente Maduro, es que logró aprovechar el momento justo, cuando los principales laboratorios de guerra mediática alardeaban, con orgullo nauseabundo, cómo desde Cúcuta, y al amparo de la resolución número 08, y la evidente irresponsabilidad del gobierno neogranadino, estas mafias lograban apoderarse, se estima, de más de 3 billones de estos billetes.
Operación que para definitivamente quebrar la columna vertebral de este complot internacional requirió de una sincronización propia de la afamada relojería Suiza. Además de evidenciar una verdadera disciplina y organización de su tren de gobierno, que permitió la no filtración de la información, lo que hubiera resultado bochornosamente catastrófico.
Lo próximo, para concretar lo que definitivamente será una jugada maestra, propia del Tigre de Carayaca, es impedir el retorno de este efectivo-paraco, lo que satisfactoriamente redundará en un duro golpe económico a los que buscan nuestro colapso financiero por medio de esta despiadada Guerra Económica.
Definitivamente el presidente Maduro logró darle en la verdadera madre a todos aquellos que desde la supuesta hermandad que nos une con el país neogranadino, de la manera más desvergonzada celebraban, entre videitos y foticos, por las redes sociales, como cual Caín, pretendían miserablemente hundir a Venezuela.
¡BRAVO NICOLÁS...!!!
